La vocación política no llega por herencia

Redacciones  Política y Guayaquil
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Desde Jaime Roldós hasta Alfredo Palacio, los hijos de los ex presidentes de la República suman 49. En esta lista están incluidos la hija fallecida de Sixto Durán Ballén, los cuatro de Rosalía Arteaga (el pequeño Jerónimo también fallecido) y los tres de Fabián Alarcón, ex presidente interino.

Sin embargo, de este medio centenar de vástagos apenas dos ejercen activamente la política. Se trata de Martha Roldós y de Abdalá (‘Dalo’) Bucaram Pulley, quienes han comenzado una actividad pública que todavía no proyecta la misma fuerza de la  de sus progenitores, cuñados entre sí.

El resto de los hijos de los ex mandatarios ha optado por mantener un bajo perfil y  dedicarse a sus actividades profesionales. En sus planes no está el ejercicio de la política. Para sus padres, esta fue la vocación de su vida, pero para ellos es sinónimo de desencanto y distanciamiento familiar.

Ecuador es un país donde la figura del caudillo ha pesado históricamente más que cualquier partido político. Sin embargo, los hijos de Hurtado, Borja, Durán Ballén, Noboa o Gutiérrez, no han heredado  esa vena política. Más bien, asocian el poder que ejercieron  sus padres con momentos duros, llenos de incomprensión y frustraciones.

La política del insulto, la persecución judicial y hasta los ‘cachos’ en contra del Mandatario de turno, marcaron sus vidas, por lo que ahora prefieren recuperar el ambiente familiar teniendo a su padre más cerca, en la intimidad.

A más de Martha Roldós y Dalo Bucaram solo Santiago Roldós y Sebastián Hurtado mantienen cierta exposición pública, a través de sus columnas editoriales. El resto prefiere una vida  casi de anonimato.

Oswaldo Hurtado

Los cinco hijos Hurtado Pérez

Los cinco hijos de Osvaldo Hurtado y Margarita Pérez no tienen interés en la política. Sebastián, el primogénito de 39 años, dice que esta actividad  demanda un gran sacrificio familiar y está acompañada de muchos momentos de frustración. 

“Me parece que esta es la característica de la política en Ecuador” y la razón por la que  pierde interés en el entorno cercano de cualquier ex Presidente.

Sebastián, no obstante, tiene cierta presencia pública a través de una  columna de opinión y sus intervenciones en la radio. 

Sus otros hermanos son Andrés (38), Cristina (33) y los mellizos Felipe e Isabel (26) que nacieron cuando Hurtado era presidente.

“Fue una época interesante cuando mi papá era el Primer Mandatario”, comenta Sebastián. A pesar de que veía poco a su padre, recuerda el año en que debieron mudarse a Carondelet, por unos arreglos que se hicieron en la casa familiar.

“Había mucho espacio y comodidad, pero extrañaba a mis amigos, pues aún era un niño”. Los cinco hijos Hurtado Pérez han escogido profesiones distintas y, sobre todo, no tener una exposición pública. Por eso prefieren no ser fotografiados ni dar entrevistas. “Mi familia ha hecho  su contribución, los relevos  son positivos”, finaliza Sebastián.

León Febres Cordero

Las cuatro hijas Febres-Cordero

A Mariuxi Febres-Cordero Cordovez de Orellana, la mayor de las cuatro hijas de León Febres-Cordero, nunca le interesó participar en política.

Cree que en el entorno del poder hay odio y envidia, sentimientos que posibilitan el cometimiento de injusticias.

“El que mi padre haya sido Presidente de la República no es lo que me causó el rechazo a la política, más bien fue la falta de objetividad en los análisis de las situaciones y las calumnias”, cuenta.

En su adolescencia fue campeona internacional de natación y el orgullo de León Febres-Cordero.  Tenía 24 años cuando su padre llegó a la Presidencia en 1984. 

