Por detrás parece una playera promedio, pero si la observamos de frente y de lado podemos ver que de esta cuelga una camisa a cuadros y de manga larga.

Por detrás parece una playera promedio, pero si la observamos de frente y de lado podemos ver que de esta cuelga una camisa a cuadros y de manga larga.

No sabemos qué es más absurdo: esta camiseta-camisa o su exorbitante precio

Por detrás parece una playera promedio, pero si la observamos de frente y de lado podemos ver que de esta cuelga una camisa a cuadros y de manga larga. Foto: https://www.balenciaga.com/

El estilo Ace Ventura, con una camiseta informal debajo de una camisa con cuello para dar un toque más casual al atuendo, al parecer está pasado de moda. Ahora la tendencia es (o al menos según la marca Balenciaga) pegar una camisa formal en la parte frontal de una camiseta común y corriente.

Por detrás parece una playera promedio, pero si la observamos de frente y de lado podemos ver que de esta cuelga una camisa a cuadros y de manga larga. La prestigiosa marca de moda española ha colocado este ítem en su página web y los usuarios de redes sociales no se lo pueden creer.

Camisas de mangas cortas y largas con dos opciones para ser usadas”, reza el texto descriptivo en la página web de la marca. El modelo es fabricado en Italia y viene en varias tallas. Según los detalles del producto, se puede lavar a mano o a máquina. El producto saldrá a la venta en julio de 2018.

Sin embargo, lo que más sorprende a los usuarios no es la prenda en sí, sino su precio. Ordenar una de estas camisetas-camisas cuesta USD 1 290. Sí, leyó bien: eso equivale más o menos al salario mínimo mensual en Canadá.

“Acabo de fabricar mi propia camiseta doble y no costó miles de dólares”, bromeó un usuario identificado como Mike en Twitter, adjuntando una fotografía de la prenda hecha por él mismo. Otra internauta cuyo nombre de usuario es @electrawaves subió una foto en la que se ve otra prenda de este estilo hecha por ella, pero que incluye una mochila.

Un artículo publicado por The Guardian asegura que no es primera vez que la marca lanza este tipo de polémicas prendas y recuerda el bolso de plástico con la etiqueta de IKEA que costaba USD 2 150 o unos crocs con plataforma que valían USD 850.

“Desde que el director creativo Demna Gvasalia tomó la posta de la marca, parece que nos han estado troleando sin piedad con modas diseñadas para volverse virales”, apuntó el diario británico en la nota.