César Benítez P.
El país debe saber que mi hermano, un discapacitado, que con gran esfuerzo y honesto trabajo ha sabido salir adelante, el pasado 6 de noviembre fue con trabajadores para tareas de campo y fue amenazado y obligado a retirarse bajo riego de su seguridad personal y de los trabajadores; y eso los señores dirigentes comunales que incitaron a sus representados lo saben.
Con dolor y vergüenza lamento leer la noticia sobre lo acaecido en la Hacienda Gatazo en la provincia de Chimborazo, de propiedad de la familia Castillo. El país debe saber que mi hermano, un discapacitado, que con gran esfuerzo y honesto trabajo ha sabido salir adelante, el pasado 6 de noviembre fue con trabajadores para tareas de campo y fue amenazado y obligado a retirarse bajo riego de su seguridad personal y de los trabajadores; y eso los señores dirigentes comunales que incitaron a sus representados lo saben.
La familia Castillo es por demás conocida en la ciudad de Riobamba, y es sabido de su trabajo; es una mentira falaz que la Hacienda Gatazo era improductiva, y eso lo saben y tienen claro los dirigentes comunales del sector y además reconocido por el Centro Agrícola de Chimborazo.
¿Es lícito obligar, bajo amedrantamiento e invasión de propiedad, a las personas a vender sus bienes, sobre todo si estos han sido productivos y fruto del trabajo honesto?
Ojalá esto no sea un precedente que derive en una ola de tomas, invasiones y despojo de tierras.
Nuestros indígenas, al igual que muchos otros grupos de compatriotas en situación de vulnerabilidad, deben ser población de atención prioritaria de los gobernantes, pero eso no debe ser en desmedro de otros ecuatorianos que con duro trabajo han encallecido sus manos en la tierra.
Habrá que estar atentos y conocer los niveles de productividad de la ahora ex Hacienda Gatazo a la comunidad indígena y sus dirigentes, quienes aseguran van a dar buen uso a estas fértiles tierras y que ojalá no sea después parte del erosionado, improductivo y desperdiciado suelo que se multiplica en el sector adyacente en el cantón Colta; el tiempo lo dirá.
El triunfo de la Libertad
Felipe Asanza Miranda
El Muro de Berlín no solo fue una pared de cemento armado que partió en dos a una ciudad, sino la frontera entre dos sistemas filosóficos, políticos y económicos contendientes.
Devino en uno de los grandes símbolos de la Guerra Fría y con su derrocamiento, pasó a ser también el signo emblemático del fin de la confrontación y de la apertura de una nueva era histórica; ésa que apuesta por la libertad, el progreso, la iniciativa propia, el pensamiento universal y la democracia.
Pero ¿por qué esto no sirve de lección a la Revolución Ciudadana?
Tal parece que aquellos demagogos siguen creyendo en la filosofía de la involución, donde la naturaleza del hombre no va conforme al avance, sino al retroceso y a las ideas idílicas de falsos profetas.
¡Vamos camino a la involución y no despertamos! Se viola el principio constitucional de no regresividad, pues no se puede regresar sobre lo ya avanzado, pero seguimos en tinieblas como en la edad de piedra y se sigue comprando armas para desestabilizar a la integración regional en vez de propender al desarrollo en educación, salud e infraestructura.
Los políticos que no recurren a las estadísticas ni a la historia arremeten contra la lógica y el progreso.
Al Presidente deberíamos decirle que “hasta para crear un muro hay que ser prudente”, pero a falta de prudencia hoy tenemos tempestades.
¡Es hora de actuar!
¡Que no nos quiten el triunfo de la Libertad que el mundo alcanzó hace 20 años atrás!
La mala suerte de los manabitas
Linda Hernández
Los manabitas sí que estamos de malas; como siempre, dirán muchos de mis paisanos, pues no solo tenemos los apagones y la peor sequía de los últimos años, sino que también la empresa de aviación Tame decide no hacer más vuelos a la provincia porque según ellos están trabajando a pérdida, sumiendo a Manabí, la tercera provincia en población, en el abandono. Debido a las pésimas carreteras que tenemos y porque es bueno competir, Tame con esta decisión está discriminando a Manabí.
Tame siempre ha tenido la fama de ser impuntual y no volar en los feriados, ocasionando verdaderas pérdidas para el turismo y el comercio de nuestra provincia, pero a pesar del pésimo servicio que nos brindaba, nunca nos imaginamos que iba a marginarnos y dejar en el desempleo a decenas de familias que han laborado por años en esa empresa.
Esta aerolínea, propiedad del Estado, tiene que rever esta absurda decisión y el presidente Correa, que dice querer tanto a Manabí, tendrá que tomar cartas en este asunto que deja a Manabí relegada, desatendida y sumida en la desesperanza, ya que se nos ha ofrecido de todo, pero en realidad estás sucediendo lo contrario, nos han quitado la base de Manta, el aeropuerto de Portoviejo, el CRM, Manageneración, la concesión del puerto de Manta y ahora Tame.
