En Santo Domingo de los Tsáchilas, la firma de restaurantes de carnes al carbón Mr. Pincho atiende pedidos en línea que luego envía por los servicios a domicilio en motocicletas. Foto EL COMERCIO
Santo Domingo de los Tsáchilas solicitó al Comité de Operaciones de Emergencia nacional una autorización para dar de baja a los salvoconductos de motos y autos particulares que hagan entregas a domicilios.
El pedido fue planteado por el COE cantonal que busca regularizar la circulación de los automotores que no constan dentro de una organización legal para ofrecer esos servicios.
Este requerimiento causó revuelo en esta urbe que este lunes 4 de mayo del 2020 empezó su primer día en la “nueva normalidad”, en el contexto de la emergencia sanitaria.
Hubo críticas, porque temen una posible reducción en las fuentes de empleo en plena crisis y por que falta de claridad en esta resolución del COE local, que se contrapone a las normas del COE nacional, que no ha modificado los salvoconductos.
El numeral 5 del documento dice lo siguiente: “Autorizar que los salvoconductos de los vehículos particulares que realicen actividades de transporte de alimentos y salud sean validados hasta el 3 de mayo de 2020 a las 12:00”.
El domingo, este ente publicó dos aclaraciones en horas distintas. En la primera se señala que se pidió al COE dejar sin validez los salvoconductos debido a que se verificó un incremento de un mal uso del documento por parte de dueños de autos y motos particulares que incluso trabajan sin las medidas de bioseguridad.
Y en la segunda aclaración se dijo: “el servicio de motociclistas continúa; deben poseer salvoconductos y la autorización legal para ejercer la actividad”. El alcalde y presidente del COE, Wilson Erazo, dijo que la resolución fue sacada de contexto.
“Lo que se ha dicho es que se retirará la autorización a los particulares que no están legalmente autorizados.
“Todo el mundo comenzó a sacar su carro y empezó a trabajar en estas actividades”, indicó. Para Erazo, una de las formas de evitar sanciones o regular esta labor es que los propietarios de autos y motos tramiten la autorización respectiva en la Agencia Nacional de Tránsito. Los artículos 57 y 58 de la Ley Tránsito establecen las reglas para obtener el permiso de operación.
Paulo Morales, propietario del restaurante Mr. Pincho, asegura que los dos pronunciamientos del COE cantonal no son claros porque en cualquier momento se puede echar abajo la autorización de los automotores.
Hay pequeñas empresas, dice Morales, que dieron empleo a motociclistas que ingresaron a operar con el Registro Único de Contribuyentes de los establecimientos legalmente constituidos.
Con ese registro incluso les tramitaron los salvoconductos. Morales agrega que tampoco se precisa qué es legal o no. Por ejemplo, él utiliza su auto para llevar ciertos pedidos y no sabe si es procedente hacerlo.
La mayoría de motociclistas o carros que hacen estos envíos a domicilios no cuenta con una identificación visible de una empresa.
Hay unos pocos que, en cambio, sí lo tienen y están dotados de bolsos con logotipos de la firma y un uniforme de la marca. Una de esas es Deliveri Express, cuyas motos llevan adheridas un cajón metálico con los respaldos de la empresa.
Las operaciones de los servicios a domicilios evidenciaron que en Santo Domingo no hay un mapeo oficial sobre el número de empresas ni el personal que los ofrecen.
Se fueron creando en función de la demanda de los restaurantes y empresas que requerían diligencias con personas de confianza. Así, por ejemplo, surgió Deliveri Express que ahora mantiene un contrato con una concesionaria de vehículos.
Además, hay una asociación simbólica de motociclistas que movilizan a personas hacia los barrios donde no llegan los buses del transporte urbano.