Los años bisiestos son necesarios para mantener las estaciones y las fechas de festividades. Foto: Pixabay
El movimiento de la Tierra alrededor del Sol es el culpable de la existencia de los años bisiestos. Esos que tienen un día ‘adicional’ que se añade en febrero. Es decir, cada cuatro años este mes tiene 29 días.
¿Y para qué son importantes los años bisiestos? Bueno pues te contamos que cumplen con el rol de compensar el tiempo extra que nos dejan las 365 24219 veces que nuestro planeta gira alrededor del Sol. Eso se traduce en 365 días, 5 horas, 48 minutos y 56 segundos.
El calendario gregoriano, que es el que se usa actualmente, es más corto que el calendario solar que se define por la rotación de la Tierra alrededor del Sol. Es por ello que las horas adicionales que se tarda el planeta en girar en torno al astro mayor deben ser compensadas, según el portal EarthSky.
El problema es que si los años bisiestos no existieran las estaciones o ciertas festividades religiosas terminarían desfasadas y de esta manera en algunos años en el hemisferio norte del planeta celebrarían Navidad en medio del verano.
Fue en el año 44 antes de Cristo que se tomó la decisión de recuperar las horas extras del calendario solar. Y en principio en el calendario juliano, en honor al emperador Julio César, fue que los 365 días del año fueron divididos en 12 meses con 30 o 31 días para cada mes, exceptuando el mes de febrero.
Sin embargo, el calendario juliano fue cambiado por el gregoriano, llamado así por el Papa Gregorio XIII en 1582, que es el utilizado hasta la actualidad menciona el periódico El País de España. En este último están fijadas las fechas de festividades e incorporados los años bisiestos.
Otro dato a tomar en cuenta es que los años bisiestos deben ser múltiplos de 100 o divisibles para 400. Por eso los años 1800 ni el 1900 fueron bisiestos, pero el año 2000 sí lo fue.