Vicepresidenta Muñoz habla de reinventarse y buscar una ‘nueva libertad’, en la conmemoración del 10 de Agosto

La ceremonia castrense se realizó respetando los protocolos de bioseguridad por la pandemia del covid-19. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

La ceremonia castrense se realizó respetando los protocolos de bioseguridad por la pandemia del covid-19. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

La vicepresidenta María Alejandra Muñoz dio un discurso en el Campo de Marte de la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro, al conmemorarse los 211 años del Primer Grito de la Independencia, este 10 de agosto del 2020. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

La vicepresidenta de la República, María Alejandra Muñoz, participó en la Ceremonia Militar por la conmemoración de los 211 años del Primer Grito de Independencia, este lunes, 10 de agosto del 2020. En su discurso, efectuado en el Campo de Marte de la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro, Muñoz resaltó la gesta patriótica que “sembró el llamado a dar testimonio permanente de lealtad a la Patria”.

La Segunda Mandataria se refirió a la emergencia sanitaria del coronavirus y habló sobre la necesidad de reinventarse. “Hemos empezado la primera fase, de una de las más grandes batallas de la historia, la batalla humanitaria para hacer frente a una pandemia agravada con la globalización, que amenaza con invisibilizar a los que menos tienen”.

Reconoció que la pandemia sacudió las estructuras económicas a escala global y que su impacto en la vida, empleo e inequidades sociales son “incalculables e improyectables”. Vinculó la gesta del 10 de Agosto, con la lucha por una nueva libertad, rescatando la ética y el bien común.

“Hoy luchamos por una nueva libertad, la libertad de nuestros actos, la libertad de someter nuestros actos al pacto social, para nunca actuar por encima de los demás, para someternos a la Constitución y a la Ley con decisión”, mencionó.

Además, resaltó la capacidad de reacción y el trabajo que cumplió el Ejército durante la emergencia sanitaria. En su intervención agradeció a los uniformados por la “promesa cumplida” que les hiciera el Presidente de la República, Lenín Moreno, en agosto del 2017, de “respetarlos, dirigirlos como Comandante en Jefe y confiar en ustedes”.

Muñoz también habló del futuro del Ecuador, en medio del covid-19. En esa línea, aseguró que todos los planes y proyectos nacionales e institucionales, deben y se están revisando a la luz de las consecuencias y de las lecciones de la pandemia. “Que lejos de desaparecer es preciso enfrentarlas para desacelerar su daño y que sin lugar a dudas, será el contexto que nos marcará en los próximos años”.

La ceremonia castrense se realizó respetando los protocolos de bioseguridad por la pandemia del covid-19. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

La Vicepresidenta felicitó a los militares que ascendieron a generales, así como a los nuevos subtenientes del Ejército. También leyó tres mensajes escritos por hijos de uniformados, quienes agradecieron la labor de sus progenitores. La ceremonia se cumplió acatando las medidas de bioseguridad por el coronavirus.

Más temprano, Muñoz entregó una ofrenda florar en el monumento a los Héroes de la Plaza de la Independencia, en el Centro Histórico de Quito. En el acto también participaron los representantes de todas las funciones del Estado.

Discurso completa de la Vicepresidenta de la República

- El momento era crucial. En la noche previa al 10 de Agosto de 1809 se intensificaban los contactos, las conversaciones. Incertidumbre, temores, dudas, circundaban entre los patriotas. Encuentros reservados, lugares distintos para no ser descubiertos. Quito fue la morada, y la casa de Manuela Cañizares fue el espacio para tomar decisiones y para inspirar de la mano de Juan de Dios Morales, a quienes habían llegado hasta ahí con la llama encendida, con la convicción de empezar un camino para una liberación real.

- Imaginamos voces y preguntas alrededor de esa noche: ¿y si sí es posible? ¿Y si sí es posible iniciar este camino aunque nos cueste la vida para llegar al objetivo final? Un solo objetivo y una sola decisión los llevó a decir sí: la libertad, ser libres.

-Aquel día nuestros patriotas abrieron la ventana al primer rayo de luz, que no solo iluminó al Ecuador, que no solo fue el inicio de la “Falange Quiteña” y con ello el origen de nuestro Ejército Ecuatoriano, sino que con ese rayo de luz, iluminaron a América entera.

- Ustedes y nosotros somos herederos de aquella madrugada, de aquel 10 de Agosto que cambió el destino de nuestro pueblo para siempre y sembró en cada uno de nosotros, el llamado a dar testimonio permanente de nuestra lealtad a la patria.

- Nuestra carta magna define como función del Ejército Ecuatoriano defender la soberanía del Ecuador, y como lo dice el filósofo jurista, Del Veechio, la soberanía no es otra cosa que la libertad del Estado y la verdadera libertad de los estados se basa en el cumplimiento de la Constitución, como norma ética fundamental.

- Han pasado 211 años después de aquella madrugada y no puedo dejar de hacer un paralelismo entre lo que vivieron nuestros patriotas y lo que vivimos hoy los ecuatorianos. El mundo cambió y en el año 2020 hemos empezado la primera fase de una de las más grandes batallas de la historia: la batalla humanitaria para hacer frente a una pandemia agravada por la globalización, que amenaza con invisibilizar a los que menos tienen.

- La crisis del covid-19 está sacudiendo estructuras socioeconómicas en todo el mundo, su impacto en la vida, empleo e inequidades sociales son incalculables e improyectables. Todo el tejido productivo de los países está impactado.

