Redacción Sociedad
Indignado y triste porque ahora le tildan de traidor y gobiernista. Así afirma sentirse Iván Ruiz, quien con 17 años cursaba el tercero de bachillerato en el Instituto Nacional Mejía. Su promedio ha sido de 90 sobre 100 puntos (equivale a 18 sobre 20).
El año pasado su lista triunfó y acompañó como vicepresidente del Consejo Estudiantil a Diego Puente. Este año lectivo es Presidente encargado hasta que se desarrollen nuevas elecciones.
Ahora está en medio de una polémica que no le permite acudir al plantel, de 4 700 alumnos en la jornada matutina.
“Mi único pecado fue exigir que se respeten los derechos estudiantiles durante el paro de la Unión Nacional de Educadores (UNE). Pedí que retornemos a clases. Hay sectores políticos involucrados en la educación. No les conviene la lucha de alguien independiente, que sí quiere al Mejía y usan los peores términos para descalificarme”.
Ruiz dijo esto ayer, antes de ingresar a una reunión entre padres de familia, alumnos, profesores y el vicepresidente Lenín Moreno. Él acudió como Mandatario a cargo de la Presidencia y más que nada como ex Mejía, precisó.
“Me dicen que si voy al colegio a la entrada o salida me van a pegar un tiro. También amenazaron a mi mamá y a mi hermana que estudia en la Universidad Central. Temo que los profesores agremiados a la UNE me molesten con las notas”, señaló y afirmó nunca haber perdido un año.
Al ingresar al Rectorado, tras una convocatoria telefónica de Lenín Moreno, un alumno le increpó: “Nadie te ha matado”. El Vicepresidente se refirió a esta situación ante los alumnos, durante el minuto cívico, en el patio.
El establecimiento enfrenta un proceso de reorganización integral (académica, administrativa y financiera) desde el 6 de este mes. Así lo dispone el Acuerdo Ministerial 0404-09, que ordenó la remoción de sus cargos del Rector, Vicerrector e Inspector General.
Una comisión, encabezada por Norma Alvear, revisa las cargas horarias de los maestros, entre otros aspectos. El ministro de Educación, Raúl Vallejo, recibió un informe preliminar el viernes.
Alvear comentó que necesita ingresar al plantel, lo que no se le ha permitido, para verificar los leccionarios y otros puntos. Sergio Salazar, presidente del comité de padres de familia, dijo sentirse satisfecho de la intervención del Vicepresidente.
“Todos somos conscientes de que en el colegio pasa algo. Moreno dijo que un cambio no se puede hacer internamente, que desde fuera alguien tiene que vigilar. Si Iván Ruiz se cambia de colegio, él pedirá una intervención para castigar a los culpables”.
El ex rector, Guillermo Rosero, afirmó que no sabe por qué Ruiz, su sobrino político, no regresa a clases. “Es una institución educativa, no el penal García Moreno. Aquí practicamos el laicismo”. Sobre el parentesco indicó: “Entre los ñaños se pelean, entre sobrino y tío también es posible. Esperamos encontrar un punto medio”.
Francisco Rojas, vicepresidente nacional de la UNE y maestro de matemáticas del Mejía, sostuvo: “Nos emociona que el Vicepresidente haya venido a su ex colegio. Se comprometió a ayudarnos a resolver el problema. Recogió nuestras opiniones y las trasladará al Ministerio de Educación”.