Un joven fue asesinado en el Parque de la Juventud el 4 de Mayo del 2015. Foto: EL COMERCIO.
Luego del feriado de Semana Santa, una joven enfermera salió de su casa a las 05:30 de un sábado de marzo. Se dirigía a su trabajo en el Hospital de los Valles. Pero en la zona de San Juan Dos, vía a Marianitas, fue emboscada por tres hombres.
Ellos la llevaron a la fuerza hacia un terreno baldío. En el lugar intentaron violarla. Ella se defendió, gritó y por eso la golpearon con un taladro en la cabeza y murió.
Lo recuerdan un mayor y el teniente coronel Luis Morales de la Unidad de Policía del Distrito de Carapungo. Este último precisa que en lo que va del año se han registrado cuatro homicidios en este punto de la ciudad.
Tres, incluido el de la enfermera, tienen sentencia. En el caso de esta mujer, inteligencia policial dio con los criminales porque, un día antes, ellos habían visitado varios locales. Intentaban vender el taladro para comprar droga.
El teniente coronel Morales relató que los asesinos consumían heroína. Y comentó que, desgraciadamente, hay dueños de casa del sector que arriendan piezas a estas personas por USD 30 ó 40.
La preocupación por la inseguridad en la que viven los residentes de Carapungo, en el norte de Quito, vuelve a ser tema de conversación. El lunes 4 de mayo del 2015, antes de las 20:00, Martín Guillermo Ch., de 20 años, fue apuñalado por una pareja que quiso robarle. Él, al parecer, no tenía dinero. Y por eso le clavaron un cuchillo en el tórax. La herida lo mató.
El joven fue asesinado en el Parque de la Juventud, en la av. Padre Luis Vacari y Río Guayas. Él no frecuentaba la zona, vivía junto a su madre y dos hermanas menores en Calderón. Era un buen chico. Por eso su mamá se alarmó cuando dieron las 20:00 del lunes 5 de mayo y no llegó a su hogar. Habló con sus compañeros de trabajo y le dijeron que había ido a Carapungo para pagar un saldo (de USD 65) por unas clases de conducción que ya recibió.
En el Parque de La Juventud, la noche del martes 5 de mayo del 2015, grupos de jóvenes jugaban básquetbol. Chicos de entre 16 y 21 años contaron que suelen encontrarse en ese punto a las 16:00. Permanecen allí hasta las 22:00. Pero el lunes la lluvia los ahuyentó a las 19:00.
Esta noche estaban sorprendidos porque se enteraron que el día anterior un muchacho, casi de su edad, había sido asesinado ahí. Y este martes 5 de mayo, su madre y familiares lo velaban en una funeraria ubicada a 500 metros del lugar del crimen. Muy cerca también se localiza una unidad policial.
En los alrededores, moradores cuentan, pidiendo la reserva de sus nombres, que es común ver a vendedores de droga en la av. Padre Luis Vacari. También entre las calles Cerro de Callo e Ilaló. Desde la calle Río Marañón, de la primera etapa de Carapungo, se conoce que recorren toda la zona.
“Se dan la mano, de forma extraña, para pasarse la mercadería, la droga. Además al pasar junto a ellos se huele…”, contó una señora que vive y trabaja a pocos metros del Parque de la Juventud. Otras personas, que caminaban contaron que el barrio se dañó en los últimos años.
Pese a esos comentarios, el teniente coronel Morales asegura que Carapungo no es el sitio más peligroso de la capital. Señala que la ciudad está dividida en nueve distritos y esta zona ocupa el puesto siete en cuanto a incidencia delictiva. Dice que el sur e incluso La Delicia y el Centro Histórico son más inseguros.
“Acá hay un promedio de 45 a 50 robos al mes, esto es uno y medio por día. Pero hay que tomar en cuenta que la Unidad de Policía Distrital de Calderón tiene 25 kilómetros y 250 000 habitantes”, explicó el teniente coronel Morales.
Sin embargo, precisó que hace un mes el rector de un colegio fiscal de Carapungo puso una denuncia en manos de la justicia. Dijo que en su plantel educativo se vendía droga. “Se encontró a varios niños de 13 años con estas sustancias. El tema es investigado”.
El teniente coronel Morales sostuvo que es complejo romper el círculo de violencia con las nuevas dosis de droga que se permite portar a consumidores, en el Código Integral Penal, aprobado en el 2014.
La preocupación por la inseguridad en la que viven los residentes de Carapungo, en el norte de Quito, vuelve a ser tema de conversación. Foto: EL COMERCIO.
“El microtráfico conlleva a más delitos”, apuntó el teniente coronel Morales. Él afirma, “donde hay un vendedor de droga se ubica gente que consume y ellos roban para comprarla. ¿Cómo romper el círculo si cuando roban un celular es una contravención?”.
También indicó que aplican el Plan Quito Seguro, ubicando a policías en moto o a pie en los sitios en donde más problemas de inseguridad se registran. Tienen 34 fotografías de delincuentes que en la zona del Parque de la Juventud se dedican a robar.