Red de abogados que auxiliaba a la mayor banda criminal de Brasil fue desarticulada

Imagen referencial. El caso de La Manada originó polémica y protestas multitudinarias en España porque sus cinco miembros fueron condenados inicialmente a nueve años de prisión por abuso sexual, no agresión sexual (violación), pues los magistrados no apre

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Imagen referencial. Según la investigación, el PCC contrató una serie de abogados para sortear los controles penitenciarios. Foto: pixabay

Las autoridades brasileñas desarticularon este miércoles 18 de noviembre del 2020 una red de abogados que ayudaba a los líderes del Primer Comando de la Capital (PCC), la mayor facción criminal del país, intermediaba en el pago de sobornos y actuaba como mensajeros de la banda, entre otras funciones.

La Policía y la Fiscalía de Sao Paulo cumplieron 13 órdenes de prisión y 23 allanamientos contra la "célula jurídica" del PCC, la poderosa organización surgida en la década de los 90 en las cárceles paulistas y dedicada principalmente al narcotráfico.

Según la investigación, el PCC contrató una serie de abogados para sortear los controles penitenciarios, pues algunos de sus cabecillas están en prisión, y poder comunicarse con el resto de miembros de la banda en libertad a fin de seguir desarrollando sus actividades ilícitas.

Empezaron a utilizar ese método después de que el 13 de febrero de 2019 varios capos de la banda fueron transferidos a prisiones federales de máxima seguridad en Porto Velho, Mossoró y Brasilia.

"La transferencia tenía como objetivo central impedir que los jefes de la facción continuasen transmitiendo órdenes desde dentro de los presidios", dijo el Ministerio Público en un comunicado.

Al menos uno de los miembros del alto escalón, apodado "Armani", contrató abogados de diversas regiones del territorio brasileño "con la finalidad principal de permitir que los jefes del PCC presos continuasen comunicándose con integrantes de la facción en libertad", según la Fiscalía.

"Por medio de citas presenciales, los abogados contratados llevaban las informaciones a los líderes y recibían órdenes que debían ser transmitidas a otros criminales", completó.

Los abogados también intermediaban en el pago de sobornos a policías, exigían el pago de deudas y hasta transmitían "amenazas de muerte" de parte de los comandos de la organización.

La implicación de los defensores llegaban a tal extremo que a veces "se envolvían en disputas que eran solucionadas por el sistema de disciplina de la facción".

El PCC es considerado como la facción criminal más poderosa de Brasil y en los últimos años ha extendido sus redes de narcotráfico por todo el país, así como en el extranjero.

El grupo está supuestamente comandado desde prisión por Marcos Willians Herbas Camacho, alias 'Marcola', recluido en una cárcel de máxima seguridad de Brasil.

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