El color celeste del cielo se debe a la fusión de colores entre la luminosidad del sol y la atmósfera y es uno de los motivos por los que no podemos ver las estrellas en el día. Foto: Pixabay.com
Seguramente al leer el titular de esta nota se te vino a la mente esa canción infantil que dice “Estrellita, ¿dónde estás? en el cielo o en el mar…” No, no estamos aquí para que recuerdes tu infancia por ahora pero sí para responder una pregunta que, quizás, te hayas hecho alguna vez ¿por qué no podemos ver las estrellas en el día?
María del Carmen Cazorla, profesora de astronomía de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) dice que no es del todo cierto que no podemos ver la luz de las estrellas en el día. “Vemos la luz de nuestro Sol”, indica. Antes de que te decepciones, te explicamos otras razones por las cuales las estrellas ‘desaparecen’ cuando amanece.
Quizás una de las ideas más románticas es estar junto a tu pareja (o solo) viendo las estrellas. En el día todos esos momentos se los lleva el Sol, porque su brillo es más fuerte que el de las otras estrellas así que las opaca. Es decir, no es que las estrellas desaparecen cuando amanece.
El Sol es la estrella más grande, sin embargo, su intensidad hace que el brillo de los otros astros se opaque. Por lo tanto, nuestros ojos captan mayor cantidad de luz del Sol que de las otras estrellas.
La atmósfera es otro de los factores por los cuales, la luz de las estrellas no se aprecia en el día. Este elemento permite que la luz se disperse y es de color azul por la luminosidad del Sol. Esto sucede porque la luminosidad del astro se fusiona con la atmósfera dando así el color celeste que vemos todos los días.. En la madrugada, las estrellas se perciben de manera más tenue y eso se debe a que la intensidad del Sol aún no es lo suficientemente fuerte.
Hablando científicamente, las estrellas generan una ‘magnitud aparente’ es decir, mientras más negativo sea el valor de la luz, más brillante será la estrella. El valor del Sol es de -27, el de la Luna -12 y el de las estrellas puede variar hasta llegar a números positivos.
Además, ¿sabías que el proceso de ‘muerte’ de una estrella puede durar miles de años? Cuando están en la última etapa de su ‘vida’ ya no combustionan hidrógeno, comienzan a quemar elementos más pesados, por lo tanto, empiezan a perder cubiertas externas. “Las capas que se pierden pueden formar unas nebulosas planetarias, eventos que son como explosiones”, agrega Mario Llerena, asistente de astronomía del Observatorio Astronómico de Quito.
Las nebulosas se atribuyen a la combustión de gases. La explosión genera el brillo más alto. Dependiendo de la masa de la estrella, estas explosiones pueden tener diferentes escenarios.
Cantemos otra vez: “Me pregunto ¿qué serás?” Aquí tenemos la respuesta, una enana blanca es una estrella que ha perdido todas las capas. Una estrella de neutrones es una que en su mayoría, como su nombre lo indica, está compuesta por neutrones o en otro caso, la estrella puede convertirse en un agujero negro.
En el caso de los agujeros negros, estos se caracterizan por tener mucha ‘sustancia aplastada’ en una región más pequeña. “La materia comprimida en un espacio tan pequeño, hace que el campo gravitatorio sea un espacio demasiado grande.”, indica Llerena.
Aquí un dato curioso:
Para orbitar un agujero negro se necesita de la velocidad de la luz y por esa razón es que la luz dentro del agujero negro tampoco puede salir.
¿Y la luna?
Hablando un poco de nuestra fiel acompañante, la Luna, ¿sabías que la vemos en el día por un reflejo del Sol? “La luna no genera su propia luz, si no que refleja la luz del Sol”, explica Llerena.
¿Alguna vez lograste ver una lluvia de estrellas o un cometa? Bueno, hay que comenzar diciendo que estos fenómenos solo se pueden ver en la noche por su nivel bajo de brillo. La ‘lluvia de estrellas’ en realidad, es una lluvia de meteoros y se produce por ‘basura cometaria’. Sí, basura, son los “fragmentos que van dejando los cometas o asteroides en su trayectoria”, argumenta Mario Llerena.
En conclusión, no podemos ver a las estrellas más pequeñas porque “el Sol está tan cerca de la Tierra ( a 149 600 millones de kilómetros) y su luz es tan intensa que en el día no vemos nada más que esta inmensa fuente de luz que nos ilumina”, dice Cazorla.