Los trabajos de reconstrucción de una alcantarilla averiada se realizan en Santo Domingo. Foto: Bolívar Velasco/ El Comercio.
Los trabajos para recuperar un sector donde se formó una especie de cráter en la ciudad de Santo Domingo, en el occidente del Ecuador, iniciaron este miércoles 22 de marzo del 2017 en medio de un escenario aún temible para sus habitantes. En el sitio conocido como Asociación de Trabajadores Autónomos, ubicado cerca al redondel del Sueño de Bolívar en la entrada a la urbe, se produjo el colapso de una alcantarilla tipo cajón.
Los vecinos del lugar dicen que la noche del lunes 20 de marzo del 2017 se escuchó un estallido que estuvo acompañado de un bramido que hizo estremecer las estructuras de las viviendas. Los primeros que se asomaron a las ventanas observaron que frente a una casa de tres pisos se había formado un orificio de ocho metros de profundidad y diez de ancho. Entonces relacionaron el estallido con el socavón y desvanecieron la idea de un posible temblor que fue en lo primero que pensaron esa noche, que estuvo acompañada de una llovizna.
La Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado trata de establecer las causas del daño de la alcantarilla. Se presume que las estructuras de las casas que se construyeron sobre la obra y en sus alrededores la habrían debilitado y las precipitaciones de invierno habrían acelerado su deterioro, según el jefe de Alcantarillado de la entidad, Aníbal Brito.
La formación de la grieta también produjo daños en el piso y en las paredes de la vivienda que se levantó sobre la alcantarilla. Incluso las bases del inmueble quedaron al vacío. La propietaria, María Hereria, dijo que su inmueble tiene 22 años de construcción y en todo ese tiempo no había sucedido un percanse.
Ni los inquilinos que rentaron la vivienda durante esos años le presentaron ninguna queja. La última familia que vivió hasta el día del evento tenía dos meses en el lugar. Los cinco miembros del hogar tenían previsto estar allí dos meses porque estaban construyendo su casa propia en otro sector de Santo Domingo. Pero el socavón les trastocó los planes y por eso debieron mudarse a otro lugar seguro. El Municipio, el Cuerpo de Bomberos y la Secretaría de Gestión de Riesgos evalúan si otras viviendas del sector presentaron problemas en su estructura tras el hundimiento.
Hasta tener una certeza de las posibles afectaciones dispusieron la evacuación de 19 familias. Este mediodía cuatro de ellas salieron a casas acogientes. De a poco retiraban sus pertenencias, sorteando el fango y las cintas de seguridad que se colocaron alrededor del socavón.
Llevaron camas, colchones, aparadores, cocinas, ropa, hornos y estanterías que utilizaban para sus ventas. Cruz Briones, una de las moradoras que salió del sitio, pidió posada en casa de una vecina en el sector El Edén, ubicado a dos minutos de su casa.
Esta mañana junto a sus cinco familiares se organizó en un espacio de la vivienda de su vecina Ana Chicaiza. Ella espera estar en el lugar poco tiempo, porque espera que las autoridades le den una respuesta favorable para retonar a su vivienda. “Mi casa no tiene ningún daño pero por precaución decidí salir”. La maquinaria de la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado amplió el socavón a dos veces más de su tamaño original.
Esto para permitir que la retroexcavadora se aproxime al lugar del daño y así reparar la estructura de la alcantarilla. La entidad calcula que los trabajos concluirían esta semana.