Una mujer que se movilizaba en un vehículo junto con su hija y su cuñado cuenta el intento de asalto que sufrieron en la Autopista General Rumuñahui a las 20:30 del pasado 19 de enero. Foto: cortesía.
Un grupo de cinco hombres los sorprendió. Silvia H. y sus familiares se movilizaban en su vehículo por la Autopista General Rumiñahui que conduce al valle de Los Chillos, en el oriente de Quito, cuando, cerca de las 20:30 del martes 19 de enero del 2021, hombres rompieron las ventanas laterales del carro bajo la modalidad de robo denominada ‘bujiazo’.
“Nos atacaron cuando nos movilizábamos por la Autopista General Rumiñahui, 300 metros más abajo del puente peatonal del barrio Monjas Orquídeas. Mi hija conducía el automóvil, yo iba en el lado del copiloto y mi cuñado se ubicó en el asiento posterior.
Eran las 20:00 y nos quedamos atrapados en el tráfico que siempre se produce allí a esa hora. De pronto, cinco hombres salieron de entre los matorrales con cuchillos y armas de fuego, y rompieron las ventanas laterales del carro.
Nos asustamos mucho porque los vidrios explotaron hacia nosotras y nos produjeron varios cortes. Mi hija incluso sangró por el oído debido a que un pedazo de vidrio ingresó a su oreja.
De forma agresiva, los ladrones trataron de subirse al auto para rebuscarnos y arrebatarnos nuestras carteras, celulares, dinero, etc. Mi cuñado forcejeó con ellos y se cortó la mano al impedir que ingresen al vehículo; sangraba mucho. Esos hombres nos insultaron con palabras soeces mientras nos atacaban. Vivimos momentos de pánico.
Ellos intentaron acceder al carro en varias oportunidades, pero mi hija finalmente aceleró y chocamos a dos autos que se movilizaban adelante, una camioneta doble cabina y una furgoneta escolar. Eso ayudó a que los delincuentes huyan rápidamente. Recuerdo claramente que los hombres utilizaban mascarillas y pasamontañas. También vestían trajes de bioseguridad.
Los conductores de otros carros no nos ayudaron al ver lo que ocurrió. Este hecho lo denuncié en las redes sociales y varias personas se comunicaron conmigo para contarme que vivieron experiencias similares en la Autopista General Rumiñahui. No presenté una denuncia formal ante las autoridades porque finalmente los delincuentes no nos robaron las pertenencias”.