Londres. DPA
¿Quién fue realmente Vincent van Gogh? Esta es la pregunta que plantea la Royal Academy (RA) de Londres en su nueva exposición, que recorre la trayectoria artística del pintor holandés (1853-1890) a través de las numerosas cartas que escribió a lo largo de su vida.
A partir de la correspondencia que el genio mantuvo con su hermano menor, Theo, la RA pretende aportar una nueva mirada sobre el universo interior del famoso posimpresionista y, a su vez, arrojar luz sobre el mito del genio que bordea la locura.
Vincent van Gogh también fue un gran escritor.
Ann Dumas
Curadora de la Royal AcademyLa muestra ‘El auténtico Van Gogh: el artista y sus cartas’ podrá verse desde hoy hasta el 18 de abril en la capital británica. “Descubrimos un hombre muy cultivado y reflexivo, muy lejos del mito del artista atormentado que se corta una oreja y se acaba suicidando”, dijo Ann Dumas, curadora de la exposición.
Mediante la confrontación de 65 cuadros y 30 dibujos con cartas de Van Gogh, queda claro que el pintor debe entenderse tanto por sus cuadros como por sus textos. Redactadas a mano, las notas van a menudo acompañadas de bocetos y dibujo. Allí el artista detalla la elección de objetos y colores o discute sobre la continuación de su trabajo. “Van Gogh fue un pintor famoso, pero también un escritor con mucho talento”, opinó Dumas.
Su relación epistolar con su hermano también pone de manifiesto el estrecho vínculo del artista con la naturaleza. Así, Van Gogh escribió a Theo en 1882: “El artista tiene la obligación de estudiar la naturaleza y procurar con toda su inteligencia y sentimientos que su obra sea comprensible para los demás”.
En una carta acompañada de una xilografía de su famoso óleo Los comedores de patatas, el pintor describe su deseo de resaltar que los campesinos “comen bajo la luz del candil las patatas que han sacado con sus propias manos”. Y explica que le resultó difícil pintar las cabezas y dar con el tono de color exacto para una patata aún con tierra “y por supuesto sin pelar”.
La gran influencia del arte japonés en su trayectoria queda patente en la frase: “Toda mi obra gira hasta cierto punto en torno al arte japonés”. Pero los retratos eran su gran pasión. “Un rostro entre rosa y gris, con ojos verdes, pelo canoso, arrugas en la frente y en la comisura de los labios… Esa es la ventaja del impresionismo, que no es banal y aspira a parecerse más a la fotografía”, escribió sobre su famoso autorretrato de 1888 a su hermana Wilhelmina.
Van Gogh, que tras una frustrada carrera religiosa comenzó a pintar a los 27 años, describe así su amor por la literatura en una de las cartas: “Libros, realidad y arte tienen para mí la misma importancia. Está el arte de los trazos y colores, pero también el arte de las palabras, que pervivirá igualmente”.