Tegucigalpa, AFP
El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, manifestó hoy que desistió de abandonar su encierro en la embajada de Brasil para viajar a México porque el régimen de facto hondureño quería obligarlo a que “renunciara” al poder.
México pidió un salvoconducto ayer para que Zelaya viajara a ese país como huésped, lo que fue rechazado por el régimen de facto, que dijo que sólo aceptará que salga del país como asilado, lo que implica que renuncie a la Presidencia.
“El gobierno de facto (…) tuvo otro fracaso al querer hacer que yo depusiera mi cargo (…), querían que yo renunciara”, declaró Zelaya hoy a radio Globo.
Viajar como asilado implicaría una renuncia a la Presidencia por parte de Zelaya, cuyo mandato constitucional culmina el 27 de enero, mientras que al ir como huésped conservaría, al menos nominalmente, su condición de gobernante.
“Yo puedo estar aquí diez años (en la embajada), aquí tengo mi guitarra”, añadió el mandatario refugiado en la legación diplomática desde hace casi tres meses.
Brasil criticó la negativa de Micheletti a conceder el salvoconducto a Zelaya. “Esa alegación del gobierno golpista es inaudita, no pueden crear condiciones para que (Zelaya) salga del país (…) demuestra la marginalidad de ese gobierno respecto a las normas internacionales”, dijo el canciller brasileño Celso Amorim.
El canciller brasileño dijo que la salida de Zelaya fue gestionada por Brasil y Argentina, a pedido de Zelaya, que sugirió México como destino.
Los frustrados preparativos para el viaje a México pusieron nuevamente a Zelaya como protagonista de la crisis hondureña, mientras el presidente electo Porfirio Lobo, un derechista elegido en los comicios del 29 de noviembre, mantenía silencio sobre la nueva controversia.
“Me levanté hoy (jueves) pensando que Zelaya estaría ya en México y me enteré que no fue así, por una exigencia absurda”, explicó Amorim a la radio estatal brasileña NBR.
El futuro de Zelaya es completamente incierto. Sobre todo, luego de que Congreso Hondureño rechazara restituirlo en el poder para que culmine su mandato.
El derrocado presidente Manuel Zelaya apuesta ahora a crear una “fuerza política” de izquierda para alcanzar de nuevo el poder en Honduras para generar “transformaciones” en el país.
El intento de viaje a México fue anunciado un día después de que los presidentes de Costa Rica, Oscar Arias, y de Panamá, Ricardo Martinelli, advirtieran a Lobo que debe lograr que renuncie Micheletti antes del 27 de enero, día en que él debe asumir el poder, si quiere conseguir reconocimiento internacional.
También le advirtieron que el Congreso hondureño debe aprobar pronto la amnistía para los involucrados en el golpe, lo que permitiría a Zelaya recuperar su libertad de movimiento, un compromiso contenido en el Acuerdo de San José/Tegucigalpa del 30 de octubre, destinado a terminar la crisis.