Al Bagdadi proclamó la creación de un “califato” en amplias territorios de Siria e Irak en 2014. Foto: Captura
La viuda de un alto dirigente de la organización yihadista Estado Islámico (EI), capturada en el operativo en que murió su esposo, ayudó a la CIA a buscar al líder de la organización Abu Bakr Al Bagdadi, informó un diario británico este viernes 31 de mayo de 2019.
Nisrine Asad Ibrahim, también conocida como Umm Sayyaf, reveló en una entrevista con The Guardian que en su casa en Irak estuvo retenida una rehén estadounidense, Kayla Mueller, presuntamente abusada sexualmente por Bagdadi.
La yihadista, de 29 años, está acusada de colaborar junto a su marido para mantener cautivos a Mueller y otros prisioneros, cargos que ella niega.
La mujer fue capturada en mayo de 2015 en la zona petrolera de Al Omar, en Siria, indicó a The Guardian, en un operativo militar estadounidense donde murió su esposo, un alto jefe del EI conocido como Abu Sayyaf.
Ibrahim empezó a colaborar con la agencia de inteligencia estadounidense (CIA) y la inteligencia kurda para intentar hallar el escondite del líder yihadista.
La mujer aseguró en la entrevista que en febrero de 2016 pudo identificar una casa en la ciudad iraquí de Mosul en la que se cree estuvo Al Bagdadi, pero Estados Unidos no quiso realizar un ataque aéreo.
“Les dije donde estaba”, dijo en la entrevista, realizada en una cárcel de la ciudad kurda de Erbil. “Sabía que estuvo ahí pues era una de las casas que le suministraron y uno de los lugares donde más le gustaba estar”, dijo.
Al Bagdadi proclamó la creación de un “califato” en amplias territorios de Siria e Irak en 2014.
Pero el líder guardó un perfil bajo a medida que su organización perdía territorio. El mes pasado volvió a aparecer ante una cámara para reconocer la derrota territorial del grupo un mes antes.
La mujer fue condenada a muerte por un tribunal en Erbil, informó The Guardian.
En la entrevista, Ibrahim dijo que la estadounidense Mueller fue llevada a su casa en la ciudad siria de Shadadi (este) en septiembre de 2014, cuando las mujeres de la minoría yazidí fueron secuestradas para ser usadas como esclavas sexuales.
Ibrahim fue acusada de retener por la fuerza a Mueller y a otras cautivas en las casas de la pareja, mientras la estadounidense era abusada sexualmente por Bagdadi. “Fue tratada de manera distinta a las yazidíes”, dijo Ibrahim en alusión a Mueller.
“Había un presupuesto para ella, dinero para comprar cosas en las tiendas”, agregó. “Era una chica encantadora y me caía bien. Era verdaderamente respetuosa y yo la respetaba”, señaló.
“Algo que quiero decir es que era muy buena y ocultaba con dignidad su tristeza y su dolor”, puntualizó. Ibrahim dijo que la última vez que vio a Mueller fue a fines de 2014, cuando Bagdadi llegó de Irak.
“Ella se la llevó en un auto modesto, un Kia. Él conducía y se fueron para Raqa”, agregó. Tres meses después tuvo noticias de la muerte de Mueller.
Combatientes del EI aseguran que Mueller, quien fue secuestrada en la ciudad siria de Aleppo en agosto de 2013, murió en febrero de 2015 durante un bombardeo aéreo de la coalición que la dejó bajo los escombros.
Funcionaros estadounidenses consideran que las circunstancias de su muerte siguen siendo confusas. Tenía 26 años de edad.