El volcán La Cumbre, ubicado en la isla Fernandina, se reactivó en junio. Foto: Cortesía consejo de Gobierno de Galápagos
La actividad eruptiva de los volcanes La Cumbre, en la isla Fernandina, y el Sierra Negra en la isla Isabela, en lugar de alejar a los turistas más bien les llama la atención. Así lo confirman autoridades, operadores y hoteleros que indican que los viajeros siguen haciendo reservas y llegando al archipiélago.
Lorena Tapia, presidenta del Consejo de Gobierno de Galápagos, dice que si bien estos eventos naturales son un atractivo se trabaja en conjunto con varios organismos para que la actividad turística se desarrolle de forma responsable. Tapia afirma que no hay reportes de cancelaciones de tours o viajeros afectados.
Los registros del Parque Nacional Galápagos (DPNG) detallan que 241 800 turistas ingresaron en el 2017 a las islas. De esta cantidad, el 69% es extranjero, frente a un 31% de viajeros nacionales.
Rodrigo Jácome, presidente de la Cámara de Turismo de Galápagos, indica que en el caso del volcán La Cumbre (Fernandina) no está en una zona poblada y por lo tanto no afecta a los visitantes, porque está lejos de los lugares más frecuentados. Algo similar, agrega, sucede con el Sierra Negra. “Se convirtió en un espectáculo al que todo el mundo quiere llegar”.
Los sismos provenientes de este volcán aumentaron el 26 de junio cuando se inició un nuevo proceso eruptivo y se declaró la alerta naranja.
Los informes del Instituto Geofísico indicaron esta semana que el comportamiento es de menor intensidad. Por ello, el Ministerio de Turismo declaró el lunes, 2 de julio del 2018, la apertura de las zonas que se restringieron al acceso de los turistas. Por ejemplo, están el Mirador 2 y el sitio denominado Campo Fumarólico o Minas de Azufre.
Sin embargo, debido a los sismos de ayer (el más alto alcanzó los 5.4) se recomendó nuevamente el cierre de ambos sitios, por seguridad.
“Nos ha ayudado a posicionar más a Galápagos y a poner a Ecuador en los ojos del mundo. No hay cancelaciones y más bien hay interés por conocer lo que está pasando”, señala Richard Dávila, presidente de la Asociación de Operadoras de Turismo Receptivo.
Este dirigente recuerda que la mayoría de pasajes y tours a las islas se compra hasta con seis meses de anticipación. De hecho, muchos de los viajes se reservan para esta época (julio), considerada como la temporada alta de visitantes.
Sin precisar datos, Dávila afirma que las reservaciones en estos días son las habituales a las del inicio de temporada.
De acuerdo con información del Consejo de Gobierno, en todo el archipiélago hay 150 sitios turísticos. De esa cantidad, solo dos tienen restricciones por el Sierra Negra.
El año pasado, 91 000 personas llegaron a los atractivos de la isla Isabela, y precisamente el sitio que registró más arribos fue el volcán Sierra Negra con más de 35 000 visitantes. De esa cantidad, el 93% fue extranjero. Otros destinos más frecuentados en la isla son el Centro Arnaldo Tupiza y el Muro de las Lágrimas.
Isabela cuenta con 51 alojamientos, entre hoteles y hostales. Cada habitación cuesta de USD 45 a 700 por noche. El precio varía según los servicios que se ofrecen, tipos de tours, restaurantes, entre otros.
Fernando Proaño, gerente del hotel The Wooden House Lodge (Isabela), reitera que a la isla llegan visitas durante todo el año. Asegura que los flujos de lava ni la ceniza han llegado hasta la zona de los hoteles. Entre las opciones que ofrecen están paseos a las Tintoreras, a Concha de Perla y Laguna Los Flamingos.
“Han estado mejor las reservaciones. Les avisamos a nuestro clientes antes de hacer una reserva que todo está bien”, dice Carlos Rodríguez del hotel Abermale. Este establecimiento ofrece tours a los túneles, al Muro de las Lágrimas y la Concha de las perlas.
Ximena Mera, guía de la operadora Rosedelco, menciona que muchos pasajeros “estaban ansiosos por viajar y conocer un poquito del volcán”.
Desde que se levantaron las restricciones ya han realizado cuatro tours con grupos de 16 personas. “En el sector del volcán se pueden realizar caminatas, caminamos cerca del cráter y vamos a los miradores”.
Pedro Naranjo, de la agencia Iguana Crossing, ofrece hospedaje y tours por toda Isabela. Antes de la reactivación del volcán, los recorridos incluían caminatas por el filo del cráter. “Si los viajeros tenían energía, caminaban hasta Volcán Chico. Allí observaban las fumarolas y espectaculares formaciones de lava”.
Pese a que la erupción impide estas caminatas, los operadores y agentes de viajes ofertan otras actividades.
En contexto
Desde agosto se aplicarán nuevos requisitos para el ingreso de los turistas a Galápagos. Se debe presentar un pasaje aéreo de ida y vuelta, una reservación hotelera o invitación de un residente de las islas y contar con un seguro médico (para extranjeros).