En el segundo debate entre Donald Trump y Joe Biden se pudo conocer algo de las propuestas los candidatos. Foto: EFE
Un debate mucho más tranquilo, sin tantas interrupciones y con una moderadora que supo controlar bastante bien a los candidatos a la Presidencia de Estados Unidos se dio este 22 de octubre, en Nashville, Tennessee. Pero sobre todo, comparado con el papelón del primer debate, en este hubo la posibilidad de conocer en algo lo que pensaban para los próximos cuatro años el presidente Donald Trump, que busca la reelección, y su rival demócrata, Joe Biden.
Salud y pandemia, justicia, racismo, migración, China, economía, cambio climático fueron los temas que llevó adelante con solvencia Kristen Welker, la corresponsal en la Casa Blanca de NBC News, ayudada, por cierto, por el reglamento que apagaba los micrófonos de uno de los candidatos cuando el otro tenía los dos minutos para exponer su posición sobre los temas tratados.
Trump tuvo recursos interesantes. Y uno de ellos fue totalmente efectivo, cuando le decía a Biden por qué no hizo todo lo que promete hacer durante sus ocho años como vicepresidente de Barack Obama. “Eres más de palabras y no de hechos”, le decía.
Pero mirando el panorama estadounidense, tres temas son los que interesa y afecta a la gente: la pandemia, la economía y la tensión racial. Y en estos, Biden sacó alguna ventaja.
Sobre la pandemia, Trump no dijo mayormente nada nuevo: que la vacuna estará lista para fin de año, que ha hecho un gran trabajo y que los picos están decreciendo en varios estados donde habían crecido. Defendió -tampoco es nuevo- que no había que encerrar a los estadounidenses porque se trata de mantener la economía en funcionamiento y acusó a Biden de querer hacerlo. Y sobre todo atacó a su rival con el que puede ser la mayor táctica republicana: asustar al votante promedio. Dijo Trump que Biden quería un sistema de salud socialista en el país, a contramano de los 180 millones de estadounidenses que son “felices” con sus sistemas de salud privados.
El demócrata, obviamente, se defendió afirmando que no quería confinar a la población sino al virus, pero sostuvo que habría que disponer de recursos para que las aperturas sean seguras, en las escuelas, en los negocios, en las empresas, alentar el uso de la mascarilla. Incluso, dijo, en la Casa Blanca debe haber una persona que crea en la ciencia.
El debate fue moderado por Kristen Welker, la corresponsal en la Casa Blanca de NBC News. Foto: EFE
“Cualquiera que sea responsable por tantas muertes no debe permanecer como Presidente”, dijo Biden.
Sobre todo, Biden advirtió que Trump quiere revertir el plan Obamacare en una posible Corte Suprema totalmente favorable y sin tener ninguna alternativa. El actual Mandatario no presentó una respuesta concreta, solo decía que va a implementar un plan de salud mejor que el del expresidente Obama.
No fue poco astuta la moderadora recordarle a Trump que dijo que Anthony Fauci, el científico más respetado en el país sobre enfermedades contagiosas, era un fraude. Trump, a la defensiva, sostenía que se llevaba muy bien con él.
En cuanto al racismo, Trump se definió nuevamente como “la persona menos racista en el mundo”. Incluso dijo que “con excepción, posible excepción, de Abraham Lincoln (el presidente que abolió la esclavitud en el siglo XIX), nadie ha hecho tanto por los negros como yo”.
Biden, en cambio, se mostró más humano en este tema. Y señaló que la lucha en el país debe lograr el fin del racismo sistémico en Estados Unidos y que obliga a las familias de las minorías enseñar a sus hijos a cómo actuar para evitar ser asesinados por el color de su piel.
Otro tema fundamental y del que sacó ventaja Biden fue sobre la economía y la pérdida de empleo. Trump se defendió acusando a los demócratas en el Congreso, sobre todo a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, de bloquear la entrega de fondos para estimular a las empresas en la crisis derivada de la pandemia. Pero el hecho real es que, en este momento, son los propios senadores republicanos quienes se oponen a este plan.
Sobre el cambio climático, Trump tuvo las de ganar. No tanto porque decía que quiere el aire y el agua limpio, ni siquiera por abandonar el cambio climático, sino porque defiende la industria petrolera y la que deriva de ella. Biden dijo, en cambio, que trabajar en una economía verde y encaminar al país hacia la erradicación de los combustibles fósiles hacia el futuro y que quitaría los subsidios a los petroleros.
“Acuérdate Texas”, le dijo Trump a los votantes.
Fueron 90 minutos de un debate que en los medios estadounidenses están considerando como loable. Las apuestas comienzan a correr para las elecciones del 3 de noviembre. Los sondeos que están circulando en redes sociales son disparejos. En la cadena CNN, crítico de Trump, el 53% se pronunció a favor de Biden y el 39% por Trump. En Fox News, ultrarepublicano, el Mandatario ganaba con el 74% ante un 24% de su rival.