
Discos compacto con canciones en formato mp3 se venden en las unidades de transporte a USD1. Foto: Gabriela Balarezo/ EL COMERCIO
Cosas que puedes encontrar en los buses a precios de ganga

En Quito, como en muchas otras ciudades latinoamericanas, los buses dejaron de ser- hace mucho tiempo- simples medios de transporte. Resultan, en ocasiones y si la suerte acompaña al viajero, vitrinas ambulantes en los que se ofertan un sinnúmero de productos.
Y hay de dónde elegir: insumos medicinales que prometen curar, como si fuesen pociones mágicas, la artritis, gastritis (todas las ‘itis’) y dolores varios; discos compactos con un repertorio tan largo como una misa del gallo en Navidad, aparatos tecnológicos a precios mínimos (y duración mínima también) y toda una gama de ‘gadgets’ para el hogar y para facilitar la vida del usuario.
Los vendedores- a los que se los reconoce por llevar un bolso negro rectangular (casi siempre)- se organizan para cubrir prácticamente todas las rutas existentes en la urbe. Claro que algunas rutas tienen mayor presencia de estos personajes, por concentrar un mayor número de potenciales compradores.
El discurso lanzado al subir a la unidad es estereotípico. Se queda en la mente por horas, como si se tratase de la canción de moda. Se compone de un saludo cordial a los ocupantes del medio de transporte, el debido ‘perdón’ por incomodar a “los señores pasajeros”, seguido de la letanía de maravillosos beneficios con los que cuenta el producto. Al final rematan tentativa de venta con un precio ‘bomba’, una auténtica b
Tras recorrer las calles de Quito, durante algunas semanas, en buses de distintas cooperativas identificamos ‘chucherías’ y artículos varios que se pueden adquirir en estos medios de transporte por menos de USD 5 y en muchos de los casos por nada más y nada menos que USD 1.
Para los melómanos
Lo más común al subirse a un bus es ‘toparse’ con comerciantes dedicados al expendio de discos compactos (CD). Recorren las unidades armados de parlantes o amplificadores, así amenizan el viaje con boleros, pasillos, cumbias, vallenatos, reggaeton, rancheras, temas del “baúl de los recuerdos” para los más nostálgicos y canciones por artistas, desde Leo Dan hasta Michael Jackson. Suena Caballito de Palo, suena Bailando de Enrique Iglesias.
Los discos que ofertan “traen de todo”, multiplicad de géneros en un solo dispositivo, 275 canciones en un solo CD. Podría tratarse de un artilugio, de no ser porque existe iTunes, Spotify o Apple Music. En el empaque prometen que se reproduce en: “equipos, grabadoras, computadora y radios de auto”. Probamos un producto del tipo y solo funcionó en la PC.
Literatura portátil
Silencioso y sigiloso el vendedor reparte entre los ocupantes de la unidad, una que recorre la avenida Amazonas de sur a norte, de norte a sur, muestras de discos, “sin compromiso”. No contiene temas de Leonardo Fabio ni merengue bailable. En el disco hay cerca de 9 000 libros en formato digital, Word o PDF.
Los temas son tan diversos como los autores. Hay textos de filosofía, historia, psicología, religiosos de teatro, como de autores de la talla de Jorge Icaza, Albert Einstein, Agatha Christie, Jorge Luis Borges….
Pomadas ‘mágicas’ y otros prodigios medicinales
Colirios, cremas, bolsitas de té desinflamatorio. Lo que se exhibe en cualquier tienda naturista ahora se puede encontrar en cualquier línea de bus de la ciudad. Los comerciantes, que se identifican como representantes de tal o cual marca naturista, venden soluciones a problemas médicos de todo tipo con descuentos especiales en las unidades de transporte.
De Cuba para el mundo llega un colirio, reforzado con Ginsesng (específicamente con zumo de su raíz), de Laboratorios Nature S.A. Quien lo promociona asegura que ayuda a combatir la inflamación visual, irritación, cataratas, hemorragias, conjuntivitis y más enfermedades de la vista. El producto se vende sellado y con registro sanitario, asegura.
La moda de los artículos naturistas no pierde viada en el transporte urbano. El pasajero puede adquirir también cremas ‘prodigiosas’. La más nueva en el mercado móvil es una hecha con sábila, glicerina, concha de nácar y placenta. Sirve, como lo expresa a viva voz la vendedora para combatir las arrugas, el acné, las estrías…y de paso funciona como filtro solar.
Como parte de la línea de mercancías para el cuidado de la salud existen libros con recetas de jugos con beneficios terapéuticos (depurativos, adelgazantes, diuréticos, entre otros), bolsas de chía y de té con propiedades desinflamantes de siete hierbas.
ADVERTEN CIA: Antes de consumir o usar cualquier producto medicinal se recomienda consultar con un médico.
Artilugios tecnológicos
Los aparatos portátiles para escuchar música, los famosos mp3 y los aún más conocidos iPod, por lo general, no están al alcance de todo bolsillo. Salvo que se trate de un dispositivo mp3 disponible a precio de ganga en los buses. Físicamente, comparten características (son casi idénticos) a los iPod Shuffle, vienen en varias tonalidades y tienen una capacidad de almacenamiento de canciones que depende de una carta de memoria externa.
Enrique, un ciudadano chileno radicado en Ecuador, se encarga de promocionar estos productos tecnológicos en los medios de transporte público. El diminuto aparato tiene incorporada la batería, como es de aluminio es resistente y liviano a la vez, exclama y se vende con los audífonos incluídos.
‘Chucherías’ para el hogar
Para sacar de apuros a los pasajeros los comerciantes se abastecen de cualquier cantidad de artículos para el hogar, desde papel higiénico (cuatro rollos por USD 1), pasta de dientes y lavavajillas hasta limas de uñas (de metal y cartón), cortaúñas, cucharas de plástico y prácticos colgadores de ropa.
Para el paladar
“Caumal, claritas, moritas, leche miel…” ¿quién no ha escuchado esta letanía en algún medio de transporte? Para calmar el hambre, la sed y aplacar los antojos en los buses es muy común encontrar vendedores que ofertan dulces tradicionales, como las cocadas y los antes mencionados, papas fritas, chifles, helados de agua y de cono, entre otros.