El Municipio analizará esta semana la ampliación de la Simón Bolívar y la fase 3 de la Ruta Viva. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.
La infraestructura vial de Quito tiene dos obras pendientes: la prolongación de la avenida Simón Bolívar (entre Carapungo y la Mitad del Mundo) y el último tramo de la Ruta Viva (Puembo-Tababela).
En esta semana, autoridades del Cabildo analizarán y debatirán estos proyectos viales que están a la espera.
La primera obra, iniciada en la administración anterior, tiene una paralización parcial. La Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) informó que la medida se tomó por inconsistencias en el proyecto. Hay falencias en el diseño y expropiaciones pendientes.
Actualmente en esta vía, que tendrá 21,7 kilómetros, no se registra mayor actividad. El avance de la obra es del 7%. El trazado vial está incompleto, llega solo hasta Pomasqui. En este sector cerca de 15 obreros realizan la remoción de tierra. Lo hacen con un tractor pequeño y de manera pausada.
Patricio Jaramillo, gerente general de la Epmmop, indicó que, por ejemplo, en la intersección de la Simón Bolívar y la Panamericana Norte, por donde pasan 140 000 automotores, se identificaron cuatro inconvenientes para continuar con la obra: sistemas de riego, tuberías de alcantarillado, de agua potable y expropiaciones inconclusas. Aquello implica hacer un rediseño.
En ese sector se edificará una obra esencial: el intercambiador de Carapungo, que facilitará la movilidad de quienes van de sur a norte y hacia la vía Collas con destino al aeropuerto.
Dada su importancia, el alcalde Mauricio Rodas dispuso su construcción inmediata. Para ello, la administración afrontó problemas de expropiaciones. En el sector donde irá el intercambiador están pendientes nueve procesos. Hasta mediados del año próximo deberá iniciarse la construcción.
La prolongación de la Simón Bolívar tendrá un costo de USD 120 millones. Actualmente, quienes desde la Simón Bolívar quieren ir a la Mitad del Mundo y de ahí a la Costa ecuatoriana, deben regresar hacia el sur hasta El Condado y tomar desde ahí la Manuel Córdova Galarza.
Otra obra por definir
El último tramo de la Ruta Viva es otro de los pendientes. Va desde Puembo hasta Tababela y tendría 4 kilómetros de longitud. Con esta obra, los conductores evitarían circular por la Interoceánica, la E35 y el conector Alpachaca. Actualmente esto les representa 14 km de recorrido.
Según Jaramillo, este tramo no se lo construyó ya que la administración anterior entregó un informe preliminar, no los estudios definitivos.
Corresponde realizar estudios ambientales, de factibilidad, el trazado final, el financiamiento y demás detalles para arrancar el proyecto. Se prevé que para inicios de enero del próximo año se inicien los estudios y para mediados de año su construcción.
Ante esto, el concejal Jorge Albán, quien fue vicealcalde en el periodo de Augusto Barrera, afirmó que la obra no fue planificada porque no se justificaba su construcción. “No fue una prioridad para nosotros, ya que quienes van hacia la terminal aérea de Tababela se conectan a vías rápidas como la E35 y el conector Alpachaca. Pueden circular con soltura”.