La jornada de Mario y Fresia se inicia todos los días a las 05:30. Fotos: Captura

La jornada de Mario y Fresia se inicia todos los días a las 05:30. Fotos: Captura

Chofer de bus lleva a su esposa con alzhéimer a trabajar porque no tiene con quién dejarla

La jornada de Mario y Fresia se inicia todos los días a las 05:30. Fotos: Captura

Mario Núñez tiene 71 años y sale todos los días a trabajar. Él conduce un bus entre las ciudades de Coquimbo y La Serena, en el norte de Chile; lo hace pese a su avanzada edad, pues necesita llevar dinero a su hogar para cuidar de su esposa, Fresia Farías, de 65 años.

A Fresia le diagnosticaron alzhéimer en 2014 y, desde entonces, Mario la cuida todos los días. La condición de su conviviente se ha ido deteriorando de manera sostenida en estos años. Y, sin embargo, el esposo no tiene dinero para enviarla a un centro asistencial, por lo que la lleva a su trabajo todas las mañanas.

El diario local chileno El Día realizó un seguimiento del caso y envió a un reportero a realizar una crónica sobre el día a día de la pareja. Mario trabaja entre 10 y 12 horas diarias manejando el vehículo, con su esposa como copiloto.

La jornada de los esposos comienza a las 05:30 todos los días. Mario se despierta, le pone su ropa a Fresia, le lava los dientes, la lleva al baño y la limpia después de hacer sus necesidades “porque ella no es autónoma para hacerse sus cosas”, asegura. “Haga frío o calor, o como sea que esté el clima, tengo que levantarla. A mí me da pena hacerlo, porque la veo durmiendo y no quisiera”.

Hacer su trabajo diario con su esposa que padece de una demencia avanzada es un reto para Mario. “Se me ha caído de la micro (el bus), a veces va durmiendo o le da frío, tiene ganas de ir al baño y debe hacer en un tarro (…), yo tengo que agotar todos los medios para poder cumplir con mi obligación de pareja”, asegura.

Mario se encuentra agotado; tener que cuidar a diario a su esposa y trabajar más del tiempo completo, lo dejan exhausto. “Yo llego a esta casa y no converso con nadie, perdí mi vida social, no escucho música, no veo televisión, solamente me dedico a ella y a tratar de que se duerma para yo poder descansar por lo menos una media hora mientras está en su cama. Ese es nuestro día a día”.

Con la publicación de esta historia, el pasado 4 de noviembre de 2018, la noticia fue replicada en varios medios chilenos y de otros países latinos. El pasado miércoles 7 de noviembre, el Hogar La Visitación de María de Fundación Las Rosas anunció que cuidaría de Fresia con personal especializado para tratar su alzhéimer.

“Voy a venir a sacarla los sábados en la tarde y el domingo la devuelvo con ayuda de la nieta, para que nunca se olvide de mí, ni tampoco olvidarme de ella, porque estuvimos 28 años juntos. Es una despedida física no más porque siempre va a estar conmigo”, aseguró Mario al diario El Día.