Por décimo año consecutivo se celebró la fiesta de la Virgen de El Quinche en La Ventilla. En esta oportunidad tomaron parte en el paso unas 2 500 personas aproximadamente. La procesión partió desde Centro Pueblos Unidos y recorrió varias calles del barrio hasta llegar a la Iglesia de la parroquia San Francisco Javier, donde se dispuso un lugar para que la imagen permanezca todo el año.
En Burgos hubo cinco heridos
En la localidad, cinco personas resultaron heridas por una pelea después de las celebraciones en honor a la Virgen. Ocurrió en una nave del polígono industrial de Villalonquéjar, donde se realizaba la fiesta posterior a la misa y procesión. La prensa local habla de “multitudinaria pelea” y de 20 heridos leves. “No sé por qué ponen el grito en el cielo, cuando no ha sido para tanto”, reclama Javier Olaya, vicario parroquial de la iglesia San Pablo, organizadora de los actos religiosos. A las 12:00 del pasado domingo, se daba inicio a la procesión. “¡Que viva la Virgen de El Quinche!”, exclamó alguien y la multitud respondió: “¡Que viva!”, y al ritmo de la música de la banda, con los negritos molecañas y los capariches comenzó la imagen a surcar las calles de La Ventilla.
Durante los primeros 15 minutos no eran muchos los devotos. Pero después de dos paradas la cantidad se había multiplicado. Mientras más avanzaba la imagen, más personas llegaban. Desde las ventanas los vecinos del sector no perdían detalles. Una señora con acento español antes de entrar a su casa comentaba, “aquí los estoy esperando para verla… yo tengo una imagen de ella que me regaló una amiga ecuatoriana”.
Algunos se quedaban atónitos ante el paso de la Virgen, otros se esforzaban para atravesar la multitud y acercarse a ella. La quiteña Marianela Brito pudo hacerlo. “Quiero frotar unas velas en su manto, porque luego las encenderé en mi casa para que la Virgencita cuide a mi familia”, dijo visiblemente emocionada.
Ya en las cercanías de la parroquia las calles se hicieron estrechas para la cantidad de personas, aunque muchas ya se habían adelantado para tomar lugar dentro de la iglesia.
“Saber que esto continúa es bueno para la fe de los cristianos de Ecuador, es bueno que ellos sientan que pueden celebrar en España a su manera. Pero lo interesante del paso de hoy es que la parroquia ha abierto sus puertas y ya no es una devoción que tenemos en un rincón, sino que ha sido integrada”, comentó después del acto litúrgico el padre Miguel Ángel Sánchez-Arjona, una de las personas que plantó las semillas de este árbol, que ya tiene 10 años.
Para los organizadores, todo salió bien. Una de ellos, la señora Cecilia Chungandro, así lo afirma: “Ha sido una emoción muy grade. Gracias a ella todo ha ido como lo esperábamos”. Posteriormente en el patio del Colegio Padre Piquer se dieron cita varios grupos folclóricos ecuatorianos, para deleitar con sus actuaciones a los presentes.
400 000 fieles, en El Quinche
En Ecuador, tres días duró la romería desde Quito al Santuario de la Virgen en El Quinche. Según la Policía Nacional, unas 400 000 personas participaron en la tradicional caminata en honor a la Virgen. Hasta la mañana del domingo 22 de noviembre, los fieles arribaban cansados por el recorrido al Santuario de la Virgen.
A las 11:00 había feligreses que dormían en las aceras, dentro de carpas, sobre esteras o debajo de un árbol, otros peregrinos comían y hasta se cambiaban de ropa.
Verónica Anchaluisa salió de Quito a las 19:00 del sábado 21. Partió desde Calderón; descendió hasta el puente del río Guayllabamba y desde allí avanzó, por la montaña, hasta El Quinche.
Llegó a las 06:00 del domingo y escuchó la eucaristía. Al mediodía no pudo tomar un bus para volver hasta su casa en El Camal, en el sur de Quito. Por el costo del servicio, se aventuró a pedir que alguien la llevara. Aunque el Municipio estableció los precios que debían cobrar las 590 unidades de transporte, esto no se cumplió. A Anchaluisa intentaron cobrarle USD 2,50 hasta Quito. El Cabildo dispuso que se cobre USD 1 por ese recorrido, USD 2 hasta los valles, Chillogallo y Cayambe.