- Hoy estamos como aquella madrugada, nos preceden largos días de dolor y de lucha, de pérdida de nuestros seres queridos, de desánimo, de incertidumbre. Entonces los invito a recurrir a la historia y preguntémonos: y si ¿sí es posible? ¿Y si, sí es posible enfrentar con unidad esta batalla, haciendo lo que es correcto, poniendo al otro primero con innovación y juntos? Un solo objetivo y una sola decisión: ser libres y soberanos basados en una ética fundamental, en un país donde todos podamos sanar y comer, solidarios e inclusivos.

- Hoy luchamos por una nueva libertad: la libertad de nuestros actos. La libertad para someter nuestros actos al pacto social. Para nunca actuar por encima de los demás. Para someternos a la Constitución y a la ley con decisión.

- El bien común plantea como exigencias para verse cristalizado, al menos tres elementos básicos: la convivencia pacífica, la virtud, y el bienestar de cada uno. Pero entre dichos componentes existe una jerarquía, porque si bien la paz y el mínimo de estabilidad económica son imprescindibles, lo que confiere sentido definitivo al hecho de vivir juntos en sociedad, es la
posibilidad que nos ofrecemos así mutuamente de llegar a ser mejores personas.

- Los desafíos de hoy exigen reinventarnos, actuar en torno a la ciencia, a la tecnología, a la innovación y al desarrollo de capacidades locales para poder beneficiarnos de los desarrollos y esfuerzos globales, teniendo siempre como centro de toda actuación al ser humano.

- Estamos aquí para hacer frente a esta batalla. No le temamos a esta responsabilidad. El Ecuador exige que ninguno de nosotros estemos dispuestos a cambiar de lugar. Siempre luz para el Ecuador y siempre luz para América.

- Quiero resaltar en este día tan especial, la capacidad de reacción frente a la emergencia sanitaria de este Ejército Ecuatoriano disciplinado, noble y agradecido con la promesa cumplida que les hiciera el señor presidente Lenín Moreno Garcés en un día como hoy en el año 2017: respetarlos, dirigirlos como Comandante en jefe y confiar en ustedes.

- Reciban la gratitud de los ecuatorianos, a cada uno y a sus familias, por estar ahí, cuando más se necesitaba cuando realmente no hubo dolor, ni cansancio que los venciera. Cuando inmediatamente ante el llamado del Ecuador procedieron a acudir y no solamente que acudieron sino que adicionalmente hicieron todo eso por los ecuatorianos.

- Transportaron alimentación para miles de ecuatorianos, instalaron carpas climatizadas, transportaron medicinas y equipos, transportaron todos los insumos de protección para los ciudadanos haciendo cumplir las normas de seguridad sanitaria y de fronteras.

- Ejemplo de servicio público humanizado atendiendo en medio de la tragedia las misiones más complejas como trasladar a nuestros fallecidos. Han atendido integralmente la misión de defender la soberanía y la seguridad de los ecuatorianos, en torno a la salud, al medio ambiente, a la economía a través de la lucha colaborativa contra el contrabando y contra los
atentados a la seguridad interna cuando así se ha requerido.

- Estamos a pocos meses de entrar a un nuevo decenio. Todos los planes y proyectos nacionales e institucionales deben y se están revisando a la luz de las consecuencias y lecciones de la pandemia que lejos de desaparecer es preciso enfrentarlas para desacelerar su daño y que sin lugar a dudas, será el contexto que nos marcará en los próximos años.

- Mis felicitaciones en nombre del señor Presidente de la República a los nuevos generales de brigada, a los nuevos oficiales graduados en grado de teniente y subteniente.

- Quiero hacer especial mención y felicitación a la excelencia:

- A la primera antigüedad de Arma: subteniente Brian Ezequiel Sánchez Sánchez.

- A la primera antigüedad de Servicios: subteniente Kevin Moisés Gualoto Loachamín.

- A la primera antigüedad de Especialistas: teniente Pablo David Correa Oviedo.

- Seamos dignos protagonistas de nuestra propia historia personal, familiar y patriótica. Estamos llamados a buscar la excelencia en todo lo que hacemos. No hay esfuerzo menor cuando se trata de luchar por una sociedad libre, justa, solidaria e inclusiva.

- Hoy, para cerrar mi intervención buscaba transmitirles qué espera el Ecuador de todos ustedes, pero decidí preguntar y decidí preguntar dentro de lo que para ustedes es el motor que les ilumina todos sus días, dentro de sus familias. Tengo tres mensajes profundos y sentidos que quiero compartirles:

-"Ahora que mi mami es teniente quiero que cuide y defienda nuestro Ecuador. Quiero que ayude a los niños y a las personas con discapacidad". Mensaje de Fernanda Valentina Hernández Mayancela, de 8 años, hija de la teniente Especialista de Sanidad Andrea Fernanda Mayancela Aguilar.

- Hola papito, nos sentimos muy orgullosos de ti y estamos seguros que vas a guiar y ayudar a muchas personas y a nuestro país ahora que eres un gran oficial del Ejército Ecuatoriano. Siempre serás nuestro súper héroe, gracias por darnos siempre una mejor vida. Te amamos papito". María José Vivanco Sánchez, 10 años, hija del teniente SND José Luis Vivanco Ruiz.

- Este mensaje es de Jennifer Camila Pilaguano Cortez de 17 años, a su madre la teniente de Justicia Johana Paola Cortez Solano. "Por el amor a nuestra patria, juntas cumplimos el reto de la distancia. Mi recompensa: ver cómo dos hermosas estrellas se posan hoy en tus hombros".

- Señoras y señores: ya lo hemos escuchado, nuestros hijos esperan vivir en un Ecuador donde podamos todos mirarnos a los ojos con confianza, con la frente en alto y con la esperanza intacta, no los defraudemos.

- Que Dios bendiga al Ecuador

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