Imagen del 27 de septiembre del 2020. Las emisiones del volcán Sangay hicieron que la ceniza cayera sobre distintas localidades del país. Foto: Twitter ECU 911
El volcán Sangay -ubicado en la provincia de Morona Santiago- registró emisiones de vapor y ceniza que se dirigían hacia el oeste y suroeste del Ecuador, este jueves 1 de octubre del 2020.
Según el informe Instituto Nacional de Hidrología y Meteorología (Inamhi) por la trayectoria del viento, el polvo volcánico pasaría por las provincias de Chimborazo, Bolívar, Guayas, Santa Elena, Azuay y Cañar, para terminar en el Océano Pacífico.
No obstante, hasta la tarde de este 1 de octubre el Servicio de Gestión de Riesgos y Emergencia (Sngre) reportó una leve caída de ceniza solo en el cantón Alausí, Chimborazo. Según Edgar Vaca, técnico del Inhami, la caída de ceniza a las superficies depende de la altura, el tipo de material y la velocidad del viento.
A menor altura y velocidad, el riesgo de caída de ceniza es más alto, y el material más pesado. El reporte del Inamhi señala que desde la zona volcánica del Sangay, la emisión de ceniza estuvo en cuatro niveles, entre los 3 000 y 11 700 metros sobre el nivel del mar, y la corriente entre 17 y 50 kilómetros por hora.
En el nivel más bajo estuvo previsto que cayera el polvo volcánico sobre Chimborazo, Bolívar, Guayas y Santa Elena. No obstante, explica Vaca, que el volcán al estar ubicado en la Cordillera Real -en su trayectoria- puede variar la velocidad de viento y cambiar el curso de la ceniza.
Asimismo, por el peso, la gravedad y los componentes, la ceniza puede tener un descenso con relación a la hoya, y retenerse en las cadenas montañosas. El tipo de ceniza que se registra tiene componentes de anhídrido sulfuroso, dióxido de azufre, entre otros elementos químicos.
Esta tarde, en Morona el cielo estuvo nublado y el coloso, ubicado a 30 kilómetros de la ciudad de Macas, permaneció escondido entre las nubes. También se registró la presencia de una leve llovizna en la zona.
Según el reporte el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPE), la estación sísmica SAGA, ubicada cerca del volcán, registró una señal asociada con un lahar secundario.