Manabí, hoy más que nunca, siente la falta de líderes que afronten todas las afrentas que está sufriendo la provincia de parte de este Gobierno.
¿Quiénes serán capaces de salvarla?
¡Es una interrogante que nos hacemos diariamente los manabitas que queremos su desarrollo y progreso!
Inquietudes de un lector
Fausto A. Maldonado P.
Ahora tengo otras inquietudes y ojalá pueda escribirlas antes de que venga el apagón que toca en mi barrio.
En la sección Nuestros errores de hoy, miércoles, creo que cometen otro error: el autor de El chulla quiteño se supo desde el origen que fue Alfredo Carpio. El error que yo sí vi en la publicación sobre el tema se refería más bien al papel de Olmedo Torres, que en el transcurso de la divulgación de esta canción aparece como un intruso en 1960, casi 15 años después de su aparición.
Lo que sí es real es que el primer intérprete de El chulla quiteño fue Luis Alberto Valencia, cuando estaba en su apogeo, luego de cantar a dúo muchas canciones con Carlota Jaramillo y después con Gonzalo Benítez.
Con respecto a las postales de Quito creo que no se hace con conciencia.
En una de ellas se confunde la calle Benalcázar con la García Moreno.
Lo que narra el abuelito sobre el tatarabuelito tampoco está claro porque la puerta de la Vicepresidencia, en la infancia de este señor, que es casi la mía, era la del Palacio de Gobierno y no la que es hoy en la calle Benalcázar. Tampoco en esta calle está la iglesia de la Compañía de Jesús.
En otros aspectos quisiera decirle que fuera de lo que diga Transparencia Internacional, sí me preocupa que en medio de la inseguridad en que vivimos, cada vez aparezcan con más frecuencia los términos supuesto y presunto, para referirse a personas o a casos.
En la página 6 del cuaderno 1, (sección Al tiro) dice por ejemplo: “El fallecido supuestamente era uno de los dos supuestos sicarios”, o sea que se supone que se suponía.
Hace unos días un “presunto” delincuente presentaba unos “supuestos” documentos o algo así. Eso para mí representa la precariedad en que desenvuelve la justicia en el Ecuador, ¿no lo creen ustedes así?
Nota de la Redacción: Agradecemos al lector por sus inteligentes reflexiones y críticas, las cuales acogemos con entera apertura.
Para este Diario, las críticas y los llamados de atención de los lectores son muy importantes, en especial cuando se los hace con respeto y sensatez.
Un titular erróneo
Leopoldo A. Moreno Cornejo
La semana pasada, un titular de su diario decía casi textualmente que el relator de la ONU, el señor Frank La Rue, criticaba la Ley de Comunicación propuesta en la Asamblea.
Esa misma noche escuché una declaración del relator -que por supuesto no se reseñó en los medios “independientes” del país- en el sentido de que él jamás había dicho tal cosa y que se sorprendía inmensamente por tal afirmación.
En la antedicha entrevista (palabras más, palabras menos) el señor La Rue identifica a esto como un claro ejemplo de las continuas interpretaciones erróneas de la prensa que se autotitula libre, sin dependencia y que no quiere ni controles ni regulaciones de ninguna especie.
Han pasado casi ocho días y no ha aparecido aclaración alguna en EL COMERCIO, y si lo ha hecho ha sido en un espacio de mucho menor tamaño que el titular original y, que por supuesto no mereció primera página como el equivocado titular en mención.
¿Es mucho pedir que la aclaración de un craso error como el expuesto merezca primera página, verdad?
Entonces ¿es mucho pedir que esta nota se publique en el espacio que tienen abierto para el efecto?
Nota de la Redacción: Agradecemos al lector por sus reflexiones.
Este Diario cometió un error en el titular de Portada sobre el relator de la ONU y así lo explicó en las páginas de la sección Política en la edición del pasado domingo 15, con la aclaración de que la nota interior sobre el señor La Rue estaba correctamente titulada.
No es cierta, sin embargo, la afirmación del lector en el sentido de que este Diario “no quiere controles ni regulaciones de ninguna especie”.
En ningún momento hemos expresado aquello.
Nosotros nos oponemos, abiertamente, al uso de la legislación con fines punitivos, represivos e intimidatorios, así como a que el Gobierno de turno tenga incidencia directa en el control de los contenidos, lo que lo convierte en juez y parte, con el agravante de que el Régimen también tiene medios de comunicación a su servicio.
Como verá el lector, no se puede afirmar que “han pasado casi ocho días y no ha aparecido aclaración alguna en EL COMERCIO”, pues se trata de una afirmación ni veraz ni verificada, para hablar en los términos de moda.
Y como también podrá comprobar el lector, nuestro respeto a la libertad de expresión de todos los ciudadanos, sin ningún distinto ideológico ni político, hace que publiquemos su carta sin ninguna edición ni censura.
Sobre una sentencia
Guillermo Dueñas I.