Paradójicamente,  esta victoria trajo tristeza a Mariuxi porque implicó un distanciamiento con su progenitor, que se fue a vivir a Quito. Además recuerda que su vida se vio limitada, ya que al ser la hija del Primer Mandatario debía andar con personal de seguridad. Su esposo Miguel Orellana, en cambio, sí  estuvo cerca de Febres-Cordero acompañándolo en su vida pública.

Mariuxi admira la vocación que tuvo su padre. “Dedicó 40 años de su vida a tratar de mejorar las condiciones de vida de los más necesitados”. Sus  tres hermanas son María Fernanda, María Liliana y María Auxiliadora.

Rodrigo Borja

Los Borja Calisto con vida privada

Rodrigo Borja Calisto dice que nunca le gustó la política. Luego de que su padre fue Presidente de la República, él optó por mantener una vida alejada de los partidos políticos.

A pesar de que ha tenido propuestas para postularse para alguna candidatura, considera que la política  “es sucia”. Por ello, prefiere dedicar su tiempo  a su esposa, quien está embarazada, y a sus dos hijos.  Él recuerda que cuando su padre tenía una vida política activa  casi no lo veía. Por eso hoy  no quiere perderse ni un minuto de  la vida de sus hijos.

Para su hermana Verónica, una de las tres hijas mujeres,  este tema es primordial. Ella es madre de dos niñas de 5 y 1 años.  Nunca pensó seguir los pasos de su padre, porque cree que  la política es muy traicionera y baja.

Ella recuerda que mucha gente intentó ensuciar el nombre de su padre, pero “él siempre ha llevado una vida honesta y limpia. No tiene ningún juicio ni está prófugo de la justicia”, dice orgullosa.

Sixto Durán Ballén

Durán Ballén no tuvo relevos

La política y el poder no separaron a la familia. Luego de 14 años de que Sixto Durán Ballén  saliera  de Carondelet, sus ocho hijos (una hija falleció) lo acompañan a tomar el café. 

El ex Presidente  tiene 23 nietos y 15 bisnietos. Pese a la numerosa descendencia, a ninguno le sedujo la política. Jorge y Alicia estuvieron cerca cuando fueron candidatos a concejal de Quito, y diputada, respectivamente.

Pero Susana,  Isabel, Cristina, Pepa, Sixto y Antonio tienen profesiones  lejanas a  esta  carrera: son secretarias bilingües, ingenieros, comunicadores. “Cuando salió de la Presidencia fue como que lo recuperamos, porque muchas veces se ausentó de momentos especiales”, recuerda  la hija mayor, Susana. Además agrega que la política es ingrata.

Mientras sus hijos hablan de él, el ex Presidente solo asiente. A sus 89 años, es lúcido al recordar anécdotas.  “Varias veces les consulté sobre decisiones que iba a tomar. En otra solo daba la noticia”. 

La forma como  su familia se acercaba a la política fue apoyándolo en las campañas. Alicia recuerda  que prepararon la de la Alcaldía, en 1970, que fue la mejor época de la familia. “Lo más duro  fue, a veces, escuchar infamias e insultos  en contra de  mi padre”, concluye Antonio.

Martha Roldós, la única política

Martha Roldós Bucaram tenía 17 años cuando su padre, Jaime Roldós, falleció en ejercicio de la Presidencia.

Esta tragedia y la manipulación de su muerte que hizo su familia materna, le generaron un distanciamiento de la política  durante su juventud. Sin embargo, estudió economía y política internacional.

Más tarde se vinculó a causas ecológicas y a la defensa de los derechos de las personas. “Nunca estuve afuera del ámbito de la política...”, cuenta Martha Roldós.

Luego  decidió incursionar de lleno en la política  de la mano de su tío León Roldós. Su hermana mayor vive en México y Santiago, el  menor, ha sido duro con los políticos desde su columna en la revista Vistazo.

Dalo, heredero de Abdalá

Es la familia Bucaram Pulley la que más cerca ha estado de la política.

