El volcán Cotopaxi comenzó a registrar explosiones internas

Aunque no se han registrado emisiones en el volcán Cotopaxi, el coloso ha presentado explosiones internas. Foto: Armando Prado/ EL COMERCIO

Aunque no se han registrado emisiones en el volcán Cotopaxi, el coloso ha presentado explosiones internas. Foto: Armando Prado/ EL COMERCIO

Aunque no se han registrado emisiones en el volcán Cotopaxi, el coloso ha presentado explosiones internas. Foto: Armando Prado/ EL COMERCIO

Talvez se piense que el volcán Cotopaxi ya se apagó, sin embargo, es todo lo contrario. Tras seis de meses de actividad eruptiva, el coloso está muy activo, aunque eso no se note superficialmente.

Hay demasiadas razones para creer que el Cotopaxi va a seguir adelante con su proceso.

Desde comienzos de este año, el Cotopaxi ha empezado a tener explosiones internas con más frecuencia y en magnitudes que casi llegan a los 3 grados.

Patricia Mothes, jefa de Vulcanología del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, explica este parámetro de monitoreo. Las explosiones son producidas por las presiones internas o perturbaciones del volcán.

No tienen una manifestación visible para las personas en la superficie, porque se presume que se ha formado un tapón en el conducto, que no permite la salida exitosa de nuevo material, gas, ceniza...

Este comportamiento se hizo evidente en enero, cuando se empezó a registrar poca salida de gas por el conducto. Ese tipo de bloqueo “no permite con facilidad la expulsión de los vapores y la energía interna guardada”, dice Mothes.

Esas explosiones son audibles, pero los sonidos únicamente son captados por los instrumentos del Geofísico, instalados en distintos lugares de la elevación de 5 897 metros sobre el nivel del mar.

Es como un ruido, que solo se da cuando hay explosiones; por ahora se tienen entre una y tres diarias, pero a veces los equipos monitorean hasta 10 en un solo día. Son audibles, porque existe un nivel mayor de energía, que está confinada por la obstrucción o bloqueo.

La ocurrencia de los sismos volcano-tectónicos es otra expresión del movimiento interno. Estos eventos se producen cuando el magma presiona por ascender y en ese esfuerzo fractura la roca.

El cuarto informe del Instituto Geofísico -del 17 de febrero- sobre el Cotopaxi indica que se han tenido entre 50 y 60 sismos diarios.

Estas señales de actividad indican que el volcán no se va a dormir. “Un volcán que está en vías de dormirse no produce estos eventos tan importantes. Es otro medidor que prueba la existencia de energía guardada en el volcán”.

Esa energía está tratando de salir y como no puede se manifiesta en la presencia de los sismos volcano-tectónicos y en las explosiones.

Las detonaciones se han presentado a tres kilómetros bajo el cráter y las magnitudes son de hasta 2,8 grados, los cuales son considerados valores importantes. Por ahora, se evidencia que “no tiene tanta fuerza para romper el tapón, como el Tungurahua. Se requiere presiones muy altas para volar el tapón”.

El comportamiento del Cotopaxi también tiene otra cara, pero no por ello se tiene que bajar la guardia. Los niveles de los otros parámetros de monitoreo, como la emisión de ceniza, dióxido de azufre (SO2), los tremores, sismos de largo período y la deformación o ensanchamiento del volcán se han reducido.

El informe del Geofísico determina que estos han regresado a su “nivel de base preeruptivo”, es decir, hasta antes de abril del 2015, cuando se detectó la reactivación del Cotopaxi, tras 138 años de inactividad.

Por ejemplo, anteriormente se producían entre 400 y 500 toneladas de SO2 diarias y esa misma cantidad se tiene en los momentos actuales. “Los valores no son altos y la explicación posiblemente puede estar en el bloqueo o tapón que impide su expulsión”.

Por todo esto, la actividad del Cotopaxi es calificada como moderada o metaestable, porque no tiene mucha subida ni mucho bajón, “pero es una situación de la que debemos estar atentos, porque puede cambiar y romper el tapón; puede suceder una explosión como la de (14) agosto del 2015”.

El Geofísico proyecta que el escenario más probable que se dé en las próximas semanas, si no hay cambios, es que la actividad superficial se mantenga baja con pocas emisiones de ceniza, como la del 24 de enero de 2016 y solo emisiones de gases”, como el 13 de febrero.

También hay un segundo escenario, que podría suceder si es que se produjera la fractura del tapón, con lo cual comenzaría una pequeña reactivación del volcán.

En todo caso, los habitantes deben estar atentos a lo que haga el volcán.

En contexto

El proceso eruptivo del volcán Cotopaxi comenzó el 14 de agosto del 2015, cuando se produjeron las primeras explosiones de gas y ceniza. Hasta ahora, no se han producido explosiones externas con magma, sino solo freáticas (vapor de agua y gas).

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