Cada año, el Super Bowl —la final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL, por sus siglas en inglés)— tiene un show de medio tiempo. Este espectáculo ha sido protagonizado por los cantantes más importantes del mundo. Michael Jackson, Madonna, Lady Gaga, Bruno Mars, Beyoncé, Katy Perry, Coldplay, Maroon 5, The Weeknd y la colombiana Shakira con JLo forman parte de la lista.
Este año, Dr. Dre, Snoop Dogg, Eminem, 50 Cent, Mary J. Blige y Kendrick Lamar cantaron en medio del partido entre Cincinnati Bengals y Los Angeles Rams. Un homenaje al hip hop, a su historia y a su cultura en ese país, fue el eje de la presentación que estuvo cargada de símbolos.
Algo que no pasó desapercibido fue el momento en que Eminem se arrodilló justo cuando terminó de cantar su éxito ‘Lose Yourself’. En ese instante Dr. Dre, quien estaba en una especie de consola gigante, cambió de lugar y se dirigió a tocar el piano. Mientras eso ocurría, el rapero de St. Joseph (Misuri, EE. UU.) puso su rodilla izquierda en el suelo, agachó la cabeza y se la tocó con la mano derecha.
En redes sociales, usuarios comentaron el hecho y lo catalogaron como un acto político. ¿La razón? Se trataría de un desafío a una advertencia que le hizo los organizadores del Super Bowl. Medios estadounidenses reportaron que la NFL estaba al tanto del acto porque lo habían visto en un ensayo previo. Algunos portales señalan que la organización le había prohibido al cantante hacerlo, aunque no ha habido una pronunciación oficial al respecto.
Ese movimiento haría alusión a la protesta que comenzó el jugador de fútbol americano Colin Kaepernick, cuando en 2016, durante la pretemporada de la NFL, se arrodilló mientras sonaba el himno nacional de EE. UU. como señal de protesta para que su país garantizara y defendiera los derechos humanos de las personas negras y se eliminara la violencia policial.
En entrevistas del momento explicó: “No voy a levantarme y mostrar orgullo en una bandera, por un país que oprime a la gente negra y personas de color. Para mí, esto es más grande que el fútbol y sería egoísta de mi parte voltear hacia otro lado. Hay cuerpos en las calles y gente siendo pagada y que se sale con la suya”.
El gesto se convirtió desde entonces en un acto político y de reivindicación en los movimientos sociales de millones de personas en ese país, como cuando se registraron las protestas tras el asesinato de George Floyd. La seña, de hecho, ha sido usada por activistas en el mundo. El año pasado se vio con más frecuencia con el movimiento Black Lives Matter (las vidas negras importan, en español).
El expresidente Barack Obama mostró su apoyo a la libertad de expresión y defendió el gesto, en su momento. Sin embargo, con el cambio de gobierno, su carrera fue señalada. En el 2017, Donald Trump dijo: “Vi a Colin Kaepernick, y pensé que era terrible, y luego se hizo más y más grande y comenzó a multiplicarse, y francamente, la NFL debería haberlo suspendido por un juego, y nunca lo habría vuelto a hacer”. Pero Kaepernick continuó protestando.
Entonces, se vieron trinos de Trump de este nivel: “Ya es hora de que (el comisionado de la NFL) Roger Goodell finalmente exija que todos los jugadores respeten nuestro gran Himno Nacional”.
La carrera de Kaepernick fue proscripta sin justificación alguna. Desde enero de 2017 dejó de jugar en los 49ers de San Francisco y no volvió a pisar un campo de juego como estaba acostumbrado. Cuando se convirtió en agente libre, al finalizar esa temporada, no fue fichado por otros, lo que se entendió como un rechazo y bloqueo implícito por parte de la organización.
El hombre se convirtió en activista y en un referente en ese país. Roger Goodell, años después y tras la fuerte protesta social por el asesinato de Floyd, admitió haberse equivocado y les dijo a los equipos que se abriera una oportunidad para que Kaepernick volviera a jugar.
No obstante, hasta el momento, el jugador no ha podido regresar a la élite del deporte. Organizaciones de derechos humanos han respaldado su causa. Incluso, Netflix le ha propuesto contar su historia.
Lo de Eminem en la noche del Super Bowl 2022 es un acto que reivindica la historia y la intención de hace seis años de Kaepernick. Es un mensaje que se ha expandido en el mundo y que cobró relevancia durante la pandemia. Lo que se vio en el show fue un recuento de exponentes que han narrado a través de sus letras una realidad compleja que se ha vuelto paisaje en muchos lugares del mundo. Cada canción de hip hop carga historias detrás, muchas sobre discriminación y racismo. El acto del rapero —hincar su rodilla— no es solo un gesto viral, es un llamado hacia la humanidad para que no se olvide que aún hay sociedades que no aceptan la diferencia.