Cuba adelanta los relojes al horario de verano para ahorrar energía

El Gobierno de Cuba aplica medidas para enfrentar la crisis energética y de alimentos que se ha agravado en la isla por la pandemia y el embargo de EE.UU. Foto: EFE

El Gobierno de Cuba aplica medidas para enfrentar la crisis energética y de alimentos que se ha agravado en la isla por la pandemia y el embargo de EE.UU. Foto: EFE

El Gobierno de Cuba aplica medidas para enfrentar la crisis energética y de alimentos que se ha agravado en la isla por la pandemia y el embargo de EE.UU. Foto: EFE

Cuba adelantó una hora sus relojes desde la pasada medianoche y desde el domingo 14 de marzo del 2021 se rige por el horario de verano con el objetivo de aprovechar más la luz solar y ahorrar energía.

De esta forma, la isla mantendrá una diferencia de cuatro horas con el horario internacional (GMT -4), en lugar de las cinco horas impuestas durante el llamado "horario normal" o de invierno que estuvo vigente desde el pasado 1 de noviembre del 2020.

Un comunicado de la Oficina Nacional para el Control del Uso Racional de la Energía indicó que al aplicar esta decisión de "alta incidencia" en el ahorro energético, se obtendrá una disminución del consumo de electricidad.

Además señaló que también permitirá una reducción significativa de la máxima demanda de la "hora pico" o de máximo consumo de electricidad, al no coincidir en gran medida la cocción de alimentos con la iluminación.

Cuba adoptó por primera vez el horario de verano el 10 de junio de 1928, pero la práctica no tuvo mucha aceptación entonces, por lo que al año siguiente fue desechado el decreto que lo establecía y solo se implementó de manera sistemática en las últimas cinco décadas.

El mayor beneficio de esta medida para el sistema nacional de energía se produce durante el "horario pico de consumo eléctrico" - de las 17:00 a las 21:00 hora local- cuando usualmente se incrementa la demanda en los hogares cubanos.

En este momento su puesta en vigor se relaciona con la necesidad de ahorrar combustibles y la reducción del gasto de divisas para su importación, una buena cantidad destinado a generar electricidad, pues la isla solo produce el 40% del petróleo que consume.

Esta medida llega en medio de la profunda crisis económica que atraviesa el país caribeño, traducida en una fuerte escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos.

La economía cubana, que ya arrastraba problemas en los últimos años, se desplomó en 2020 un 11%, según cifras oficiales, afectada por la pandemia del coronavirus y el endurecimiento de las sanciones de Estados Unidos.

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