Bastaba una chispa para que los 208 tacos de dinamita que se transportaban ilegalmente en un vehículo particular explotaran y causaran daños en unas cuatro cuadras a la redonda.
El material de uso militar circulaba por la vía Panamericana, en Imbabura, rumbo al Carchi. Inteligencia del Ejército señala que el cargamento aparentemente iba dirigido a los grupos armados irregulares que operan en Colombia.
Los explosivos estaban escondidos en dos mochilas y en dos sacos de yute mezclados con cápsulas detonantes, dispositivos que activan la carga.
Su poder de destrucción es altísimo, explica Fabián Trujillo, comandante del Grupo de Caballería 36 Yaguachi.
Este es el cargamento de explosivos más grande que se ha descubierto en Imbabura, en lo que va de este año. Tres personas movilizaban la dinamita en el jeep. Desde el 23 de marzo, cuando ocurrió el operativo, permanecen detenidas.
12 días después de esa incursión militar, un cargamento con
1 966 balas para fusil fue descubierto en la parroquia de Lita, en el norte de Imbabura. Ahí opera un destacamento de las Fuerzas Armadas. Los soldados localizaron las municiones en un auto que circulaba por la carretera Ibarra-San Lorenzo. Los primeros reportes señalan que el vehículo salió desde Esmeraldas.
El conductor no pudo justificar la tenencia del material calibre 7,62 mm, que llevaba escondido en un tanque de plástico. Él permanece preso.
La Sierra Norte es considerada uno de los corredores usuales por donde los grupos criminales movilizan armas, municiones, explosivos, ropa de camuflaje… hacia a Colombia.
Desde ese país, en cambio, ingresan a territorio ecuatoriano drogas y electrodomésticos de contrabando, comenta Roberto Jaramillo, comandante del Batallón de Infantería 39 Galo Molina, en Tulcán.
Militares que integran el Comando Operacional 1 Norte ejecutan patrullajes periódicos para evitar el paso de cargamentos prohibidos. Jaramillo considera que es una tarea complicada, debido a que en los 724 km de frontera que comparten Ecuador y Colombia hay extensas zonas de selva, acantilados, manglares y ríos.
Solo en Carchi hay 54 pasos informales que se enlazan con poblados rurales de Nariño. Colombia. Por estos caminos secundarios y trochas también se han interceptado armas que se intentaban pasar.
La mayoría de fusiles y pistolas tiene algo en común: llega con los sellos y las series de fabricación borradas, con esmeril. Al parecer, se intenta evitar que se descubra la procedencia del armamento, explica Edmundo Mora, jefe de Control de Armas de Imbabura y Carchi, de las Fuerzas Armadas.
“En operativos militares y policiales hemos encontrado diferentes tipos de armas”. Entre las más curiosas está una subametralladora de fabricación española, una ametralladora israelita y fusiles rusos, que no se usan en el país”, dice.
Las investigaciones dan cuenta que la ruta de las armas inicia su periplo en Perú, pasa Ecuador y llega a los grupos irregulares de Colombia, conocidos como GIAC.
En el 2015, las FF.AA. ejecutaron 52 operaciones de inteligencia para detectar a los GIAC. Militares encargados de estas tareas señalan que estos grupos utilizan la selva ecuatoriana para descansar momentáneamente o entrenarse.
En todo el 2015 también se desarrollaron 8 800 patrullajes a escala nacional.
Los soldados descartan que haya mafias vinculadas al tráfico del material militar incautado. Según Jaramillo, la mayoría de personas que intenta cruzar la frontera con pertrechos lo hace llevando pequeñas cantidades de municiones y armas en piezas. Lo hacen a cambio de pequeños montos de dinero. A este mecanismo lo denominan ‘tráfico de hormiga’ y busca no levantar sospechas. Una vez que se concluyen las operaciones, las armas, municiones, explosivos…pasan a custodia de la Policía Judicial, hasta que finalizan los juicios.
Luego de esa etapa, la PJ devuelve las evidencias a las FF.AA. para su destrucción. El año anterior, los militares eliminaron 211 armas, 5 320 municiones y 1 018 accesorios incautados en la frontera norte.
Desde inicios de este año, se incrementaron los operativos fronterizos por la inminente firma de paz entre Colombia
y las FARC.
En contexto
En marzo pasado, el Gobierno señaló que “blindará al máximo” la frontera norte, para evitar riesgos de seguridad una vez que Colombia y las FARC firmen la paz. Es posible que ciertos guerrilleros no se acojan al proceso de paz y crucen al Ecuador.