El presidente Lenín Moreno tuvo una reunión con su homólogo Xi Jing Ping, en junio. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Un nuevo paso en el proceso de reestructuración de la deuda externa se concretó ayer 16 de septiembre del 2020. El Ministerio de Finanzas dijo que se pospuso el pago de USD 474 millones, que son parte del capital de la deuda con el banco chino Eximbank.
Estos recursos corresponden a distintos tramos de deuda que debían pagarse entre lo que queda del 2020 y el 2021, pero ahora se pagarán desde marzo del 2022 y los valores se distribuirán proporcionamente a lo largo del plazo por vencer de los préstamos que son entre el 2025 y el 2029.
De esta manera, el Gobierno alcanzó un período de gracia de 16 meses. Hasta el 31 de julio pasado, la deuda con el Eximbank ascendía a USD 2 422,8 millones, que es el 44% de todos los compromisos que el país tiene con China y que suman a julio 5 431 millones.
Como en un hogar sobreendeudado y con ingresos a la baja, el Gobierno ha buscado este año prórrogas y modificación en las condiciones de los préstamos. Hasta ahora, el Ejecutivo ha logrado retrasar el pago de USD 4 020 millones que debían desembolsarse entre este año y el próximo.
Esa cifra incluye la renegociación de deuda con cuatro actores: tenedores internacionales de bonos, acreedores que tienen papeles de la petrolera Petroamazonas y los bancos de China CDB y Eximbank.
El ministro de Finanzas, Richard Martínez, señaló que la reestructuración de la deuda es reflejo de la confianza que la comunidad internacional ha puesto sobre Ecuador.
“El país está dando un mensaje claro al mundo de cómo avanzar hacia un mecanismo de sostenibilidad de la deuda”, indicó el funcionario.
El primer paso del plan de reperfilamiento fue la renegociación de los bonos Global. Sin la renegociación de esos papeles, la Caja Fiscal hubiera tenido que pagar USD 2 954 millones entre este año y el próximo. Pero tras el canje de los bonos, solo se deberá pagar USD 79 millones en el 2021, por intereses.
Esto significa que el Fisco dejará de pagar USD 2 875 millones entre el 2020 y el 2021 en estos bonos.
Otra arista clave es la reestructuración de una parte de la deuda con China.
El pasado 5 de agosto, el Gobierno informó que se postergó el pago de USD 417 millones que debía hacerse al China Development Bank (CDB) entre este año y junio del 2021.
Tras las negociaciones con la institución asiática, el Fisco comenzará a pagar esos recursos en cuotas mensuales desde el último trimestre del 2021. Es decir, en el 2021 solo pagará USD 113,7 millones del monto.
Con la reestructuración con el CDB y la alcanzada ayer con el Eximbank, el Gobierno logró aplazar en total 819 millones de deuda con bancos del gigante asiático.
Fausto Ortiz, miembro del consejo de asesores económicos del Gobierno, señaló que postergar pagos en estos años ayudará a reducir las necesidades de financiamiento a este y al próximo gobierno.
Ortiz recordó que la deuda con China seguirá creciendo, pues entre octubre y diciembre se espera que se concrete un nuevo préstamo de China atado a una nueva operación de venta de petróleo.
“China está dando un par de años para pagar, eso es importante, pero no nos están reduciendo deuda. Nos están prestando dinero, además, para pagar una parte de la deuda que ya existía”, comentó.
El reto que sigue es lograr que la deuda pública sea sostenible, dijo Walter Spurrier, director de Análisis Semanal.
El primer paso es que el siguiente Gobierno controle el endeudamiento. Para ello, lo ideal es que baje el gasto, eliminando ineficiencias, y que se atraiga más inversión, para generar más ingresos, acotó.
Otro punto importante es que, si se incurre en nuevo endeudamiento, este no se acumule en determinados períodos. A partir del 2025, la Caja Fiscal puede volver a tener altas presiones. Entre el 2025 y el 2026, Finanzas debe pagar USD 2 385 millones al Banco Central, como parte del proceso de desinversión de papeles del Banco en ese Ministerio.
Además, en el 2026 se debe comenzar a pagar el capital de los bonos reestructurados.
Atrasos por baja liquidez
Por la merma de recursos fiscales, el Gobierno ha tenido que incurrir en más atrasos que en años anteriores.
Hasta ayer 16 de septiembre, los pagos pendientes sumaron alrededor de USD 3 448 millones, por salarios al sector público, a proveedores, a la seguridad social, Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD), entre otros. Solo con los proveedores la deuda del Estado llegaba a USD 491 millones hasta julio.
Ayer, un grupo de contratistas se reunió a las afueras del Ministerio de Trabajo, en el norte de Quito, para protestar por las multas que la Cartera ha impuesto a los negocios, por no estar al día en sueldos, décimos y liquidaciones, contó Marco Leguísamo, vocero del grupo.
La deuda con los servidores públicos, por pago de sueldos, también ha generado protestas. El martes pasado, en Quito, médicos posgradistas realizaron una marcha para pedir al Ejecutivo el pago de sus sueldos atrasados. Además, anunciaron que dejarán de acudir a los hospitales en donde prestaban sus servicios.
El Ministerio de Economía y Finanzas dijo a inicios de septiembre que se priorizarán pagos atrasados con proveedores y docentes.
Hasta agosto, la deuda por sueldos era de USD 363 millones. Funcionarios de varias entidades del sector público se quejaron de que los sueldos se pagan con casi un mes de retraso.
Cobro mejoró en este mes
La caída de la actividad comercial y productiva por los meses de confinamiento afectó a la recaudación tributaria, principalmente entre abril y mayo.
Con el levantamiento de ciertas restricciones, las ventas han venido levantándose, pero lo más probable es que la meta de recaudación de este año no se cumpla.
Hasta el 16 de septiembre, de acuerdo con datos del Servicio de Rentas Internas (SRI), se han recaudado USD 871 millones en impuestos:
esto significa el 77% de la meta fijada para septiembre.
Fausto Ortiz, miembro del consejo de asesores económicos del Gobierno, dijo que en los 14 primeros días de septiembre la recaudación de impuestos superó lo recaudado en igual período del 2019. Esto se debe a que el Gobierno decidió adelantar el cobro de impuesto a la renta del 2020, que debía pagarse en el 20201, a 1 068 grandes contribuyentes.
La medida es para las empresas que en el 2019 tuvieron ingresos brutos por más de USD 5 millones, y que durante enero y julio del 2020 registraron utilidad contable. Con esta medida, el Fisco esperaba recaudar alrededor de USD 300 millones.
El plazo para que los contribuyentes hicieran el pago venció el 11 de septiembre.
La Corte Constitucional dio vía libre a la medida, luego de que el Gobierno se comprometiera a destinar esos dineros para el gasto de salud en la pandemia.