Mariela Altamirano (izq.), Óscar Pineda y Shirley Oscullo, tres de los integrantes de VerSur, en una transmisión. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
Silencio, voy a salir al aire. Silencio, por favor. Esa es la frase que Yolanda Doicela pronuncia cada vez que está frente al micrófono de un improvisado estudio de radio ‘online’.
Tras unos segundos de espera, llega el: “Buenas noches, amigos de VerSur….”. Y continúa con el guion de su programa ‘Conociendo a mi barrio’. Se trata de una ciberradio del sector Lucha de los Pobres, ubicado en el suroriente de Quito. Las históricas dirigentes indígenas Dolores Cacuango y Tránsito Amaguaña son los referentes de este grupo, que -dice- “batalla por días mejores”, por sus derechos.
Bajo ese amparo crearon su espacio unas semanas después del inicio de la pandemia por el covid-19, que obligó al confinamiento de la población, y a la falta de las conversaciones a pie de vereda, apelaron a la radio en línea. Al proyecto se sumaron 17 líderes barriales.
Al inicio todo versaba sobre el coronavirus: que si la tienda estaba o no abierta, que si un vecino quería hacer trueque, cuáles eran los remedios caseros para aumentar las defensas del organismo… Con el tiempo, se buscaron otros temas para que el encierro fuera más ameno y, al mismo tiempo, no se dejara “de hacer barrio”.
Así comenzó una programación más variada. El primer espacio que se inauguró fue ‘Conociendo a mi barrio’; hasta la actualidad, por ahí pasan personajes que conversan sobre los comienzos de esta cooperativa de vivienda y cómo se transformó en uno de los barrios más organizados del sur.
Pronto vinieron programas de psicología, estrategias en la educación, tradiciones del sector y música. Un año después, los horarios se mantienen de lunes a jueves, desde las 20:00 hasta las 21:00; y el viernes y sábado, de 18:00 a 21:00.
Los VerSur no descansan, incluso el domingo tienen una plenaria a través del Zoom para buscar nuevas formas de abordaje radiales y corregir errores o muletillas que hayan cometido en las transmisiones. El grupo de voluntarios está consciente de que su cariño por el barrio impedirá que la propuesta sea ‘flor de un día’.
Experiencias como estas se extendieron a lo largo y ancho del Distrito. La ciberradio apareció por el 2017, cuando las direcciones de Internet comenzaron a producirse libremente, apunta Byron Garzón, productor de radio de Ciespal.
Lo que hizo la pandemia -agrega- fue apalancar este tipo de radio en los barrios por la necesidad de comunicación. Así fue como el WhatsApp sirvió para que los audios se subieran a la radio y el teléfono celular permitió hacer enlaces en tiempo real.
Aquello pegó en la comunidad porque -abunda Garzón- podían escucharse y opinar; y para dar ese paso solo se requería un dominio en Internet, una computadora, unos parlantes y una pequeña consola.
Todo ese aparataje se consiguió en el barrio Loma Grande, localizado en el centro de la capital, y nació La Esencia Al Aire; siempre bajo el empuje de los integrantes del Colectivo Mi Loma Grande, quienes vieron en la pandemia el momento para lanzarse y continuar haciendo vecindad.
Así fue como aparecieron, todos los días, varios programas de 19:00 a 21:00; allí están aquellos que hablan sobre las tradiciones del barrio, los emprendedores de la vecindad.
Hasta la comunidad de los exalumnos del Colegio Mejía tiene una ventana en esta radio en línea, para poder socializar sus iniciativas.
Aparte de ese último espacio, otro de los más queridos es ‘La esencia del lomeño’, todos los jueves, a partir de las 19:00, con la locución de Diana Lora y Daniel Arboleda, y en los controles, Marco Rubio, el líder del Colectivo.
La idea es que la radio ‘online’ se escuche todo el día y en eso están, juntando otras propuestas; por ejemplo, abordar temas de migración, inseguridad… Todo con tal de acercarse a la comunidad, de manera segura, en estos tiempos de distanciamiento.
De eso sabe muy bien la población de Llano Grande, donde desde hace cuatro años se escucha la Simiruco Radio. Fredy Hidalgo es su director y recuerda que su fuerte son los temas culturales y los relacionados con emprendimiento. El proyecto tuvo 23 personas, tras la pandemia se dispersaron y ahora suman cuatro.
Aun con bajas, siguen con su empeño; aunque ahora las transmisiones solo tienen lugar de 19:00 a 20:00 y un par de días a la semana.
Pero desde mayo, ofrece Hidalgo, será más continua y quizá vuelvan a lo de antes: todos los días, de 06:00 a 22:00.
Un objetivo que también se plantean en la Lucha de los Pobres, pues quieren sonar todo el día y sumar más programas con la juventud. Pero los chicos del barrio le temen al micrófono, así que Doicela les dice que se inspiren en sus personajes tutelares: Dolores Cacuango y Tránsito Amaguaña. Sus referentes de lucha.