Se dice que eliminar la grasa del cuerpo es bastante difícil. No temas, sólo debes aprender a hacer ejercicio. Foto: Pixabay
¡Qué molestos son los rollitos de grasa! Están en las piernas, en los brazos, en el estómago, en la espalda, en el cuello. Un buen día decides que se acabó ‘no más rollitos’ y decides hacer ejercicio para acabar con ellos de una vez por todas, pero te has preguntado ¿a dónde va la grasa acumulada cuando bajas de peso?
El organismo es un motor de combustión interna y su forma de funcionar es muy similar a la de un automóvil. Para producir energía se necesita combustible, en el caso del motor hablamos de gasolina y en las personas de alimentos.
¿De qué depende que el organismo utilice las proteínas, los hidratos de carbono o las grasas para producir energía? Pues de la capacidad de oxigenación que tenga cada persona. Si alguien es de esos que entrena todos los días su capacidad de oxigenación es mayor, pero quienes están por introducirte en este mundo de vida sana, la oxigenación será menor hasta que el cuerpo se acostumbre.
José Emilio Reinhart, deportólogo y asesor nutricional de Herbalife Ecuador explica que “la dependencia de qué tipo de combustible usará el cuerpo dependerá de la capacidad física. Si esta es buena consumiré grasa, pero si no, consumiré carbohidratos”.
Es importante para quemar grasas que las personas realicen ejercicios de baja intensidad para la capacidad que tiene su cuerpo. Para lograr determinar esto con la mayor precisión posible se debe acudir donde un especialista, solo de esa manera se podrá optimizar el ejercicio. De acuerdo a Reinhart, “el conocer ese nivel es importante al querer utilizar la actividad física para perder peso”.
Así que si alguna vez has escuchado que la grasa se elimina por medio de la respiración por más extraño que parezca es cierto. Sucede que cuando haces actividad física de baja intensidad el oxígeno se une a las grasas y así se comienza a producir energía. Este proceso deja en libertad CO2 y agua que se eliminan por la respiración y el sudor.
Esto lo confirma un estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur publicado en diciembre de 2014 en la revista British Medical Journal. El documento ejemplifica el proceso de eliminación de grasa del cuerpo y hace ver lo complejo que puede llegar a ser. Para “quemar 10 kilogramos de grasa se requiere inhalar 29 kilogramos de oxígeno. Este proceso metabólico produce 28 kilogramos de dióxido de carbono y 11 kilogramos de agua”.
Sabemos lo que estás pensando y la respuesta es no, respirar con mayor continuidad hasta llegar a hiperventilar no va a hacer que pierdas peso, lo que sí va a pasar es que te vas a sentir mareado, sentir palpitaciones y podrías incluso perder la conciencia.
Obviamente si la grasa sale por el sudor y la respiración desaparece de los lugares en los que estaba acumulada. Pero eso no quiere decir que correr va a hacer que se vaya la grasa de la espalda o del abdomen. Reinhart explica que “los músculos de mis piernas- que son los que están utilizando el combustible para correr- son los que están eliminando la grasa, pero solo de las piernas”.
Entonces, según el especialista, si se quiere quemar grasa de la espalda, el abdomen o los brazos se debe “sumar a la actividad aeróbica de correr otros ejercicios específicos de resistencia muscular o fuerza con baja intensidad”.
Es necesario saber qué ejercicios hacer antes. Por ejemplo querer bajar la grasa del abdomen haciendo abdominales acostado no un buen ejercicio, asegura Reinhart “eso me va a aumentar la masa muscular, pero no va a quemar grasa”. Por lo tanto ese ejercicio se debe hacer sentado en una silla pues ahí los abdominales se realizarán con entre el 40 y el 50% del peso total y metabólicamente la grasa ‘desaparecerá’.