Según Romo, el Instituto de Seguridad Social de la Policía (Isspol) invirtió USD 22,4 millones en facturas de Delcorp que están en mora. Foto: Archivo EL COMERCIO
La casa de valores Atlántida, antes conocida como Acciones y Valores (Accival) fue intervenida por la Superintendencia de Compañías, confirmó este lunes 28 de septiembre del 2020 la ministra de Gobierno María Paula Romo en una entrevista televisiva.
Atlántida es la casa de valores que actuó como intermediaria en operaciones de facturas comerciales negociadas en bolsa de valores por las empresas Delcorp y Ecuagran, que actualmente están siendo investigadas por presunto fraude bursátil.
Según Romo, el Instituto de Seguridad Social de la Policía (Isspol) invirtió USD 22,4 millones en facturas de Delcorp que están en mora.
Además, Ecuagran había sido intervenida en el 2019 por la Superintendencia, según Romo, por -aparentemente- negociar con facturas de ventas falsas a Delcorp, pero, aun así, las empresas siguieron financiándose en la bolsa sin que el hecho sea comunicado al resto de participantes del mercado bursátil.
“Las intervenciones son procesos reservados, pero es tan grande la atención que este caso concita que ha sido imposible que las entidades mantengan en reserva la información”, indicó la Ministra.
Además de Accival, la Superintendencia ya intervino a la casa de valores Citadel, a la calificadora de riesgos SummaRatings y al Depósito Centralizado de Valores (Decevale).
La intervención de la casa de valores Atlántida (antes Accival) se dio el pasado 25 de septiembre del 2020, con la finalidad de “precautelar el mantenimiento del patrimonio de la compañía y evitar que se ocasionen perjuicio a los inversionistas, socios, accionistas o terceros”.
La medida solo durará el tiempo necesario para superar la situación anómala de la compañía, la interventora es Silvia Solano Hidalgo.
De acuerdo con datos de la Bolsa de Valores de Guayaquil, Atlántida fue la casa de valores con mayor volumen de negociación entre enero y agosto del 2020, además, está entre las casas con comisiones más altas. Entre enero y agosto realizó 1 487 transacciones y ganó comisiones por USD 1,3 millones.
La Superintendencia hizo al menos tres observaciones para la intervención.
Primero, cuestionó que esta casa de valores haya sido intermediaria en la negociación de las facturas de Delcorp a las que la calificadora de riesgos SummaRatings evaluó con calificación de riesgo AA+, cuando la legislación ecuatoriana sobre valores especifica que las facturas comerciales no necesitan de una calificación para ser transadas en el mercado.
Según la ‘Super’, Patricio Córdoba Pizarro, presidente del directorio de la casa de valores habría reconocido que Accival conminaba a sus clientes a obtener esta calificación, “con la finalidad de efectuar una debida diligencia en la verificación de la sustancia económica que soporta la emisión de facturas comerciales negociables”.
De ahí que, el ente de control señaló que en la asesoría de Accival al Isspol no advirtió al cliente que no existe norma para calificar facturas comerciales. Esta conducta de la casa de valores podría haber inducido a que su cliente tome decisiones de inversión basado en una información que carece de sustento legal, pudiéndole provocar un grave perjuicio en su inversión, dijo la Superintendencia.
Este Diario consultó a Atlántida por qué actuó como intermediaria en la negociación de facturas a las que se les asignó una calificación de riesgo y que fueron emitidas por una empresa que había sido observada por negociar con facturas de ventas que no eran reales.
Diana Peña, gerente de Atlántida, indicó: “Se debe tener muy en cuenta que cuando una negociación de un título–valor se lleva a cabo, es porque dicho título–valor ha sido previamente autorizado por la Superintendencia de Compañías y se encuentra habilitado por las bolsas de valores del país para ser transado y negociado”.
Además, señaló que las facturas comerciales negociables además deben haber cumplido con un proceso de aceptación en el SRI previo su negociación.
Y agregó que estos instrumentos contaban con todas las autorizaciones antes señaladas. También dijo que “las calificadoras de riesgo son entidades independientes a las casas de valores, por lo que cualquier duda o inquietud que surja sobre su gestión u opiniones emitidas, deberán ser consultadas a las mismas de forma directa”.
La segunda observación del ente de control fue sobre el procedimiento de la casa de valores para determinar el perfil de riesgo de sus clientes, en este caso, el Isspol. “La actuación de la casa de valores, en cuanto a la determinación de los perfiles de riesgo de los inversores, demostraría que no se está efectuando el respectivo análisis, ni brindando la correspondiente asesoría a sus clientes”, dijo la entidad de control.
Peña, informó que el perfil del Isspol era bajo, por ser considerado un inversionista institucional, y explicó que la casa de valores determina el perfil de riesgo a través de un sistema de formularios del que se obtienen respuestas numéricas que luego se tabulan en una matriz.
Según la Superintendencia, en el caso del formulario que llenó el Isspol, se observa que las respuestas que dio “no guardarían relación con la operatividad de dicho Instituto, por lo que existiría contraposición con la realidad de un inversionista institucional como lo es el Isspol, lo que evidenciaría que la Casa de Valores no efectúa el respectivo análisis, ni su personal operativo estaría brindando la correspondiente asesoría, para determinar el perfil de riesgo del inversionista”.
La tercera observación es que la casa de valores no ha evidenciado de manera específica y documentada que haya facilitado a su comitente Isspol, información actualizada de los valores en circulación en el mercado y especialmente de la situación legal, administrativa, financiera y económica de la empresa emisora Delcorp, por las operaciones cerradas entre el 26 de febrero y 23 de septiembre de 2019.