Las emprendedoras son parte de la Asociación la Hormiga, que lleva cinco años como organización, con el propósito de vender sin intermediarios. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO
Un grupo de 17 mujeres de distintas comunidades del cantón Esmeraldas se reactiva con la venta de más de 20 productos a bajo precio, en el centro de la urbe esmeraldeña.
El plátano verde, banano, zapallo, maracuyá, limón, yucas, habas, maíz, flores y guanábana se expenden entre viernes y sábado, en un sitio higiénicamente adecuado con alcohol gel desinfectante y uso de mascarilla.
Las emprendedoras son parte de la Asociación la Hormiga, que lleva cinco años como organización, con el propósito de vender sin intermediarios.
Cada una de las mujeres tiene un promedio de ventas de entre 40 y USD 60 por semana, pero sube a USD 100 durante los dos días de feria.
María Elena Delgado, unas de las integrantes de la agrupación de mujeres, asegura que la pandemia afectó el plan de ventas para este año, pero en medio de la crisis emprendieron con la entrega de canastas con productos frescos que iban de 10 hasta USD 25.
Esa actividad la hicieron durante 15 días, pero luego fue imposible continuar por el alto riesgo de contagio al que se exponían las mujeres cuando salían desde sus comunidades.
Desde septiembre, las ventas se retomaron y se recuperaron sus clientes, que han empezado a visitarlas para llevar productos frescos y a bajo precio.
Antonio Cedeño, uno de los clientes, dice que adquiere limón, huevos criollos, leche, queso y harina de plátano hasta con un 10% menos de los precios regulares en el mercado. Una libra de yuca compra hasta en USD 0,20. En otro lado paga hasta USD 0, 30 por libra.
Algo similar ocurre con el precio del plátano que compra en La Hormiga, hasta en USD 4 una racima, cuando en el mercado se paga USD 6.
Las integrantes de la Asociación también trabajan con productos procesados como masa de verde, masa de yuca, torda de verde con cerdo, muchines, harina de verde, salprieta, crema de cacao, chocolates y panes integrales.
Los productos cuentan con su registro sanitario, especialmente la crema de cacao, chocolates y condimentos preparados con especies naturales.
La catedrática de la Escuela de Pequeñas y Medianas Empresas de la Universidad Católica de Esmeraldas, Roxana Benites, comenta que esta es una buena iniciativa para empezar a reactivar la economía de la ciudad, con la venta de productos del campo.
La economista cree que, a través de la venta de la producción con una buena oferta, se puede incentivar el consumo en una economía marcada por el impacto de la pandemia del covid-19.