El autoexilio de Abdalá  Bucaram en Panamá, desde febrero de 1997, ha sido el tema que ha movido a sus hijos. En varios episodios, sobre todo en épocas de campaña, han pedido la amnistía para su padre.

Cuando Abdalá fue presidente, Jacobo, su hijo mayor, obtuvo notoriedad pública. Se lo acusaba de manejar las Aduanas. En el 2002 quiso tomar las riendas del PRE, pero no tuvo éxito. Dalo Bucaram, el tercero de los cuatro hijos, fue quien  tomó el relevo. Es asambleísta  y dice ser el nuevo rostro del PRE.  Sus hermanos han preferido dedicarse a sus actividades comerciales, viajando a Panamá para visitar al ex Presidente.

Paola Mahuad vive con su padre

Paola Mahuad Calderón, hija de Jamil Mahuad, ha sido la única que ejerció el cargo de primera dama, pese a su juventud. Sus padres se divorciaron años atrás.

Durante la corta presidencia de Mahuad  en Carondelet (1998-2000), Paola fue una figura pública. Tras  la caída del Gobierno, su aparición en los medios terminó. 

Según  confirmó  Estela Mahuad,  hermana del ex Presidente, Paola está  actualmente en Boston (EE.UU.)  junto con Jamil Mahuad, realizando estudios superiores. Regresará  a Ecuador  para junio o  julio.

Durante la campaña de 1998, se conoció que Mahuad tuvo otro hijo. Sin embargo, la familia Mahuad ha evitado comentar sobre el tema.

Gustavo Noboa tiene seis hijos

A ninguno de los seis hijos de Gustavo Noboa (2000-2003) les interesa  la política.

Pablo Noboa cree que hay mucho odio y que al final,  los gobiernos siempre resultan  incomprendidos. “En el caso de mi papá, la persecución de León Febres Cordero nos afectó a todos”. 

Talvez por eso, los Noboa Baquerizo se muestran reacios a dar declaraciones a la prensa. Estos episodios les generaron una aversión a la política. “Vemos el bien que un padre puede hacer por la sociedad, pero también sentimos el sacrificio que como familia hay que realizar”.

Por eso afirma que hay otras formas de servir al Ecuador. Los hijos  de Noboa han preferido incursionar en obras  sociales en sectores necesitados. 

Las dos hijas de Lucio Gutiérrez

Entrevistar a Karina y Viviana Gutiérrez Bohórquez es complicado. La primera, de 25 años, escogió la carrera militar y para hablar requiere un aval superior.  En cambio, Viviana, de 20 años, huye de la prensa.

Cuando su padre le pidió que hablara con este Diario apagó el celular.  Ella estudia Derecho en la Universidad Católica y, según su progenitor, evade de tajo  la política.

Las hijas de Lucio  Gutiérrez  vivieron un fuerte trajín político desde la caída de Jamil Mahuad en el 2000.  Tres años después, su padre era Presidente. Fue una época dura para ellas, dice Gutiérrez.  Karina y Viviana también perdieron momentos con  su madre Ximena, quien incursionó en  política.

Los Palacio Paret sí tienen interés

Alfredo Palacio Paret, de 35 años, lleva el mismo nombre de su padre, el ex Presidente.

Pero a diferencia de él, que es cardiólogo, optó por el estudio de las letras. Realiza un doctorado en Literatura Latinoamericana en Estados Unidos y  da clases en la Universidad de Miami.

Ni  Alfredo ni  sus tres hermanas, Ana María, Carola y Linka,  se han vinculado a la política, aunque tampoco lo descartan. “La política es como hacerse cura:  un llamado.

Si llega el momento en que  pueda hacer algo por el país, estaré ahí”. La presidencia de su padre cambió la visión de la política que tenía su hija mayor Ana María. “Sí se puede  vivir de una manera íntima y honesta en pos de un ideal”, confiesa.

 

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