15 % más diagnósticos de VIH/sida, el año pasado, en relación con el 2017

Sandra Puglla, enfermera de consulta externa de Infectología del Andrade Marín, con un paciente con VIH. Foto: Roberto Peñafiel/ EL COMERCIO

Sandra Puglla, enfermera de consulta externa de Infectología del Andrade Marín, con un paciente con VIH. Foto: Roberto Peñafiel/ EL COMERCIO

Sandra Puglla, enfermera de consulta externa de Infectología del Andrade Marín, con un paciente con VIH. Foto: Roberto Peñafiel/ EL COMERCIO

Los casos de VIH/sida aumentaron un 15%, en entre el 2017 y el 2018. La mayoría de diagnósticos se concentra en Guayas y Pichincha, según información del Ministerio de Salud, entidad encargada del tratamiento y prevención.

Así, en el 2017 se reportaron 3 533 diagnósticos; mientras que en el 2018 hubo 4 071. La infección por VIH es considerada una enfermedad crónica. No tiene cura, pero se puede controlar a través de la ingesta de antirretrovirales, que detienen el crecimiento y reproducción del virus.

La Cartera de Salud destinó el año anterior USD 10,1 millones para la adquisición de estos medicamentos. Es decir, fueron al menos USD 3,7 millones más de lo presupuestado en el 2017, cuando se usó USD 6,4 millones.

¿Todos los pacientes reciben la medicina? De acuerdo con el último monitoreo global de VIH, en Ecuador, el 84% de personas que conocen su condición recibe el tratamiento de forma continua.

Mario, nombre ficticio, tiene VIH/sida y es uno de los pacientes que sí acceden a los fármacos. El hombre de más de 45 años vive con la enfermedad desde hace 10. Está controlada -dice- porque a diario toma el antirretroviral.

La medicina es efectiva pero aún hay prejuicios, asegura. Durante años, ha sentido discriminación en su círculo cercano y en el laboral. Hace una semana dejó su trabajo porque “descubrieron que tenía VIH”. “Simplemente no me dejaron entrar a la empresa nunca más”.

Una situación similar vivió con su familia. “Todo -recuerda- ha sido muy duro”. Hoy se siente mejor y con las fuerzas necesarias para batallar contra esta enfermedad.

Si el tratamiento es adecuado, una persona puede mantenerse con el virus, sin ninguna afectación como ocurrió con Mario; lo que implica llevar una vida muy normal.

Lo que no puede olvidar -anota- es acudir periódicamente a un chequeo médico. Él, por ejemplo, se trata en el Hospital Carlos Andrade Marín, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

En el país hay 51 unidades médicas que atienden a los pacientes con VIH; de ellas 43 están a cargo del Ministerio, tres del IESS, dos de las Fuerzas Armadas y otros. En estos espacios hay servicios de enfermería, laboratorio, psicología, trabajo social, ginecología, obstetricia y pediatría.

Estos últimos se habilitaron para tratar a mujeres portadoras del virus. En el 2017 se detectaron 433 de estos casos. La cifra es inferior a la del 2018, en donde hubo 441.

Si la madre conoce su condición, los médicos pueden dar el tratamiento necesario para evitar una infección en el bebé. La Cartera reconoce que hay un incremento de mujeres gestantes con VIH, pero sostienen que se debe a una mejor captación de casos. La idea es evitar el traspaso del virus madre-hijo. El año anterior solo hubo 10 infantes con el mal.

Con estos antecedentes, el Ministerio de Salud dispuso en el 2017 que el diagnóstico se debe realizar desde el primer nivel de atención o centros de salud. ¿Cómo se realiza? Se utilizan pruebas rápidas que ayudan a una detección inmediata de los anticuerpos. El tiempo de espera para una respuesta es de 30 minutos. Antes era de dos días.

El año anterior se desarrollaron 1,2 millones de pruebas. Eso representa un 34% más en comparación con las que se practicaron en el 2017, cuando hubo 965 735. Incluso, 600 349 mujeres embarazadas se practicaron el examen para prevenir un contagio al bebé.

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