La ciudad de Machachi (cantón Mejía) amaneció con una capa de ceniza el 14 de agosto del 2015. El color gris se apoderó de las calles, veredas, casas y autos, algunas personas limpiaban con escobas los frentes de sus viviendas y otras utilizaban mascarillas para proteger las vías respiratorias. A pesar de este ambiente, las actividades se realizan con normalidad en esta zona de la provincia de Pichincha, en Ecuador.
Marco Vargas vive en Santa Rosa de los Molinos y a las 06:00 descubrió su automóvil con una gruesa capa de ceniza. Evitó lavarlo en casa pues le advirtieron que la ceniza con agua podría obstruir las cañerías; Patricia Guanochán se percató de la caída del material a las 05:00. Ella tuvo que barrer su casa y volver a lavar la ropa que tenía colgada. Ellos aseguran que el evento fue sorpresivo pero que existe tranquilidad en la población. Entre las medidas más comunes es recolectar agua limpia y sellar las ventanas para que no ingrese la ceniza en las casas.
Jorge Campaña, director de Gestión Ambiental, Riesgos y Gestión Ciudadana del Municipio de Machachi, ratificó que a partir de las 05:00 recibieron reportes de caída de ceniza y de un fuerte olor a azufre no solo en Machachi sino también en las parroquias de Aloasí, Alíag y Chaupi. Ahora están esperando que el Instituto Geofísico y que la Secretaría de Gestión de Riesgos generen el informe oficial.
¿Qué implica la alerta amarilla? Campaña explicó que la activación de esta alerta implica que las autoridades implementen las acciones establecidas en los planes de contingencia: se han trasladado a la zona del Pedregal para analizar la caída de ceniza en los pastos y la posible afectación a las reses de ganado vacuno; del mismo modo personal del Municipio reparte a los ciudadanos folletos donde se proporciona instrucciones en caso de una eventual erupción del volcán Cotopaxi.