Eulalia Ramos
Hoy despierto de una larga y triste noche bohemia, donde al son de una guitarra recitaba poemas, embriagada de ilusiones y con el puño en alto gritaba ¡viva la revolución!
Despierto al mundo real he quedado sin bienes, todo se perdió al creer que la honestidad, las manos limpias reinaría en el reino de su majestad al denunciar actos de corrupción.
Los corruptos fueron premiados en otra institución y en mejor posición, el honesto sin trabajo, sin protección, sin dinero para pagar a un juez que revise la causa de una injusta destitución.