La ilustración del barrio Marruecos es la favorita de Lizeth León, mejor conocida como Cucharita de Palo. Imagen: Cortesía de Lizeth León
Lizeth León no es artista, ni ilustradora, mucho menos diseñadora o arquitecta. Es filósofa y periodista (un par de ocupaciones raras a su parecer)…y también la acreedora de un talento innato. Sin conocimientos previos, se embarcó en un original proyecto: armar un diario de dibujo con 120 fachadas de casas y edificios de todos los rincones de Bogotá.
Sus coloridos bocetos se dieron a conocer a través de redes sociales. Empezó primero por compartir, sin ninguna pretención, unos cuantos en su cuenta de Twitter, porque aunque no tiene Facebook siempre ha sido (y lo es todavía) muy activa en la plataforma del pajarito azul. Luego, por la acogida que tuvieron sus trazos iniciales, nació la página de Fachadas bogotanas en Facebook.
Ahora la idea de León- que fue sugerencia de su amigo Fredy Ordóñez– está a punto de convertirse en un libro. La cifra de recaudaciones de la campaña de crowsfunding – lanzada en Indiegogo- para cumplir el fin creció a un ritmo acelerado y mientras se escribían estas líneas alcanzó la meta.
Imagen: Cortesía de Lizeth León
Todo empezó el 26 de enero de este año cuando recorrió las calles de la capital bogotana en busca de una casa que por su arquitectura o historia destaque entre sus vecinas. “El interés fue siempre dibujar fachadas domésticas o emblemáticas” mencionó León en una entrevista con Afull. Y aclaró que en la urbe se tiende a creer que toda la arquitectura simbólica se concentra en el centro. Quería además de dar vida al diario, romper con ese estereotipo.
Bogotá es inmensa, sumamente grande. León la recorrió entera, visitó sus 20 localidades y dos municipios aledaños- Soacha y Chía- para mostrar a todos otras estéticas y las diversidades que conviven en la ciudad. El primer mes fue de pruebas, de encontrar los materiales adecuados y agarrar el compás. Luego ya se impuso un plan de trabajo que finalizó unos días antes de la entrevista con la creadora del proyecto, el 26 de mayo para ser exactos.
Fachada de la localidad de Teusaquillo. Imagen: Cortesía de Lizeth León
León, mejor conocida en el mundo virtual como Cucharita de Palo (solo porque sí, porque le gustan las cucharas) cumplió su meta y a punte disciplina dio una nueva vida a 120 fachadas bogotanas. Aun cuando completó la cuota autoimpuesta sigue dibujando, lo hará hasta que el libro esté publicado.
A Lizeth siempre le ha gustado dibujar– se nota en sus ilustraciones– pero no lo hacía muy enserio, no lo hacía formalmente. Le gustaba retratar elementos arquitectónicos y también hacía caricatura política. Lo abandonó durante mucho tiempo y retomó el hábito hace dos o tres años, en un viaje. En ese tiempo empezó con fachadas, en este caso internacionales, y las capturaba en el papel en vivo y en directo, es decir en el sitio.
Para las fachadas bogotanas, por la inseguridad, no tuvo el lujo de crearlas en vivo. Salía temprano de su casa, recorría la zona en cuestión a pie o en transporte público, si no estaban muy alejadas, y tomaba fotografías. “Básicamente caminaba mucho, recorría mucho”, recuerda. Todo era muy casero, tomaba las fotos con su celular y listo.
Los últimos dibujos fueron muy planeados, por ser de sectores en los alrededores de la urbe, unos que ella no conocía y a los que nunca antes había ido. Coordinó los recorridos con personas que vivían allí y que tenían algo por contar. Después, por la tarde escogía una cafetería cualquiera y manos a la obra.
Sacaba su kit, una libreta pequeña, un bolífrago 0.4, un estuche (con diseños de gatos) repleto de rotuladores acuarelables, y soltaba los primeros trazos. Para no perder ningún detalle usaba como modelo una de las imágenes capturadas en su búsqueda. El dibujar a partir de una fotografía permite tener más elementos y más perspectivas que cuando se lo hace en el lugar, confiesa.
Usar un kit pequeño, manejable y portátil es parte del proceso y tiene que ver con la itinerancia del bogotano. Sin embargo, optar por rotuladores en lugar de las tradicionales acuarelas no fue una decisión premeditada.
Para elegir entre tantas y tantas edificaciones aplicó criterios distintos. “Muchas de las casas que vio fueron hechas por los mismos habitantes de las zonas”. Este tipo de casas que definió como “raras”, por sus colores y formas, eran las que más le llamaban la atención. También elegía casas con historias detrás o que le sugerían visitar por redes sociales.
Su fachada favorita es una ubicada en el barrio Marruecos. Fue el pedido de un usuario de Twitter con el que ha hablado un par de veces pero que no conoce. Él es colombiano pero no reside en Bogotá. Le pidió a Cucharita de Palo que visitará esa zona porque fue en la que más tiempo vivió en su infancia y cuando vio el resultado se emocionó mucho. También fue la favorita de la gente expresa León y fue de la época “cuando apenas estaba arrancando”.
A través de estos particulares dibujos la periodista se ha reencontrado con la historia de su infancia. Está dedicada al 50% a este proyecto que ahora tendrá forma de libro, con el que también nacerá la editorial independiente Milserifas. La campaña de crowsfunding fue éxito. La publicación que se llevarán muchos de los donadores tendrá 47 gráficos y textos con historias pequeñas relacionadas con la fachada en cuestión y que le contaron durante los recorridos.
Video: YouTube, canal: Juan David Ortiz