El volcán Cotopaxi registró emisión leve de ceniza

El volcán nevado Cotopaxi, registró el domingo (16 de agosto del 2015) "emisiones leves de ceniza" aunque su actividad no se ha elevado considerablemente, tras desatar una alarma que llevó al gobierno a imponer el estado de excepción sobre el fenómeno.

El ministro coordinador de Seguridad, César Navas, única fuente autorizada por decreto para informar sobre la situación del volcán, indicó por Twitter que "se han presentado señales sísmicas que corresponden a emisiones leves de ceniza".

Navas agregó que, conforme un reporte técnico de las 19:10, "la actividad del volcán Cotopaxi no se ha incrementado" con respecto a los últimos días. "Continuamos en alerta amarilla", un grado intermedio de riesgo, escribió Navas.

De 5 897 metros de altura, el Cotopaxi, cuya última erupción data de 1877, ha registrado desde el viernes varias explosiones y lanzado cantidades importantes de ceniza, que obligaron a la
"evacuación preventiva" o voluntaria de 505 personas.

La mayoría de evacuados son habitantes de las riberas de la provincia de Cotopaxi, y permanecen en refugios. Las columnas de material volcánico han alcanzado hasta los 8 km de altura sobre el cráter.

En Lasso, uno de los poblados bajo influencia del coloso, los lugareños aprovecharon el período de relativa calma de este domingo para regresar a sus actividades.

El incremento de la actividad condujo al gobierno del presidente Rafael Correa a imponer el sábado (15 de agosto) el estado de excepción por hasta 60 días.

Bajo esa figura, el mandatario quedó facultado para movilizar militares y policías en tareas de socorro o seguridad relacionadas con el volcán, liberar recursos financieros y controlar la información exclusivamente relacionada con la actividad del Cotopaxi, incluida la que circula por redes sociales.

Correa justificó la "censura previa" argumentando que su objetivo es evitar la difusión de rumores que desaten el pánico. El sábado pasado pobladores de las riberas en la provincia de Cotopaxi dejaron en tropel sus viviendas, alarmados por el sonido de sirenas y el llamado a evacuar por temor a una eventual avalancha ante el incremento de la actividad del volcán.

Horas después regresaron a sus viviendas tras el aviso de las autoridades que descartaron un riesgo inminente. Se estima que un millón de personas vive en el área de influencia del volcán, que abarca zonas de las provincias de Cotopaxi, Napo y Pichincha, cuya capital es Quito.

 

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