Wall Street dice a Ecuador que aún no ‘cante victoria’

Olga Imbaquingo.  Corresponsal en Nueva York 

En Wall Street se siguieron de cerca los resultados de  la recompra de los bonos Global 2012 y 2030 de Ecuador. Los resultados muestran un  éxito, incluso hay una alta probabilidad de que el 9% que queda pendiente también decida acogerse al plan de recompra.

Empero, para Patrick Esteruelas, analista de Eurasia Group, “los costos asociados al ‘default’ y a la reestructuración de la deuda son superiores a los beneficios políticos y económicos”.

Según él, Ecuador solo se ahorró USD 300 millones anuales en servicio de la deuda, lo que no significa una gran carga fiscal.

Mirando costos, “Ecuador gastó 900 millones en recompra, que significan tres años de servicio de la deuda sobre los bonos que cayeron en mora, en un momento inoportuno, sea por la crisis económica global y por falta de liquidez”, acertó Esteruelas.

Para Alberto Bernal, analista de Bulltick Research, Ecuador todavía no puede cantar victoria. “Esos que no participaron van a demandar, no importa que sean minoría. Son fondos especiales que tienen abogados listos a batallas de largo plazo”.

Puso un ejemplo: Perú. Ese país no pagó deudas del Plan Brady, 10 años después esos inversionistas seguían haciendo ruido, hasta que lograron el pago”.

Según el Financial Times, Ecuador está sentando un  precedente que puede animar a otros países a escoger esa vía. “Creo que muy pocos países van a hacer lo que hizo Ecuador  porque el costo-beneficio no es positivo. Se ahorran un dinero, pero como trataron tan mal a los inversionistas no llegarán inversiones en
mucho tiempo”, señala Bernal.

Sus proyecciones son que Ecuador recibirá menos del 1% del PIB como inversión directa, mientras Colombia y Perú captarán un 4% cada uno. “El Gobierno ahora está en una fiesta, pero a largo plazo lastimará la economía”.

Es incierto si ese 9%  enjuiciará a Ecuador. “Hay dos caminos”, dice Enrique Álvarez, analista de IdeaGlobal, “negociar o que se vayan por la vía legal, pese a que saben que es un proceso largo, engorroso y muy costoso”.

Hasta ahora no hay indicios de que los tenedores que no aceptaron la oferta vayan a emprender el camino legal. “No hay demasiada fuerza ni coordinación y eso beneficia a Ecuador”, dice Álvarez.

Está pendiente, por ejemplo, que el BID le apruebe dos créditos al país, pero, según Esteruelas, “Ecuador no figura en la lista de países que ofrecen garantía de pago. Fue un ‘default’ arbitrario y   político, lo cual deja en duda que exista una  voluntad de pago”.

Para el presidente Rafael Correa,  si existen demandas de los acreedores, en el peor de los casos será por   USD 320 millones.

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