En Twitter, decenas de médicos han compartido imágenes que los muestran cubiertos de sangre para pedir un mayor control de armas en Estados Unidos. Foto: Twitter/@IndElPaso.
Más de 22 000 mensajes con imágenes que muestran a doctores o los espacios en los que trabajan totalmente cubiertos de sangre se han difundido en Twitter. La campaña, denominada #ThisIsOurLane ha llevado a los médicos a contar sus peores casos relacionados con la violencia por el uso de armas. Esto, luego de un polémico comentario de la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Los médicos iniciaron las etiquetas #ThisIsMyLane y #ThisIsOurLane luego de que la NRA por sus siglas en inglés criticara al Colegio Estadounidense de Medicina que pidió al gobierno estadounidense establecer leyes más estrictas para el control de armas. Los doctores de EE.UU. recomendaron que se prohíban los fusiles de asalto, los cartuchos de gran capacidad y las armas impresas en 3D.
En respuesta a los pedidos de los doctores la NRA difundió un mensaje en su cuenta de Twitter: “Alguien debería decirles a los engreídos doctores en contra de las armas que se limiten a lo suyo. La mitad de los artículos en Annals of Internal Medicine piden un control de armas. Lo más perturbador, sin embargo, es que la comunidad médica parece no haber consultado con nadie, sino con ellos mismos”.
El debate tuvo un nuevo giro este 20 de noviembre del 2018, luego de que un hombre asesinó a tres personas en un hospital de Chicago y luego murió. Una de las víctimas fue la doctora Tamara O’Neal de 38 años. La residente Dayna Less de 25 años, el oficial Samuel Jiménez y el atacante Juan López también murieron en el incidente.
Tras el tiroteo en el hospital de Chicago se colocaron cruces y peluches en honor a las víctimas. Foto: AFP.
Tras el tiroteo, según reporta el medio El Nuevo Herald, el doctor Joseph Sakram, cirujano del hospital John Hopkins de Baltimore dijo que lo sucedido en las afueras del hospital de Chicago “no solo demuestra que esto nos concierne, sino que también nos pasa a nosotros.
Sus declaraciones son una clara respuesta a la crítica que la NRA hizo a los médicos, pero Sakram no dejó el asunto en palabras. creó en Twitter la cuenta @ThisIsOurLane que hasta este 22 de noviembre del 2018 tiene más de 17 000 seguidores.
Pero desde antes de la creación de la cuenta, los médicos de EE.UU. ya habían difundido, con las etiquetas #ThisIsOurLane y #ThisIsMyLane, las imágenes de sus encuentros con la violencia causada por las armas en el país.
Uno de los médicos que compartió su experiencia en Twitter fue Brent McCaleb. El pasado 12 de noviembre del 2018 difundió una imagen en la que se puede ver su uniforme de trabajo con manchas de sangre.
En el texto con el que acompañó la fotografía, McCaleb contó que este fue su primer paciente en su primer día de residencia. El hombre había recibido un disparo en su cabeza. “Traté de salvarlo mientras su madre lloraba en mi hombro rogándonos que lo salvemos. Él no lo logró. Tampoco fue el último”, dice su mensaje que suma más de 11 000 retuits hasta este 22 de noviembre.
Mahua Dey, una neurocirujana de Indianápolis, compartió la imagen de la bala que sacó del cerebro de un bebé de seis meses. Contó que el infante no sobrevivió, pues el proyectil destrozó el cráneo del menor de edad. “Tuve que operarlo para que el bebé se vea reconocible para que los padres puedan despedirse”.
Bellal Joseph, cirujano de trauma compartió difundió una imagen de su mano manchada de sangre y pidió a la NRA que ayude a los médicos a encontrar “una solución, porque tengo suficiente sangre en mis manos y esta sangre es más suya que mía”.
Contó que el paciente que atendió antes de tomar la fotografía de su mano no sobrevivió y añadió que la pasión de los médicos está impulsada “por un deseo de salvar vidas”.
Otros médicos no compartieron imágenes, pero sí contaron historias de casos relacionados con violencia de armas que tuvieron que tratar. Una de ellos fue Casey Farin quien contó que durante su residencia en neurología cuidó a un niño de tres años “paralizado desde el cuello porque una bala entró en su columna. Su hermana de 12 años no sobrevivió”.
Jill Streams, cirujana de trauma y madre de dos hijos, contó que atendió a un niño de 15 años que recibió un disparo en la pelvis por una bala perdida. “No pudimos salvarlo. Su pobre madre se retorció y gritó cuando le dije que había muerto. Sus gritos aún me persiguen”.
A nivel mundial, solo en el año 2016, se registraron 251 000 muertes causadas por armas de fuego, según un estudio difundido en agosto del 2018 por la revista JAMA. El 50% de estas muertes tuvo lugar en seis países: Brasil, Estados Unidos, México, Colombia, Venezuela y Guatemala. Estos seis países representan la mitad de muertes por armas de fuego del mundo.
Estados Unidos es la nación desarrollada con más muertes causadas por armas de fuego del mundo. En el país funciona desde el 2013 el Gun Violence Archive, un espacio que, según se explica en su sitio web, busca dar acceso de forma gratuita a “información acertada sobre la violencia relacionada a las armas en Estados Unidos”.
El mapa creado por Gun Violence Archive muestra el número de muertes causadas por violencia de armas entre el 1 de enero y el 22 de noviembre del 2018. Foto: captura.
El portal de esta organización revela, en sus datos hasta este 22 de noviembre del 2018, que en lo que va del año se han registrado 50 839 incidentes relacionados con armas que han dejado 13 042 personas fallecidas y 25 160 heridos.
596 niños, de edades entre 0 y 11 años, han resultado heridos o perdieron la vida en los incidentes mientras que el número de adolescentes (edades entre 12 y 17 años) asciende a 2 528.