Ciudadanos venezolanos abarrotaron ayer una agencia de BanEcuador, en Guayaquil. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
El proceso de regularización para la obtención de la visa de residencia temporal de excepción por razones humanitarias (Verhu) culminó ayer 13 de agosto del 2020 en Ecuador, sin la posibilidad de prórroga como solicitaron colectivos y migrantes venezolanos residentes en el país.
Esa finalización generó ayer dos escenarios: el primero se vivió en las agencias de BanEcuador, con los extranjeros que buscaban pagar los USD 50 que demandaba el formulario para solicitar la visa y así no quedar fuera del proceso, pues previamente ya habían sido calificados para alcanzar el documento.
El segundo, en las dependencias de Migración de todo el país. Ahí llegaron los últimos foráneos con la esperanza de presentar sus documentos y ser calificados para obtener el visado humanitario, incluso después del cierre del proceso. Esta etapa generó preocupación ante la posibilidad de no alcanzar la regularización.
En la agencia de BanEcuador en la Atarazana, en el norte del Puerto Principal, se formó una larga fila desde las 20:00 del miércoles. La mayoría de quienes pernoctaron ahí ya había intentado días atrás pagar sin éxito la tasa, por la gran afluencia de personas.
Los primeros llaneros en ingresar ayer a esas dependencias fueron diez. A la cabeza estuvieron Karelis Ruiz y Douglas Casas, quienes pasaron la noche haciendo fila.
Casas contó que permaneció 13 horas para estar entre los primeros en ser atendidos, pues sin el pago del valor no podía seguir el siguiente paso: subir a una plataforma digital varios documentos solicitados, entre ellos, el certificado de antecedentes penales apostillado de Venezuela.
También Ruiz, de Zulia, logró pagar el monto para ella y su hijo. La mujer afirmó que conseguir USD 100 fue una “tarea titánica”, pues los dos quedaron sin empleo en el contexto de la emergencia sanitaria.
Mientras tanto, en Migración era reiterativo el pedido de una prórroga, pues varios de quienes acudieron tras haber cumplido con un censo previo, no calificaron para obtener el visado al no cumplir con alguno de los requisitos establecidos en el Decreto 826.
Esto es haber ingresado por los puntos de control migratorio hasta el 26 de julio del 2019 y no haber violado las leyes ecuatorianas durante su estadía en territorio nacional. También, disponer de un pasaporte original, incluso si el
documento está caducado hasta por cinco años.
Justamente Dennys Rangel, de Miranda, no pudo pasar a la fase del pago de la tasa porque ni ella ni sus dos hijos tenían pasaporte e ingresaron a Ecuador con una carta andina. Algo similar le ocurrió a Miguel Espinoza, de Aragua.
Varios colectivos han solicitado una prórroga. Dámarys Rangel, directora de la ONG Derechos Humanos, afirmó que la pandemia alteró los planes de sus compatriotas, por lo que pide una extensión para dar cumplimiento a los trámites y pagos necesarios.
A otros colectivos les preocupa que de 400 000 venezolanos que estiman residen en el país, menos de la mitad se habría acogido al proceso. Según el Ministerio del Interior, hasta el 11 de agosto apenas 164 432 venezolanos cumplieron con su registro biométrico.
Pero ayer la ministra de Gobierno, María Paula Romo, descartó una prórroga: “El proceso de regularización culmina hoy y así se termina ya, la prórroga ya se dio, la prórroga se ha cumplido”. Y explicó que se analiza abrir una segunda fase, aunque no dio detalles sobre su contenido.
Por su parte, el viceministro de Movilidad Humana Carlos Velasteguí dijo: “quienes hayan aplicado para solicitar una visa hasta la medianoche de ayer, el Estado va a cumplir con su trámite”.