La Vicepresidencia mantiene en su nómina a 211 empleados

El 1 de agosto, en Manta, el vicepresidente Glas lideró su última mesa sectorial.

El 1 de agosto, en Manta, el vicepresidente Glas lideró su última mesa sectorial.

Los funcionarios de la Vicepresidencia durante su ingreso a las oficinas, a las 08:30 de este miércoles 23 de agosto del 2017. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO

Las oficinas de la Vicepresidencia de la República, en el Centro Histórico, abren sus puertas cada día, a las 08:30, con normalidad. Aunque su máxima autoridad, Jorge Glas, lleva 21 días sin funciones operativas, la institución debe seguir operando.

Hay 211 funcionarios en su nómina. De ellos, 29 tienen nivel directivo, 20 trabajan en el Despacho y nueve a la Secretaría General. Al no tratarse de una institución ejecutora, sino de coordinación, la Vicepresidencia cuenta con dos direcciones (Auditoría Interna y Gestión Documental) y tres subsecretarías (de Despacho, General y de Gestión).

Esto sin contar que el mismo Glas denunció, el 4 de agosto, que a varios de sus funcionarios se les cancelaron las tarjetas magnéticas de acceso a las instalaciones.

Pero, el retiro de funciones al Segundo Mandatario dejó también sin atribuciones y competencias a varios de sus empleados, especialmente a los que tenían atribuciones de coordinación externa.

En el período anterior el Estatuto de Gestión de Procesos de la institución fue reformado, para acoplarse a las funciones que en ese entonces desempeñaba Glas.

Por ejemplo, el Subsecretario de Gestión Estratégica debía coordinar y monitorear las acciones, programas y proyectos intersectoriales en los sectores estratégicos, industrias básicas y cambio de la matriz productiva. Ahora ese cargo tampoco tiene funciones, al igual que los de otros directores, coordinadores, asesores.

Lo mismo debía suceder ahora, tras el cambio de funciones. El Estatuto debía acoplarse para que los empleados de la Vicepresidencia tengan una guía de trabajo, responsabilidades y atribuciones.

El Segundo Mandatario fue designado para presidir el Consejo Sectorial de la Producción, el Comité de Reconstrucción y Reactivación de las zonas afectadas por el terremoto, y el Consejo Consultivo Productivo y Tributario.

Esos fueron parte de los encargos que le hizo el presidente Lenín Moreno. 71 días después de la posesión se los retiró. Ahora, Eva García, ministra de Industrias, está a cargo del Consejo Consultivo, por decreto ejecutivo. Los otros dos organismos continúan funcionando sin la presencia de Glas.

El 1 de agosto, en Manta, el vicepresidente Glas lideró su última mesa sectorial.

En lo que va del año, la Vicepresidencia ha invertido USD 2,8 millones en gastos de personal. Esto incluye salarios, honorarios, horas extraordinarias, encargos, servicios personales por contrato, entre otros pagos de ley.

Según lo asignado en la Ejecución Presupuestaria, alcanzaría los 5,8 millones hasta final de año. En bienes y consumos de servicio, el gasto hasta julio alcanzó los USD 571 055. Y hasta diciembre alcanzaría el total de 3 millones.

El presupuesto general de la institución ha ido disminuyendo con los años, según los datos de ejecución presupuestaria del Ministerio de Finanzas.

El mayor presupuesto en 2011 y 2012 se debe, según los informes de Transparencia de la misma Vicepresidencia, a que la institución se hacía cargo de la Misión Manuela Espejo. En el 2011 este programa tuvo un presupuesto inicial de 64,9 millones y en 2012 de 27,6 millones. Para el año 2013, el informe del presupuesto no detalla los programas, solo menciona un monto inicial de 48,2 millones para la administración general de la entidad.

Esto fue durante la administración del mismo presidente Moreno, mientras ejercía la Vicepresidencia.

A partir de 2014, la asignación de fondos para la institución se limitó a su propia administración general. Ya que, el 30 de mayo de 2013, se creó la Secretaría Técnica de Discapacidades, con autonomía administrativa y financiera.

Fue cuando Glas llegó al poder como segundo mandatario, por primera vez. Entonces le fue encargada la coordinación de los sectores estratégicos, industrias básicas y cambio de la matriz productiva. Para lo cual se le atribuyó el control y supervisión de los entonces ministerios coordinadores de dichas áreas.

Con el cambio de Gobierno, en su segundo período como Vicepresidente y las investigaciones de la Fiscalía General en contra de Glas, se desconoce cuándo la institución recuperará funciones operativas. Al Segundo Mandatario, como él mismo lo ha reiterado en distintas ocasiones desde el 3 de agosto, la única función que le queda es la constitucional: reemplazar al Jefe de Estado durante una ausencia temporal o definitiva. En el segundo caso, esto implicaría ejercer el cargo hasta culminar el período, en mayo de 2021.

Otra actividad, además de su funcionamiento básico que debe mantener la Vicepresidencia, es el acceso a la información pública. Esto está incluso resaltado como uno de los servicios que ofrece la entidad, en su página web.

En el Plan Estratégico Institucional, parte del Plan Operativo 2017 de la institución, constan tres programas en ejecución, hasta julio. Para ellos está presupuestado un monto total de USD 7,8 millones.

Uno es el programa de fortalecimiento institucional, que prevé incrementar la eficiencia de la entidad, el desarrollo de su talento humano y el uso eficiente de su presupuesto.

Sin embargo, los otros dos aún tienen que ver con las funciones asignadas a Glas en el período anterior. El primero es el cambio estructural de la matriz productiva y el segundo es la reconstrucción y reactivación de las zonas afectadas por el terremoto.

Aunque la reconstrucción haya quedado nuevamente en manos de Glas, con el retiro de sus actuales funciones, la Vicepresidencia ya no tiene esa competencia.

Desde el 7 de agosto, este Diario solicitó a la Vicepresidencia, en varias ocasiones y por diversos medios, que se autorice un recorrido por las instalaciones de la institución, para conocer sobre su funcionamiento actual. No obstante, hasta el cierre de esta edición no hubo una respuesta.

Este 23 de agosto los funcionarios llegaron a sus oficinas, ubicadas en la Benalcázar y Chile, e iniciaron la atención a las 08:30. En la mañana el movimiento en el edificio solo se alteró durante una manifestación ciudadana.

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