Está previsto que el próximo lunes 6 de julio llegue el Papa a Guayaquil. Foto: El Comercio
En horas tempranas de este sábado 20 de junio, trescientos líderes voluntarios de distintas parroquias de Guayaquil, reconocieron el terreno donde estarán ubicados durante la misa que oficiará el papa Francisco en el Parque Samanes. Ante el pronóstico de que al sitio lleguen más de 1 millón 200 mil personas, los dirigentes tendrán la tarea de precautelar el orden interno, y orientar al público a seguir el cronograma del evento.
El próximo lunes 6 de julio cuando el Papa llegue a Guayaquil, la zona del Parque estará divida en cinco bloques distribuidos en orden alfabético. Uno de los bloques acogerá a personas con capacidades especiales y de tercera edad. En cada división física, los dirigentes y servidores de los movimientos parroquiales estarán acompañados por otros veinte voluntarios más.
Kerlly Bowne asistió esta mañana al simulacro de ubicación. Fue elegida como líder luego de su experiencia de voluntaria en Brasil durante la Jornada Mundial de la Juventud. Vestida con la camiseta del evento ocurrido hace dos años atrás, Kerlly recuerda la satisfacción de ver al Papa de cerca, con quien compartió la “misión de juntar a miles de jóvenes de diferentes países del mundo”. La joven reconoce que el servir es continuo, por lo que ver nuevamente al papa Francisco le dará alegría y renovará su compromiso cristiano, según manifiesta.
Hasta el momento, existen 4 200 voluntarios inscritos en la Arquidiócesis de Guayaquil; al inicio de la convocatoria, la Iglesia buscaba a 1 500. Los primeros voluntarios tienen previsto arribar al Parque Samanes desde las 10:00 del día anterior a la Misa, según afirmó Nelson Martínez, vicepresidente del Consejo Ecuatoriano de Laicos Católicos (CELCA). Las funciones de los voluntarios estarán distribuidas en fases de cinco horas de vigilia por cada grupo, y ésta se extenderá hasta el desalojo final de los asistentes.
Julio Chiriguaya es otro líder voluntario que espera con ímpetu la llegada del Sumo Pontífice a la Ciudad. Chiriguaya señala que una de las directrices puestas a conocimiento esta mañana, es que existirán cuatro carpas eucarísticas donde el voluntario también deberá asistir y ayudar. “Pensamos que el voluntario tiene el trabajo de crear un ámbito de acogida y reflexión. La preparación espiritual nos impulsa diariamente a colaborar en cada proyecto donde la Iglesia nos necesite. Y qué más importante que recibir al Santo Padre”, expone Chiriguaya.