Entrevista a Verónica Espinosa. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO
En mayo del 2018, la Comisión Nacional de Medicamentos e Insumos (Conamei) terminó la revisión de la décima edición del Cuadro Básico. Desde entonces continúan los análisis. La ministra de Salud, Verónica Espinosa, dijo que no pueden abstraerse de la realidad financiera ni de exámenes técnicos.
Ayer 29 de mayo del 2019 respondió ante comisiones legislativas por otros temas. Desde hace meses, pacientes y gremios médicos la señalan por la demora en la aprobación del cuadro. ¿No hay opciones para quien tiene una enfermedad catastrófica o todo es producto del ‘marketing farmacéutico’?
Ecuador es de los pocos países que garantiza la entrega gratuita y universal de medicamentos esenciales a todos, incluso a extranjeros. Si nos comparamos con la región, en la mayoría hay mecanismos de copago, la atención no es universal. Nuestra lista de esenciales es amplia, en relación con el referente internacional: la OMS tiene 455 principios activos y el país, 399.
¿En el caso del cáncer?
En el cuadro hay 58 medicamentos contra el cáncer y la OMS tiene 45. Solo no tenemos siete principios activos.
¿Qué pasa en la región?
En Chile y en Colombia se paga un seguro y este no reconoce todo. Uruguay tiene un fondo de enfermedades catastróficas, no para todos. En Cuba los medicamentos hospitalarios son gratuitos, pero para los de consulta externa hay que reconocer un monto.
¿Cree en el copago?
No, partiendo del principio constitucional de gratuidad. El pago en el punto de servicios es una barrera.
Le reclaman quienes tienen un mal catastrófico.
Es fácil personalizar. Así la Ministra firma un cheque, compra y entrega. Ese es el error, hay una institución del Estado decidiendo. Y si ganan un juicio, tampoco puedo ir a una farmacia, hay un proceso de contratación pública que tarda 45 días.
Pero, ¿hay medicamentos contra el cáncer?
Hay que desmitificar que no hay. A mí también me indignaría que se trataran solo gripes o diarreas, y que no haya medicina para el cáncer.
Mueren con linfoma…
Tenemos pacientes con linfoma, leucemia, cáncer de colon, de mama, de todo… recibiendo tratamiento y recuperándose. Para más líneas, por seguridad, la Ley de Salud del 2006 fija pasos. En el mundo, por usar la talidomina nacieron niños con focomelia. Acá, si está en riesgo la vida, no se pide autorización, se compra y luego se justifica. Pero el 99,9% de medicina oncológica no cura ni extiende la vida.
¿Aprueban medicamentos por fuera del cuadro?
El 48% de solicitudes de aprobación fuera del cuadro se aprueba. Pero hay pedidos de pacientes que no son candidatos para medicina, que es para una mutación específica de un gen, que no tienen. Hasta el NHS, el sistema de salud de Inglaterra, tiene un techo. Pero acá desde el 2017, tras un juicio, hay dos usuarios por los que al año invertimos USD 1 millón.
¿Cómo impacta eso?
Un millón se invierte en las vacunas de Napo. Y la evidencia científica dice que esos pacientes no se curarán; en algunos casos, en vez de caminar 30 metros sin oxígeno, avanzarán 50. Nos preguntamos cuál es el impacto en su vida. Si habrá efectos adversos y si el Estado puede y debe asumir ese tratamiento.
USD 350 millones cuestan 787 medicamentos del cuadro. ¿Los 60 que se incorporarían valen igual?
Solo 20 de casi 60 cuestan más de USD 300 millones; de ellos, la mitad es contra el cáncer. Pero, ¿cuántos de esos son gratis para todos en otros países? Si cumplieran con requisitos y si tuviéramos dinero no habría problema. Es curioso, no sentimos presión para comprar Sofosbuvir, costoso, pero cura la hepatitis C. Nos interesa. A través de negociaciones regionales se ha logrado bajar el costo.
¿Hay presión?
Acá vino la Misión ImPact del Organismo de Energía Atómica, de la ONU, a medir acciones ante el cáncer. Rolando Camacho, un miembro, dijo: ‘Aquí hay una presión exagerada de medicamentos fuera del listado y hay que buscar cómo contrarrestar sus efectos; los que impactan en la calidad de vida suelen ser los menos costosos’.
¿Cuánto más tardará la aprobación del cuadro?
El 26 de abril, la comisión formada por expertos nombrados por el BID entregó el informe a la Conamei. Y hasta fines de junio espero que el Conasa, en el que tengo un voto, decida. No es que sea indolente y no quiero que se apruebe, póngase en mis zapatos, me ahorraría el problema y quedaría de salvadora. No es un tema de qué paciente me importa más sino de hacer lo mejor con los recursos.
¿Cuál es el presupuesto para actualizar el cuadro?
Me he reunido con Finanzas para explorar eso. El equipo (del BID) dice que la aprobación no se puede abstraer de la realidad financiera del país. Hay que diseñar formas y eso implica pensar en medidas recaudatorias, crecimiento del PIB, para así tener servicios de calidad.