La cerveza es una de las bebidas más famosas del mundo. Foto: Pixabay
Cada cerveza tiene una historia, un motivo de conversación o una comida para acompañar. Es una de las bebidas más antiguas de la humanidad y su incidencia es tal que cuenta todos los años con un día propio de celebración: el primer viernes de agosto. Esa fecha es la excusa perfecta para homenajear a quienes la elaboran y también a sus consumidores.
Rubia, negra, roja, dulce, amarga, industrial, artesanal, de cebada, de centeno: la cantidad de variedades de cerveza es enorme, y también los países que la producen. Fue uno de los primeros alimentos de la humanidad en ser industrializados, desde fines del siglo XIX, y así como hay miles de “enoturistas”, que recorren el mundo visitando países productores de vinos, también los amantes de la cerveza buscan la mejor, la distinta, esa con un sabor que no se parece al de ninguna otra.
Por su parte, y de acuerdo con datos de la consultora Nielsen, desde el 2015 las latas están creciendo dentro de la categoría de envases para cerveza. Las latas prácticamente duplican su peso en volumen dentro de las cervezas: entre 2015 (4.2%) y abril de 2017 (8.9%). Actualmente este formato se encuentra presente en el 75% de los comercios locales.
En el proceso, que sea industrial o artesanal no encuentra diferencias. Por lo menos entre sus aspectos básicos. La malta, el lúpulo, el agua y la levadura siguen siendo los ingredientes principales. Los que deben estar sí o sí. La gran diferencia está en la variedad de cada uno de los ingredientes básicos y en la filosofía que siguen los productores.