El movimiento comercial en la zona de La Bahía (Guayaquil) se incrementó nuevamente en este mes. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.
Guayaquil reportó 600 muertos diarios en abril. Las imágenes de cadáveres en la calle dieron la vuelta al mundo. Los muertos caían en aceras o eran embalados en casas, donde esperaban por días su retiro por el colapso del sistema sanitario y funerario.
Al comparar las defunciones registradas entre marzo y agosto del 2019, e iguales meses del 2020, se ve que hay 13 074 muertes inusuales. Fue la cifra más alta a escala cantonal.
La mortalidad empezó a bajar desde junio y hasta el 26 de agosto hay un exceso de 138 fallecidos, según los informes diarios del Registro Civil.
En los meses iniciales, el contagio fue explosivo, por lo que la curva epidemiológica rápidamente subió. Hoy, la transmisión es sostenida con un acumulado de 12 724 casos hasta el 29 de agosto. Hay mayor posibilidad de contención, dijo Washington Alemán, director de la Mesa Técnica de Salud del COE cantonal.
La aplicación de test rápidos y PCR, por parte de brigadas municipales, revela una tendencia a la baja en la transmisión del virus. En la semana del 17 al 23 de agosto se reportaron 78 pruebas positivas de 990.
Junto con el descenso de casos, también se han descongestionado las áreas de hospitalización y Cuidados Intensivos (UCI). El 60% de pacientes críticos actuales es de otras provincias. Pero el colapso del sistema sanitario dejó consecuencias: al menos 70 familias siguen buscando los cuerpos de allegados.
La actividad económica mostró un rostro distinto. Las exportaciones, que están encadenadas al movimiento en puertos, logística, transporte y servicios, nunca pararon.
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“Por Guayaquil se mueve casi el 90% de la carga portuaria, lo que significa que es una ciudad que no puede parar y necesita solo reinventarse para seguir operativa”, consideró Sergio Murillo, de la Asociación de Terminales Portuarios Privados del Ecuador (Asotep).
Guayaquil también estuvo entre las primeras ciudades que pasó a semáforo amarillo. Lo hizo el 20 de mayo. El ajetreo comercial volvió a zonas características, como la avenida 9 de Octubre y la Bahía. En ese sector los restaurantes casi no dejaron de atender.
La reapertura parcial permitió que se generen nuevos contratos, sobre todo, en los cargos de ventas. El comercio es la principal actividad de la ciudad, que es gran generadora de mano de obra. Ese fue un factor que marcó la diferencia con otras ciudades, permitiendo que la reactivación se acelere, señaló Pablo Arosemena, presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil.
Si bien las ventas totales cayeron en un 26% entre enero y junio del 2020, ese porcentaje es menor comparado con ciudades como Quito o Cuenca.
El sector empresarial se activó en comités para enfrentar la crisis en los dos primeros meses de la pandemia.
Eso ayudó, según Caterina Costa, presidenta de la Cámara de Industrias de Guayaquil, a definir de forma rápida los protocolos para llevar a cabo las operaciones con la menor exposición al covid-19.
El sector empresarial participó en las reuniones del COE cantonal, donde contribuyó con propuestas para el gradual retorno a las operaciones.
Una de ellas, que se cristalizó estos días, fue la exoneración de la tasa de habilitación a los negocios y rebaja el 50% de todo impuesto municipal a las nuevas inversiones.
Polémica por cierre de pista
Camionetas del Municipio bloquearon la pista del aeropuerto José Joaquín de Olmedo el 18 de marzo, para impedir el arribo de un avión de Europa. La Fiscalía abrió un proceso por el presunto delito de obstaculización de tareas sanitarias y humanitarias, que sigue en indagación previa.
Corrupción en hospitales
Un sobreprecio de 1 300% en la adquisición de bolsas para cadáveres encendió las alertas en mayo, en los hospitales Los Ceibos del IESS y Guasmo Sur del MSP. La Fiscalía luego detectó otros 13 casos de presunta corrupción en la compra de insumos médicos y kits de alimentos en el país.
Recursos del Bicentenario
En octubre, Guayaquil cumple 200 años de independencia pero la fiesta tiene cambios. El Cabildo redireccionó USD 35 millones para salud y alimentos, que estaban destinados a obras y esos festejos. En abril habilitó el Hospital Bicentenario y llegó con brigadas a 1,4 millones de personas.
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