Testimonio de maltrato a niños de 8 años: ‘En las clases les grita, les tira los cuadernos y los golpea con una regla’

Dos madres denunciaron en la Fiscalía el presunto maltrato físico de una maestra. Foto: Enrique Pesantes/EL COMERCIO

Dos madres denunciaron en la Fiscalía el presunto maltrato físico de una maestra. Foto: Enrique Pesantes/EL COMERCIO

Dos madres presentaron en la Fiscalía denuncias por maltrato físico de una maestra. En Ecuador, 6 de cada 10 estudiantes han sufrido al menos un acto de violencia en el último quimestre. Foto: Enrique Pesantes/EL COMERCIO

Llegaban a casa llorando. No querían hacer la tarea y tampoco deseaban volver a la escuela al siguiente día. “Es por la maestra. Nuestros hijos nos cuentan que en las clases les grita, les tira los cuadernos y los golpea con una regla”, dijo una de las madres, que denunciaron ayer, 16 de octubre de 2017, en la Fiscalía del Guayas un nuevo caso de violencia escolar.

Los afectados son niños de 8 años que asisten al cuarto de Básica en una unidad educativa pública de Guayaquil. El caso fue reportado a la Directora del establecimiento y al Distrito Educativo, pero dos madres también quisieron plantearlo ante la justicia, como presunto maltrato físico y psicológico.

“A mi hijo le dio un manotón en la nuca, porque según ella estaba copiando en un examen. El niño tuvo dolor de cabeza por casi una semana. Al principio les gritaba, pero ahora los chicos están traumados… Nos quejamos de esto desde que empezó el año y ella sigue dando clases”, contó otra de las denunciantes.

Un diagnóstico reciente revela que aproximadamente 6 de cada 10 estudiantes han sufrido al menos un acto de violencia en el último quimestre. La encuesta fue realizada el año anterior, a más de 5 000 alumnos del país, entre el Ministerio de Educación y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Otros casos de violencia registrados en Guayaquil buscan hacerse visibles tras la denuncia de abuso sexual contra niños de entre 6 y 7 años, que implica hasta ahora a cuatro maestros de una escuela pública del norte de la ciudad.

“Siempre se han tapado estos actos. Muchos no denuncian porque temen que los persigan”, dijo una profesora, que ayer presentó otra denuncia de presunto acoso sexual. Fue en un colegio fiscal del sur de Guayaquil, donde ella laboraba como inspectora. El acusado es un maestro de química y las víctimas serían estudiantes de Bachillerato.

“Las invitaba a salir a tomar cerveza, sin importarle que fueran menores de edad. Cuando se rehusaban, no les revisaba la tarea para que fueran al supletorio y así poder negociar la nota”. La queja fue presentada al Distrito Educativo, pero según la inspectora no hubo respuesta. Por el contrario, en marzo del año pasado, la maestra denunciante fue separada de su cargo.

Patricia Morejón, fiscal provincial del Guayas, receptó personalmente estas denuncias. “Queremos que casos de este tipo se judicialicen. Estamos investigando estos delitos, dándoles mayor importancia”, dijo en relación con los casos que vulneren a niños, niñas y adolescentes.

Según datos del Ministerio de Educación, solo en la región Costa el porcentaje de violencia escolar alcanza el 60,9%. El ministro Fander Falconí se reunió ayer con los padres de las víctimas de abuso sexual y luego visitó el despacho de la Fiscal provincial, para pedir celeridad en este caso. Pero también enfatizó el protocolo que se debe seguir ante denuncias de este tipo.

Si el Departamento de Consejería Estudiantil (DECE) recepta una queja de esta gravedad, el rector tiene dos trámites que ejecutar: por un lado, judicializarlo o reportarlo a la Fiscalía y, además, debe hacer un seguimiento administrativo a través del Distrito Educativo, para determinar sanciones. “En caso de que no se cubran los dos elementos, hay una negligencia”, dijo.

Así está establecido en el instructivo para la atención de víctimas de violencia sexual en el sistema educativo, emitido en junio pasado por el Ministerio. Este abarca todas las infracciones de tipo sexual, establecidas desde el artículo 151 al 175 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). Aquí se incluyen casos de tortura, intimidación, violencia física, psicológica y sexual.

El relato de abuso de uno los niños de la escuela del norte de Guayaquil está plasmado en el expediente administrativo abierto contra el profesor Xavier M., por ahora prófugo. La notificación que le envió el Distrito el pasado miércoles resume el testimonio que dio el pequeño ante la psicóloga del plantel y refleja la presunta violación y las amenazas de las que fue víctima en uno de los baños de la escuela.

Luis Carrillo, abogado del maestro, dijo que hasta el viernes 6 de octubre fue a trabajar. “Ese día el Distrito inicia el expediente y le comunicó a la rectora que impidan la entrada del profesor a la escuela. Él no ha huido”, dijo. Ese día fue el allanamiento al plantel y la Policía no lo encontró.

Bryan M., otro maestro implicado, fue arrestado en ese operativo. Contra él ya existían dos expedientes administrativos, en mayo y junio, que alertaban el abuso sexual.

En contexto

El 3 de octubre, el Ministerio de Justicia, la Fiscalía, el Consejo de la Judicatura y el Ministerio de Educación firmaron un convenio para garantizar espacios educativos libres de violencia. Durará cinco años y su meta es identificar y judicializar la violencia.

Suplementos digitales