La venta ambulante, desterrada de los alrededores de estadios del Mundial

Johannesburgo, AFP

Durante el Mundial-2010, sólo los colaboradores oficiales de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) estarán autorizados a comercializar productos en los alrededores de los estadios, impidiendo la labor de los tradicionales vendedores ambulantes del país.

“Vamos a perder mucho dinero”, vaticina Amos Ndlovu, que desde hace 14 años instala cada tarde su vieja camioneta frente al estadio Ellis Park de Johannesburgo, donde vende platos y comida para llevar a los hinchas y transeúntes.

“Tenemos las autorizaciones municipales. Las autoridades nunca han tenido problemas con nosotros. Pero un día llegó la FIFA...”, añadió.
 
En Sudáfrica, los comerciantes ambulantes forman parte del paisaje habitual de los partidos de fútbol, sobre todo en lo que se refiere a la comida rápida, con productos como las salchichas boerewors o la chakalaka (salsa con especias).

“Queríamos compartir esta cultura, típicamente africana, con los hinchas extranjeros” insiste Amos Ndlovu, de 51 años. Pero la FIFA y sus estrictas reglas comerciales excluyen este tipo de actividades de las autorizadas a desarrollarse durante el gran evento futbolístico.

En el Mundial, se ha impuesto un veto completo a toda venta ambulante en los alrededores de los estadios en ciertas horas y en varios lugares, que incluyen los recintos habilitados para hinchas ('fan parks').

Los que incumplan las normas podrían ser castigados con multas de hasta 10 000 rands (1 000 euros) o seis meses de prisión.

El objetivo de la medida es reservar el mercado a los patrocinadores y colaboradores oficiales de la FIFA. Para la comida y bebida, será la empresa Headline Leisure Management (HLM) quien tenga el monopolio en los alrededores de los diez estadios que servirán de sede para el torneo.

“Es una pérdida enorme para nosotros, más aún porque no habrá otros partidos de fútbol durante el Mundial, en los que podríamos haber trabajado”, destaca Ndlovu, que evalúa en 20 000 rands (2 000 euros) el dinero que dejará de ganar.

“La Federación Internacional daña nuestros derechos”, se queja Sam Khasibe, responsable de un grupo de comerciantes. “No paran de insistir con este Mundial africano. ¿Pero qué verdad hay en eso si los africanos no pueden hacer negocios durante el Mundial?”, subraya.

Para calmar el enfado de ciertos sectores, las autoridades de Johannesburgo han abierto unas listas para los vendedores ambulantes que tendrán permiso para trabajar fuera de las 'zonas FIFA'.
“Tendrán una oportunidad de aprovechar el evento sin interferir en los derechos comerciales de la FIFA”, explica Sibongile Mazibuko, uno de los responsables municipales de la capital económica del país.

La mejor solución parece para estos trabajadores abandonar las grandes ciudades durante el torneo para intentar captar clientes durante los desplazamientos.

Elliot Chitungo, que vende animales esculpidos en la carretera que lleva al célebre parque Kruger (noreste), espera un fuerte incremento de la demanda por la llegada de visitantes, por lo que ha recurrido a contratar a más mano de obra para incrementar la producción.

“Es mejor estar desbordado que desempleado. Esperamos muchos visitantes a partir del 11 de junio”, celebra.

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