Vínculo Pedro Rivadeneira y Worley Parsons se indaga

Carlos Pareja lideró la rehabilitación de la Refinería de Esmeraldas con la asesoría de Worley Parsons. Foto: Archivo EL COMERCIO

Carlos Pareja lideró la rehabilitación de la Refinería de Esmeraldas con la asesoría de Worley Parsons. Foto: Archivo EL COMERCIO

Carlos Pareja lideró la rehabilitación de la Refinería de Esmeraldas con la asesoría de Worley Parsons. Foto: Archivo EL COMERCIO

En el 2012, Worley Parsons tenía a cargo gerenciar y fiscalizar la rehabilitación de la Refinería Esmeraldas. A 320 kilómetros de allí, en Otavalo, Pedro Rivadeneira Sandretti, padre de la asambleísta Gabriela Rivadeneira, trabajaba para una empresa agrónoma. En ese mismo año, Rivadeneira recibió un pago de la firma extranjera por USD 1 000. Así lo afirma la Unidad de Lavado de Activos en un informe de 141 páginas, en el que se analiza la información tributaria, financiera, societaria y patrimonial de Rivadeneira.

Según el documento, remitido a la Fiscalía el 17 de diciembre pasado, la consignación se hizo a través de una transferencia desde el extranjero; no se especifica por qué concepto. Los datos son ahora parte del expediente por supuesta asociación ilícita, en que están investigados Rivadeneira y Mauro Flores Guerra, empresario imbabureño de 34 años.

Rivadeneira no niega el pago. A través de su abogado, Franklin Arévalo, aclaró que ese monto “se debió consignar entre mayo del 2017 y mayo del 2019”, cuando fue administrador de un hotel en Esmeraldas, en donde el principal cliente era la firma Worley Parsons.

“Él no es el dueño del edificio. Si se hizo el pago no fue para él, sino para el dueño. Hay que recordar que el propietario del hotel puso a mi cliente como firma autorizada en su cuenta bancaria”. ¿Pero por qué se pagó en el 2012, si Rivadeneira empezó a trabajar en el hotel desde el 2017? El abogado sostiene que el informe de la Unidad de Lavado de Activos está equivocado. “Hay muchos errores en ese reporte, que vamos a ir despejando en la investigación”. Y agregó: “Los montos que se analizan en ese informe son entre 2012-2019. El pago fue en ese período”.

En esas 141 páginas, los investigadores mencionan otras transferencias de Worley Parsons para el empleador de Rivadeneira, quien no se encuentra procesado judicialmente.

Allí se indica, por ejemplo, que entre el 2012 y 2017 la compañía extranjera pagó USD 1,1 millones al empresario hotelero. USD 6 73 188 fueron desembolsos dentro del país. Otros USD 430 226 se hicieron por transferencias bancarias desde el extranjero (ver info). Los dineros ingresaron a diferentes cuentas bancarias, incluida la de ahorros, en donde Rivadeneira era firma autorizada. Este Diario buscó un pronunciamiento de la empresa, pero hasta este miércoles 22 de enero del 2020 no hubo respuesta.

Arévalo, el abogado, asegura que esos montos tienen relación con el alquiler de los departamentos en Atacames-Esmeraldas. “Los funcionarios de Worley Parsons vivían allí, el señor Rivadeneira solo administraba”, recalca.

Pero entre 2012 y 2017, el personal de Worley Parsons no ejecutó directamente la fiscalización y gerenciamiento de la Refinería Esmeraldas. Subcontrató a otras compañías del Grupo Azul, de William Phillips Cooper, para que se encargaran de la labor. En el 2017, dos altos funcionarios del Grupo Azul fueron sentenciados por cohecho, en la trama de corrupción del caso Petroecuador. Actualmente, Phillips también es sospechoso de cohecho en el caso Sobornos.

Los vínculos entre Worley Parsons y Rivadeneira son investigados por la Fiscalía. Igual ocurre con los movimientos financieros de los últimos siete años. Según la Unidad de Lavado de Activos, los ingresos a las cuentas bancarias de Rivadeneira no tienen consistencia con lo declarado al Servicio de Rentas Internas.

Por ejemplo, en las cuentas ingresaron USD 62 473 entre 2012 y 2018. Pero al SRI reportó USD 6 836, en el mismo lapso. Además, sus ingresos por remuneraciones en diferentes trabajos suman solo USD 5 836.

¿Cómo se justifican ingresos bancarios por USD 62 473? El abogado de Rivadeneira dice que su cliente recibió en efectivo sus salarios. Como administrador del hotel, en Esmeraldas, percibió una remuneración mensual de USD 500 por dos años. Además, recibió USD 60 000 en efectivo por la venta de una propiedad en Otavalo. Quien compró el bien fue el empresario Flores, actualmente detenido, pues no ha justificado ingresos por USD 5,9 millones en los últimos siete años.

Para el defensor de Rivadeneira, los montos que manejó su cliente son bajos y no constituyen un delito. Asegura que todas las actividades que realizó fueron legales. Flores, por su parte, apelará la orden de prisión. El próximo 3 de febrero se realizará una audiencia en la Corte de Justicia de Imbabura para lograr su liberación.

Suplementos digitales