Ventas, música, congestión, misas... caracterizaron al Día de los Difuntos
Redacción Quito
Los vendedores de flores, tarjetas, comida típica y hasta biblias estuvieron desde las 07:30 en las entradas de los cementerios de la urbe. Ayer, los panteones abrieron sus puertas a las 08:30 para la gente visitara a sus finados.
La circulación
Las visitas a los cementerios continuarán hoy. En la calle Vencedores, de acceso a los túneles de San Diego, existe contraflujo.
En El Batán las ventas ambulantes ubicadas en la calle Buganvillas y Eloy Alfaro ocasiona tráfico vehicular. No existen estaciones en el sector.
En el Parque de los Recuerdos se puede circular por el carril central, de sur a norte hasta la calle Los Eucaliptos y de norte a sur hasta De los Aceitunos.Calles cerradas, tráfico vehicular, carros estacionados en las calles y veredas ocasionaron inconvenientes para llegar hasta las puertas de cinco cementerios.
En el sur de la ciudad, el tráfico fue intenso a pesar del control policial. En la calle Necochea, que lleva hasta el cementerio de San Diego, los autos formaron largas filas, ya que las calles Bahía de Caráquez, Chimborazo y Sozoranga estaban cerradas para los carros; solo caminando se podía ingresar a este camposanto.
Los 600 comerciantes de la asociación Telmo Hidalgo, que todos los años llegan hasta San Diego, ocuparon las veredas con sus productos. Esto ocasionó problemas a los familiares de los difuntos, como a Maritza Gordón, quien visitaba la tumba de su madre. Para Gordón las ventas ambulantes son un problema. “Los delincuentes se mezclan entre los vendedores y roban a los visitantes”.
Pero, según la Administración de este camposanto, 60 policías metropolitanos, 20 nacionales y guardias privados estaban a cargo de la seguridad. Hasta San Diego, entre domingo y lunes, llegaron cerca de 45 000 personas.
Al panteón de La Magdalena también llegaron decenas de personas, por lo cual 49 vendedores se apostaron en las cercanías para expender desde flores hasta franelas para limpiar vidrios. Dentro del cementerio se podía escuchar, ayer, a las 10:00, hasta mariachis, un trío y un acordionista.10 policías metropolitanos vigilaban este camposanto del sur.
Al otro lado de la ciudad, en el cementerio de El Batán, en la Eloy Alfaro, los gritos de las comerciantes de flores se confundían con los pitos de los carros que trataban de encontrar un lugar para estacionar. A diferencia del sur, en las cercanías de este cementerio no se permitió la venta de comida. Según Ángel Lema, policía metropolitano, la Administración Zonal tomó esa decisión para evitar problemas de insalubridad.
A este panteón también llegaron centenares de personas. Las tumbas y nichos estaban con arreglos florales y tarjetas.
En el Parque de los Recuerdos la afluencia de personas hizo que la Policía cerrara los dos carriles centrales de la avenida 10 de Agosto, entre las calles De los Aceitunos y De los Eucaliptos, para convertirla en parqueaderos.
Aunque aquí los puestos de ventas fueron menores, en el interior hubo gran cantidad de informales que prestaban servicios de limpieza y decoración de las tumbas. Volver a pintar las letras doradas de una lápida costaba USD 7, mientras que retirar las hojas y flores secas, USD 3.
Pero muchas familias decidieron hacerlo por si mismas y luego descansar sobre la tumba.
En la av. Simón Bolívar los autos esperaban para entrar hasta el Camposanto Monteolivo. Aquí los familiares de los difuntos fueron recibidos con una misa criolla que combinó la tradición de una eucaristía con danzas y cánticos populares ancestrales.
Tarjetas y cartas elaboradas manualmente colgaban en las paredes de los nichos. Un olor a sahumerio y flores frescas invadía los corredores de Monteolivo. Con lágrimas y oraciones, los familiares de quienes descansan en este panteón recordaban sus días junto a las personas que ya no están.
Los vendedores informales permanecerán hasta hoy fuera de los cementerios. El operativo policial, que se inició el viernes en la noche, concluirá hoy a las 20:00.