Una leyenda común sobre los arcoíris es la del duende de la olla de oro, que dice que en el lugar donde finalizan los colores se encuentra el tesoro de este mágico ser. Foto: Pixabay
En ocasiones en el cielo se pinta de colores. No se trata de ninguna figura literaria, sino de los arcoíris. Existen leyendas, canciones, obras, entre otros, que hablan sobre este fenómeno, del cual hay varias manifestaciones: invertidos, dobles, nocturnos y hasta de fuego…. pero ¿son la misma cosa?, ¿cómo se forman? Aquí la explicación.
El arcoíris es en realidad un efecto óptico, no al estilo del vestido azul-dorado, sino que es un fenómeno físico que se produce gracias a la luz y las gotas de agua o cristales de hielo.
Aunque el tema parezca muy técnico, es fácil de entender. Al menos así lo considera Juan Palacios, meteorólogo del Inamhi. ¿Recuerdas la ilustración del álbum de Pink Floyd ‘Dark Side of the Moon’ (‘El lado oscuro de la Luna’)? Bueno, eso es exactamente lo que pasa en la formación de un colorido arco.
El proceso se llama refracción de la luz, especifica el experto, y consiste en la incidencia de los rayos de luz en un prisma o una figura similar–las gotas de agua por ejemplo-, lo que provoca su descomposición.
Ilustración del álbum de Pink Floyd ‘Dark Side of the Moon’. Foto: Flickr.
Lo que no queda tan claro es por qué siempre los mismos colores y en el mismo orden: rojo, naranja, amarillo, verde , azul, índigo y violeta. Esta combinación de tonalidades es lo que se conoce como espectro de luz, es decir la gama de tonos visibles para los ojos humanos. “Depende de la longitud de onda”, señala Palacios, esta ondas llegan a la retina, a unas células denominadas fotoreceptores y la información es interpretada en el cerebro –el disco duro-, para tener como consecuencia la percepción de color. En todo caso ese es otro tema.
El espectro de electromagnético visible para los ojos humanos va desde los 400 nanómetros hasta los 700 de longitud de onda. Foto: Wikicommons
Explicado lo que es el arcoíris es momento de pasar a las distintas manifestaciones de este fenómeno óptico.
Arcoíris clásico:
Por lo general, los arcos de color se forman a unos 500 000 metros de la superficie, algo que se conoce como atmósfera baja. Para que este fenómeno suceda son necesarias ciertas condiciones en el ambiente. Primero, tiene que caer una leve llovizna o haber humedad para que la luz se pueda descomponer en las gotitas.
Algunas veces pareciese que el arco comienza en la superficie y de hecho hay varias leyendas en torno al lugar donde se originan. Probablemente la más común es la del duende de la olla de oro, que dice que en el lugar donde finalizan los colores se encuentra el tesoro de este mágico ser.
Según la explicación del experto del Inamhi, la forma se debe, por un lado, a la trayectoria de estas gotas minúsculas y por otro a la forma del planeta. Pero, ¿por qué un semi-círculo? En realidad la circunferencia está completa pero por la superficie –el horizonte- solo vemos la mitad.
Muchas personas se sorprenden cuando viajan en avión y se asuman en la ventana porque un asombroso arcoíris pinta el cielo; desde esta altura se logra divisar la forma completa, porque no existe el limitante de la superficie.
Video: YouTube/ tangolimalima
Arcoíris doble y segmentados:
No es que estemos viendo doble, en realidad existe la posibilidad de que se formen dos arcoíris al mismo tiempo, uno cerca del otro. Se producen en dos lugares distintos en la atmósfera, pero hay que tener claro que es una refracción de la luz refractada, por esto la coloración es más tenue. En ciertas ocasiones, en cambio, solo se logra ver una parte del arco. No es nada extraño, señala Palacios. Esto se da porque no hay una gran área de humedad en donde se refracte la luz.
Una fotografía de cuatro arcoíris captados a la vez el 21 de abril, en Nueva York (Estados Unidos), se viralizó recientemente en redes. La imagen fue tomada por Amanda Curtis, presidenta de una empresa de moda, según la cadena CNN. El fenómeno es muy inusual, porque la luz se tiene que refractar cuatro veces para provocar el efecto óptico.
Halo solar y lunar:
Los halos son parecidos a los arcoíris, pero no son lo mismo. También son efectos ópticos que ‘pintan’ un anillo alrededor de la luna o del sol con la misma gama que va del rojo al violeta.
Y entonces ¿cuál es la diferencia con los otros tipos? Su formación. La descomposición de la luz se produce a través de cristales de hielo, no como con los arcoíris que sucede en gotas de agua. Se puede divisar toda la circunferencia porque tiene lugar a más de 10 kilómetros de altura.
Ambos fenómenos – el lunar y el solar- son poco comunes. Pero el de la Luna lo es aún más, porque además de las condiciones ambientales, el satélite tiene que estar en su máximo esplendor.
En México, durante mayo se produjeron dos halos solares que llamaron la atención de los pobladores: uno el 21 de mayo y el segundo siete días después. Los habitantes del DF incluso crearon una cuenta en la red social Twitter, @HaloSolarMx, por el impacto que tuvieron las imágenes en redes sociales.
Arcoíris de fuego:
Primero, lo primero. Hay que aclarar que lamentablemente, esto no ocurre en el país. Para que aparezca este arcoíris, que de hecho no tiene forma de arco, sino que es horizontal, el ángulo de incidencia de los rayos tiene que ser exactamente 58 grados. Es decir las gotitas tienen que alinearse perfectamente en el momento justo en el que exista esta angulación de la luz. Sí, es definitivamente un momento perfecto, que se repite rara vez.
Este tipo de arcoíris no se da en el país. Foto: Flickr