Diario EL COMERCIO hace unos meses publicó la noticia de que la 3ª Sala Penal de la Corte Superior había dictado sentencia en mi contra en el juicio que por Colusión me seguía el Filanbanco.
Al respecto y en honor a la verdad y a la justicia debo informar que la 1ª Sala Penal de la Corte Nacional de Justicia acaba de dictar sentencia a mi favor, dejando sin efecto la recurrida y ratificando una vez más la licitud del
Acta de Mediación suscrita con Filanbanco el 15 de junio de 05, aseverando que la misma se llevó a cabo cumpliendo con todos los requisitos establecidos en la Ley de Mediación y Arbitraje y Reglamento del Centro de Mediación de la Función Judicial, así mismo, ratifica la validez legal de las acreencias no depositarias derivadas del Acta de Mediación y emitidas por Filanbanco.
Muerte injusta (i)
Vicente Dávalos Cordero
Me refiero a la muerte de mi querido compañero y amigo Dr. Nelson Darquea Araujo, con quien tuve el honor de compartir las aulas universitarias.
Qué más injusto que un grupo de antisociales desalmados quiten la vida de la manera más despiadada a un gran amigo, magnífico padre de familia y persona de bien de nuestra sociedad.
Mientras lo injusto es que delincuentes, con libre porte de armas, deambulen cometiendo delitos similares sin ser ellos sí merecedores de justa pena de muerte.
No sigamos siendo contempladores de crímenes semejantes y ablandando leyes que solamente protegen a quienes viven del delito, que en nuestra conciencia quede si no levantamos nuestra más dura protesta contra quienes tienen el deber de proteger nuestra seguridad y la de nuestra familia.
Mi sincera condolencia a toda la familia de Nelson y mi condolencia a los ciudadanos que vivimos expuestos a estos malhechores.
Muerte injusta (ii)
Alfredo Rivera C.,
Martha Hernández G.
La semana pasada asistimos al sepelio del doctor Nelson Darquea, médico traumatólogo fallecido por asesinato en la puerta de su domicilio, producto de un disparo a quemarropa por la delincuencia.
Hace casi tres meses, en cambio, soportamos agresiones verbales hacia la clase médica y hacia nuestra especialidad, por parte de la primera autoridad del Estado.
Ser médico indiscutiblemente no es fácil, es la carrera más larga, costosa, de mucha dedicación y con riesgo elevado. En tal virtud, indigna el trato agresivo y acciones beligerantes, luego de tanto esfuerzo.
Solicitamos al señor Presidente de la República otorgarnos el respeto debido que es la base fundamental de toda relación humana; también, buen ejemplo, porque no se concibe que sea la primera autoridad del país quien propicie el insulto y rebaje a la clase médica y a nuestros especialistas, máximo cuando sus acciones están orientadas a rescatar primero lo nuestro.
Adicionalmente, pedimos tranquilidad, porque esa es la mejor guerra que puede ganar: la de proporcionar paz y seguridad a su pueblo.
Muerte injusta (iii)
Cynthia Yerovi A.
¿Qué pasa con la seguridad, con la vida tranquila que se tenía en Quito? Hoy el temor es el único sentimiento que se cruza en nuestra mente cuando se trata de salir o regresar a la casa.
Ahora en cualquier calle o barrio de Quito suceden asaltos, secuestros exprés que uno solo veía por televisión; pero no, ahora sucede en la puerta de nuestras casas.
¿La hora? Cualquier hora del día, preferible cuando se acerca la noche porque así los secuestradores tienen doble oportunidad de robar a las víctimas, los llevan a los cajeros para sacar el cupo de ese día y la segunda visita al cajero es después de la medianoche cuando el cupo del nuevo día está disponible…
Es que los ladrones son tan bien organizados e “inteligentes” que nos están ganando a las personas honradas, honestas y trabajadoras.
¿Qué pasa con la seguridad y con las instituciones que nos deben cuidar y proteger? Es que solo están a disposición de altos funcionarios del Gobierno… que sirven para detener el tráfico y gritar al pobre peatón o auto que por mala suerte cruzaba por la calle en el momento que la autoridad circula.
Es inverosímil que para cuidar a una persona se disponga de por lo menos siete vehículos entre motos y carros blindados (si el número de vehículos multiplicamos por dos personas tenemos que por lo menos 14 personas están “cuidando” su seguridad), se gastan millones de dólares comprando helicópteros inútiles ¿para qué?
¿Para una “guerra” soñada por quién, para qué? Cuando en las calles de Quito y de todo el país lo que falta son recursos y personal que brinde seguridad y tranquilad.
O talvez lo que falta es un proceso y un orden judicial que brinde seguridad por igual para todos y no “seguridad” para un grupo político que hoy está en el poder; como sabemos el poder no es eterno… y mañana los que tienen siete carros para cuidar su “seguridad” deberán caminar por estas calles que están dejando sembradas de miedo y delincuencia organizada.