Municipio de Guayaquil agasajó a 4 500 adultos mayores

Este año, la fiesta

Este año, la fiesta "para los abuelitos" se realizó la tarde y noche de este lunes 26 de diciembre. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO

Este año, la fiesta "para los abuelitos" se realizó la tarde y noche de este lunes 26 de diciembre. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO

Aracely Llaguno ya había degustado el rollo de pavo acompañado con arroz 'fiesta' y relleno de nueces cuando una banda empezó a tocar música nacional, sobre una tarima frente a su mesa. Es el tercer año que Llaguno, de 65 años acude al agasajo navideño que el Municipio de Guayaquil organiza para adultos mayores de escasos recursos.

Este año, la fiesta "para los abuelitos" se realizó la tarde y noche de este lunes 26 de diciembre, en el Centro de Convenciones Simón Bolívar, en el norte de Guayaquil. "Me vine con ocho amigas también invitadas, nos trajeron en bus" contó la jubilada mientras esperaba el postre, un trozo de pastel con masa de hojaldre y cobertura de frutas.

En esta ocasión el Municipio invitó a 4 500 adultos mayores, de diferentes sectores de la ciudad. Los sentó en interminables hileras de mesas plásticas adornadas con motivos navideños. El alcalde Jaime Nebot arribó poco antes de las 18:00, abrazó, besó y se tomó fotos con los convidados por alrededor de 15 minutos, dijo unas breves palabras y se retiró. Los protagonistas eran los comensales.

María Torres, conserje jubilada de un colegio de la ciudad, llegó acompañada de su nieto, un adolescente de cuerpo menudo que la esperó de pie mientras ella cenaba. "Mi nieto me trajo porque no puedo andar sola".

La candidata a la presidencia de la República, Cynthia Viteri también llegó al centro de eventos y saludó por un largo rato con los adultos mayores.

La cena se sirvió rápido. Una botella desechable de gaseosa y un vaso de vino acompañó el menú. Decenas de atareados meseros del hotel Hilton Colón recorrían entre las filas de mesas recogiendo platos vacíos y sirviendo los postres.

Los primeros en servirse empezaron a retirarse tan pronto terminaron el postre, poco después de las 18:30. "Estuvo muy rico", dijo Llaguno. "Y hasta saludé con beso al alcalde", remató.

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